domingo, 19 de noviembre de 2017

AREQUIPA: APROPÓSITO DE LA EXPOSICIÓN DE FERNANDO PAREDES

AREQUIPA: APROPÓSITO DE LA EXPOSICIÓN DE FERNANDO PAREDES
Año 13 – Nº 194           Arequipa, 2017, noviembre 19.        http://candela3.blogspot.com
Por: Arturo Muñoz                                                                         candela369@gmail.com

El viernes 17 de noviembre, el economista Fernando Paredes Núñez, presentó en público el resultado de la investigación económica sobre el proceso de descentralización, que en resumen para mí expresaba la siguiente hipótesis: el proceso de descentralización en el Perú es permanente e irreversible, pero su concreción en la regionalización del país del 2002 ha fracasado, la búsqueda de revivir la regionalización vía la conformación de macroregiones o mancomunidades es inviable; se necesita, según Paredes, si mal no he entendido, estructurar el territorio en base a proyectos de inversión, a proyectos que interesen a varias comunidades (por ejemplo: el gasoducto sur peruano, la interoceánica; etc.); para ello plantea la creación de una agencia de inversión.
Lo que lleva Paredes a esta conclusión es un indicador, el único encontrado por él, válido basado en el análisis del PBI per cápita de cada región. El único que tiene posibilidades de dar datos con fechas atrasadas a los 15 años, tal y como la academia lo pide. Si quisiéramos obtener un indicador basado en los montos de inversión no habría datos fiables con 15 años de atraso. Suponiendo que esta afirmación sea verdad, pasemos a lo encontrado por Paredes al correr la serie de PBI per cápita regional.

La línea de divergencias y la línea de convergencias se separan conforme vaya la salud de la economía del país. Patricio Quintanilla le señaló en su comentario que en el caso en que las divergencias entre las regiones se desaceleraban era producto del Boom Minero. Paredes le responde que en economía el con no significa que, es decir, que la desaceleración se haya producido junto con el Boom Minero no significa que este Boom Minero sea la causa de la desaceleración.
Para un mayor comentario de lo dicho por Paredes sobre su investigación no pudimos obtener la exposición, la cual la dejo a cargo de ForoSur21, grupo un tanto clandestino de intelectuales y empresarios arequipeños, por lo que dejo allí la exposición de la base para que Paredes llegue a la conclusión de que la regionalización ha fracasado y entremos a un interregno gramsciano, del fin del periodo de descentralización regional a un nuevo periodo de “descentralización por proyectos de inversión”.
Cuando Paredes señaló que el instrumento de la “descentralización por proyectos de inversión” era la Agencia de Inversiones, Walter Bustamante le interrumpió calificando “Agencia de Corrupción”; Paredes respondió a esta cruda crítica con una sonrisa. Respuesta lógica, pues para los economistas neoclásicos la corrupción, la contaminación son “externalidades”, consecuencias negativas de las inversiones, “fallas del mercado” que pueden ser corregidas por el propio mercado, digamos cosas sin importancia en el “análisis académico”.
Frente a una afirmación tan categórica de que la regionalización ya ha fracasado y respaldada por una “investigación académica” sólo cabía una confrontación radical. Si en el campo de la economía ya no había posibilidades de seguir analizando la regionalización, era necesario encontrar evidencias empíricas de si esto era cierto o no. Y me referí a una experiencia radial, cuando fui invitado a comentar el 1 – O, el Referéndum de Catalunya, y en ese programa propuse utilizar el mismo mecanismo y votar en un referéndum si Arequipa debía independizarse o no del Perú. Grande fue la aceptación del público a esta propuesta radical, lo que nos dio tela para tres programas más sobre el tema. O sea, en la gente hay un deseo de romper con Lima. Y los argumentos para la separación iban desde los históricos, la conformación del Imperio Incaico en suyos, hasta la única forma de hacer pagar a la minera Cerro Verde la montaña de US $ 3.500.000.000,00 que le debe en impuestos a Arequipa. Esta evidencia empírica me indica que la regionalización sigue siendo la forma de descentralizar el país.

Un segundo argumento fue el movimiento social. Si la economía no nos permite tener datos confiables para construir un indicador, la sociología sí. Y este indicador son las protestas sociales. Desde el año 1950 hasta nuestros días los movimientos sociales, más mal que bien, reseñados en la prensa y en los textos sobre ellos nos permiten ver una actitud regionalista y anticentralista creciente, y como ejemplo bastó señalar la huelga del magisterio de este año, iniciada en Cusco y continuada por las regiones contra la política de despidos en el sector para aquellos maestros que no aprueben los exámenes arbitrarios planteados por el estado. Esta huelga culminó en Lima, no fue contra Lima, porque la regionalización no es contra los limeños sino contra la concentración del poder en Lima. El resultado fue el mismo de la huelga magisterial de 1973: la deslegitimación de la dirección central del SUTEP y su práctica desaparición, el encumbramiento de un nuevo líder magisterial Pedro Castillo, así como en 1973 se encumbró Horacio Zeballos; y una segunda similitud es el haber doblegado al poder central del estado y obtenido el aumento de salarios y el respeto al derecho al trabajo de los maestros ¿Fue una lucha contra el neoliberalismo? Sólo a medias, pero ese es otro tema.
Mi percepción es que a la derecha le fastidia hasta el pánico el poder adquirido por los movimientos regionales a partir de la regionalización comenzada el 2002. Tanto es el pánico que en el Congreso, lo más retrógrado y corrupto de la burguesía, el aprofujimontesinismo ha liquidado los movimientos provinciales y distritales para las próximas elecciones del 2018, menos los movimientos regionales, con el argumento infeliz de fortalecer los partidos nacionales. Los gobiernos regionales se le han puesto firmes en varias oportunidades al gobierno centralista. Aquí otra discrepancia con Paredes, para él la internalización en la conciencia popular de gobierno central y gobierno regional es un demérito, es un triunfo del centralismo, no se da cuenta que por fin el movimiento popular ha demarcado en su conciencia la existencia de un centro explotador, autoritario, corrupto y gobierno regionales que son sus instrumentos para luchar contra ese poder central.
Porque la corrupción como la contaminación no son “externalidades”, son características intrínsecas de la producción capitalista, y la economía política liberal es la ciencia del fraude lícito. Y en la lucha contra el sistema capitalista los movimientos regionales son los más fuertes y consecuentes, en especial contra las “externalidades” de la corrupción y la contaminación.

Hay que fortalecer las regiones exigiendo mayor autonomía. Desde hace unos 4 años se viene planteando algo que ya es de sentido común, que los gobiernos regionales puedan crear sus propias tasas, que los impuestos de las empresas queden en las regiones, que pueden decidir sobre su ordenamiento territorial y económico. La consigna de REGIONES AUTÓNOMAS al estilo de España es ampliamente aceptada por la ciudadanía.

Espero que ForoSur21 salga de su capilla y con un personaje tan vital como Reynaldo Roberts pueda contribuir a generar un movimiento por la autonomía regional.

sábado, 16 de septiembre de 2017

PERÚ: NEOLIBERALISMO DESORIENTADO


PERÚ: NEOLIBERALISMO DESORIENTADO
Año 13 – Nº 193 
Arequipa, 2017, septiembre 15.
http://candela3.blogspot.com
Por: Arturo Muñoz
candela369@gmail.com

Las huelgas de cientos de miles de maestros, médicos, enfermeras y otros trabajadores estatales de los últimos meses, fueron la gran continuación de las paralizaciones locales en Cajamarca contra el proyecto minero Conga, en Arequipa contra el proyecto minero Tía María, en Cusco – Sicuani contra el proyecto minero Tintaya, en Puno – Aymarazo contra el proyecto minero Santa Ana, en Amazonas - Baguazo contra el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y el proyecto minero Afrodita y otros muchas más paralizaciones focalizadas en todo el país.

Consecuencia de estas inmensas manifestaciones de millones de peruanas y peruanos en calles, cerros y selvas amazónicas, es la desorientación, la pérdida del camino, el tropezón de los neoliberales, que ha concluido en la profunda crisis política del neoliberalismo expresada en el enfrentamiento entre la mayoría neoliberal fujimontesinista – aprista del Congreso contra el gobierno neoliberal del lobista PPK, y que llevó la sangre al río en la madrugada del viernes 15 de septiembre cuando la mayoría aprofujimontesinista no le dio el voto de confianza al gabinete del representante de los monopolios empresariales y primer ministro Fernando Zavala, tiro de gracia luego que el movimiento popular con huelgas y movilizaciones lo liquidara.
Pues las huelgas y movilizaciones en el Perú son auténticas, hechas por manos nativas, no son fabricadas por la CIA como en Venezuela. Los trabajadores salen convencidos de la justicia de sus reivindicaciones, no salen a protestar pagados por la embajada estadounidense de Caracas. Los une a los movimientos sociales del subcontinente latinoamericano la defensa del derecho a la posesión, a la propiedad de los recursos naturales mineros, agrícolas y marítimos; es decir, los une la lucha contra el imperialismo que saquea las riquezas naturales de los latinoamericanos.
Este masivo movimiento de trabajadores y pobladores afectados por los bajos salarios y la contaminación ambiental, por el robo de la riqueza natural ha comenzado a marcar la agenda de la política peruana, ha comenzado a señalar cuales son los puntos que deben tratar los gobernantes, desde el presidente pasando por los congresistas hasta el alcalde distrital en favor de los desposeídos y víctimas del neoliberalismo, a tratar los efectos nocivos de las privatizaciones de los servicios educativos y de salud que favorecen a los que tienen dinero y provocan la muerte y la ignorancia entre los pobres.
A los viejos y  nuevos líderes del creciente descontento popular los llama la derecha burguesa, los capitalistas, los agentes del imperialismo, los llaman despectivamente los rojos, los antisistema, terroristas. Esos adjetivos del enemigo favorecen la definición política e ideológica de los jóvenes líderes, los empujan a conocer más de la teoría política y a pensar que es posible una revolución socialista en nuestro país.
Sin embargo, el movimiento adolescente de masas no tiene la alegría del guerrero, no tiene un enemigo digno con quien cruzar espadas, dado que el enemigo de clase de los trabajadores del campo y la ciudad son seres repugnantemente corruptos de la burguesía, de la oligarquía financiera internacional, funcionarios de las transnacionales, lobistas, dedicados a hacer fortuna con actos corruptos, por eso los últimos cinco presidentes merecen la cárcel, dos ya están presos.
Ese enemigo es sumamente peligroso y a la vez demasiado débil. Su flaqueza está en su excesiva ambición por el poder sin tener la fuerza para conseguir sus objetivos, de allí que el aprofujimontesinismo se haya precipitado en hacer valer su mayoría en el Congreso frente al gobierno lobista de PPK, sin contar con el control de dos de los instrumentos de poder: el dinero y las armas, y ni que decir que no cuentan con el apoyo de las masas populares por más que se autodenominen fuerza popular. En este enfrentamiento PPK convencido que no se puede llegar a acuerdos con tontos, dio el paso ofensivo en busca de disolver el Congreso para cambiar la ocasional correlación de fuerzas favorable al aprofujimontesinismo, usando el mecanismo de la democracia burguesa constitucional de exigir la ratificación del voto de confianza al gabinete Zavala a la mayoría eventual en el Congreso. Luego, en un acto necio, la mayoría aprofujimontesinista negó el voto de confianza al gabinete Zavala, inmediatamente PPK les ratificó la carta notarial notificándoles la declaratoria de guerra diciendo que defenderá la “política educativa”, eufemismo para decir que defenderá su "derecho" al lobismo, conformando un nuevo gabinete este domingo 17 de septiembre con las mismas características del anterior.
Mostrando una ingenuidad y orfandad política los aprofujimontesinistas recurren a argumentos legales ante la arremetida política de PPK, arremetida respaldada indudablemente por el dinero (apoyo manifestado por intermedio del empresario minero Roque Benavides) y de las fuerzas armadas (apoyo expresado en el silencio sepulcral de los militares públicamente y en las manifestaciones de complicidad con PPK en privado). Y contando con el activo apoyo de la embajada imperial estadounidense en Lima a su engreído autocalificado perrito faldero y para más señas ciudadano estadounidense PPK.
Keiko Fujimori, la dueña de Fuerza Popular gracias al apellido y al apoyo de las tías millonarias fugadas del país, no hizo caso a las notificaciones de la CIA desde Brasil, notificaciones enviadas en la aparición pública de declaraciones incriminatorias de haber recibido fondos para su campaña electoral de la corrupta empresa Odebrecht, notificaciones en que le decían que se deje de fastidiar al gobierno de PPK. Cegada por su mayoría eventual en el Congreso hizo caso omiso a las advertencias imperiales y hoy enfrenta un cada vez mayor descontento de sus seguidores al interior de su carpa de papel Fuerza Popular, que comienzan a desconfiar de su capacidad política y temen la sanción del imperio al cual sirven. Por ello, su propio hermano votó a favor de ratificar la confianza al gabinete Zavala demostrando una asesoría más sensata, sin todavía generar un quiebre en la empresa electoral familiar (finalmente el hermanito Kenyi Fujimori es tan autoritario como cualquier Fujimori pero con guantes de seda).
Al neoliberal no le interesa el movimiento de masas, el apoyo de la población, pues el concepto de participación democrática del pueblo la reduce al ejercicio del voto en elecciones, al derecho de elegir pero poniendo vallas cada vez más altas al derecho de ser elegido (mayor cantidad de firmas para inscribir una empresa electoral, necesidad de grandes presupuestos para campañas electorales y, ahora, la intención de eliminar los movimientos provinciales y distritales, elitizando y privatizando más la participación política).
El desenlace de la crisis política actual está casi cantado: fractura del aprofujimontesinismo entre albertistas (Kenyi)  y keikistas, disolución del Congreso, profundización de la crisis económica en curso, mayor deslegitimación del gobierno lobista de PPK, mayor cuestionamiento popular al neoliberalismo.
En este escenario es preciso fortalecer los movimientos sociales y crear y forjar los instrumentos de poder popular. Pues si se cierra el Congreso el pueblo no va a salir a las calles a defender a los aprofujimonteisnistas, va a buscar una opción nueva, juvenil, positiva.

martes, 29 de agosto de 2017

PERÚ: MOMENTO PARA EL CAMBIO


PERÚ: MOMENTO PARA EL CAMBIO
Año 13 – Nº 192                      Arequipa, 2017, agosto 29.            http://candela3.blogspot.com
Por: Arturo Muñoz                                                                                    candela369@gmail.com

Hemos pasado de una fase a otra fase superior en la lucha por un gobierno democrático y patriótico, se ha sumado un numeroso contingente de maestros y maestras, protagonistas de una larga huelga en defensa de la estabilidad laboral y aumento de salarios; huelga que ha puesto en cuestión el modelo neoliberal vendido como el camino al primer mundo, al paraíso capitalista, al mostrar la pobreza en que vive el magisterio peruano, los 360 mil profesores y profesoras con sueldos de 1.200 soles mensuales en promedio (342 dólares al mes), a quienes el gobierno de Alan García – Apra les quitó la estabilidad laboral con la Ley de Carrera Pública Magisterial.
Es una huelga cuya conducción recae en dirigentes regionales con una clara convicción de la necesidad de cambiar el sistema capitalista por otro más justo. Nivel de conciencia al cual aún no han llegado los dirigentes médicos de la salud pública, quienes consumaron una huelga hace pocos meses, y cuya paralización significó una crítica radical a la política de privatización del sector salud. Los miles de médicos conducidos por dirigentes apristas concluyeron la huelga sin pena ni gloria, los hospitales continúan en escombros, las farmacias públicas sin medicinas, las enfermeras y técnicos de salud seguirán siendo contratados usando el CAS (contrato chatarra sin beneficios para los trabajadores).
Al frente de los trabajadores estatales en huelga se paró el gobierno de PPK, levantando el dedo acusador en contra de los huelguistas, difamando a los maestros llamándolos sin pruebas terroristas; en esta estrategia de desacreditar a los maestros el gobierno contó con el apoyo de los congresistas fujimoristas, de los apristas, de la prensa basura. 

Además de la calumnia agredieron innecesariamente a los maestros y maestras lanzando contra ellos y ellas a los mercenarios de la policía, pues el policía con seis meses de escuela tiene un piso salarial de 3 mil soles mensuales mientras el magisterio gana la mitad; así queda establecida la prioridad, lo más importante para los gobiernos neoliberales, que es tener un aparato represivo bien pagado y garantizada la impunidad a los policías y militares cuando cometan “excesos” (maten o hieran a quienes protestan).
Centrar la huelga en la demanda del restablecimiento de la estabilidad laboral, es decir, en la anulación del artículo 23 de la Ley de Reforma Magisterial aprista, permitió abarcar al conjunto de profesores y sostener la huelga por más de dos meses. El gobierno repitió que las tres evaluaciones no eran punitivas, sin embargo, al final, si el maestro no las aprobaba era despedido y, por lo tanto, el artículo 23 eliminaba la estabilidad laboral de los maestros y maestras. La intransigencia gubernamental de no anular el artículo 23 confirmó las sospechas de los miles de profesores, el objetivo de este artículo es usarlo para reducir personal, despedir miles de profesores para facilitar la total privatización de la educación y, al mismo tiempo, reducir la carga laboral del estado ante la crisis económica presente en el país desde el 2012.


La terquedad no fue sólo del ejecutivo, lo secundaron rabiosamente los congresistas fujimoristas y apristas. Todos los que defienden el libertinaje en el “mercado laboral”, todos los politiqueros neoliberales. Esta intolerancia es producto de que el neoliberalismo se basa en la esclavitud de los trabajadores para mantener el sistema capitalista funcionando, en consecuencia, cualquier intento de rebelión de los trabajadores por mejorar sus condiciones económicas y laborales es reprimida brutalmente; por ello, el aparato militar - policial represivo es la prioridad del neoliberalismo antes que la educación y la salud pública.
La lucha por la estabilidad laboral es cada vez más intensa, más masiva, y no terminará en esta batalla, porque es el eje de la lucha contra el capitalismo neoliberal, es la demanda que une la lucha económica con la lucha política por un gobierno patriótico y democrático, es la demanda que en este momento saca a los trabajadores sin conciencia a las calles y los convierte en ciudadanos anticapitalistas. Evidentemente, esta metamorfosis de trabajador instintivo en trabajador reflexivo, en trabajador consciente, no es mecánica, en esta transformación el papel de los revolucionarios es clave, y ahora en esta tarea contamos con el refuerzo inesperado de la prensa basura, que se encarga de dar a conocer a la masa inconsciente el objetivo por el que deben luchar los trabajadores, el cambio de sistema capitalista por uno socialista.

Los pseudo izquierdistas, los izquierdistas de escritorio, han sido rebasados por las masas, pero no sólo en el campo sindical sino también en el campo político; mientras los pseudo izquierdistas adoptan un comportamiento “moderado” para obtener el certificado de buena conducta de los capitalistas, las masas han cuestionado masivamente el capitalismo neoliberal, han puesto por delante al incremento de salarios la demanda de estabilidad laboral; inconscientemente han identificado uno de los pilares de la dominación capitalista, la inseguridad en el trabajo, la amenaza a todo trabajador de que será despedido sin justificación alguna por el capitalista, la amenaza millones de veces hecha realidad de condenar al trabajador al desempleo, a no poder cubrir sus necesidades vitales de comida, vestido, vivienda; etc.
Para los psudo izquierdistas las demandas deben ser las que se pueden alcanzar, las que buenamente los capitalistas y su entidad administrativa, el estado, les pueden conceder como una limosna. Con esta incorrecta concepción de los puntos reclamar los pseudo izquierdistas ponen a las masas detrás de la burguesía; de allí la imperiosa necesidad de liberarse de los pseudo izquierdistas, de esta lacra sindical y política; este objetivo no se consigue con una sola huelga, es un proceso iniciado hace varios años, cuyo final está cada vez más cerca.
A periodos como el vivido en los dos últimos meses los bolcheviques les llamaban momentos para el cambio o como occidentalmente, con más imprecisión, se les califica de puntos de quiebre. La irrupción de las masas en el escenario político ha marcado la agenda política de estos meses, dejando a un costado la campaña imperialista contra la revolución bolivariana, incluso los casos de corrupción de Odebrecht, de García, Keiko y Toledo; la irrupción de las masas ha obligado a los periodistas a sueldo de los capitalistas en la prensa basura a dedicar su tiempo a tratar el tema de la huelga magisterial y también las huelgas de los médicos, obstetras y enfermeras.



Los capitalistas dicen que: con estas huelgas, todos hemos perdido ¡¡¡Mentira!!! El pueblo ha dado un gran paso hacia su liberación, nuevamente el pueblo retoma el camino de la lucha masiva; los obstáculos serán grandes mientras más y más trabajadores se plieguen a la lucha, el aparato militar – policial de la burguesía intentará liquidar este avance con más y más represión, y ante esa arremetida reaccionaria la consigna es la gritada por el pueblo en las calles: No somos uno, no somos dos, somos todo el pueblo.

viernes, 16 de junio de 2017

PERÚ Y RUSIA A 100 AÑOS DEL BOLCHEVISMO

PERÚ Y RUSIA A 100 AÑOS DEL BOLCHEVISMO
Año 13 – Nº 191       Arequipa, 2017, junio 16.     http://candela3.blogspot.com

Por: Arturo Muñoz                                          candela369@gmail.com


Estamos a pocos meses de conmemorar los 100 años de la Revolución Bolchevique, y los vamos a celebrar en Perú sin una izquierda marxista leninista orgánica, muy por el contrario, sólo encontramos el color gris de la burocracia sindical y los deseos de la pequeña burguesía de obtener el certificado de buena conducta otorgado por el imperialismo. Literalmente el pueblo bolivariano de Venezuela está sin un apoyo firme por parte de las organizaciones peruanas que se reclaman de izquierda. El lado positivo es el surgimiento de numerosos colectivos marxistas leninistas, sólidos en sus convicciones y en la defensa de la Revolución Bolivariana frente al ataque inmisericorde del imperialismo contra el pueblo venezolano.


Acabamos de concluir el foro sobre Mariátegui y la Revolución Bolchevique, en el auditorio de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de San Agustín, organizado por la Comisión Octubre, integrada por Escuelas Libres, Taller Femenino La Cantuta, Revista Disenso y personas sin organización, actividad que contó con el invalorable apoyo del grupo de jóvenes del Cine Club Alain Resnais de la Escuela de Comunicación de la mencionada universidad. Y en la exposición que presente, la idea central fue que teníamos que ubicarnos en la realidad de 1917 en Rusia y estudiar las alternativas para solucionar el problema ruso de esa época, estudiar si la decisión de los bolcheviques fue la correcta o cuáles fueron los errores que no cometeríamos hoy, examinando el desenlace trágico y de fracaso del modelo soviético del socialismo en 1991. Pues, la burguesía, el imperialismo, día y noche, machaca en la mente del pueblo peruano el fracaso del socialismo, nos enrostra el drama del campo socialista y de la URSS en específico, y le dice al pueblo que no deben escoger la vía socialista porque si no acabarán igual como terminaron las sociedades socialistas que siguieron el modelo soviético.

Necesitamos hacer el balance de la experiencia soviética para decirle al pueblo porqué sigue vigente el socialismo. Este balance es aún más necesario en este momento de nuevas experiencias de lucha contra el capitalismo, encarnadas en la Revolución Bolivariana, en la conformación del Estado Plurinacional de Bolivia y en la Revolución Ciudadana en Ecuador. Y este balance hay que hacerlo con los grupos y colectivos consecuentemente marxistas leninistas, que estén insertados en la lucha de clases, en los movimientos sociales, puesto que los partidos comunistas, “peces”, sobrevivientes son estructuras sin capacidad de renovación y en proceso de extinción, y, también,  algunas de las nuevas organizaciones progresistas carecen del espíritu de cambio imprescindible en un revolucionario, no tienen la fuerza personal y de grupo para continuar la lucha contra el capitalismo, para enfrentar decididamente al imperialismo.
Asumiendo la enseñanza de Lenin: cuando se comete un error hay que reconocerlo ante las masas y comenzar de nuevo, una y otra vez, sin cansarse; por ello es necesario reconocer el fracasó del modelo soviético sin intentar maquillar la derrota sufrida por las fuerza socialistas mundiales a raíz de esta frustración; pero hay que ser lo suficientemente claros ante las masas de que ese acto fallido no significa para nada que el socialismo no siga vigente como alternativa al capitalismo, pues las terceras vías no existen.
Y para volver a iniciar la tarea de organizar al pueblo y junto con las masas organizadas construir el socialismo en el Perú debemos, primero, estudiar la historia de la Revolución Bolchevique, para aprender como los revolucionarios rusos solucionaron los problemas que les tocó enfrentar, cual fue la metodología empleada por ellos, sacar las valiosas enseñanzas de su experimento que abrió el camino a la humanidad para acabar con la explotación del ser humano por otro ser humano. Y, segundo, afirmar categóricamente que el socialismo no ha fracasado, pues muchos de los avances de la sociedad soviética son hoy conquistas de toda la humanidad, reconocidas por los propios capitalistas en los países más desarrollados como en los más atrasados.
Entrando al tema del balance del modelo soviético del socialismo, acercándonos a él con objetivos prácticos concretos, para darle de portazos a la burguesía latinoamericana y mundial, que en este instante agrede sin piedad al pueblo venezolano, burguesía mundial que obliga a regresar al pasado neoliberal a los pueblos de Argentina y Brasil, esparciendo miseria y desempleo en los cientos de millones de trabajadores urbanos y rurales de esos países; y para sentar las bases de una renovada teoría revolucionaria latinoamericana en base a la práctica de los pueblos rebeldes como el mapuche, sumido en una cruenta guerra contra las transnacionales, haciendo nuestra su consigna “todos tenemos sangre mapuche, o en las venas o en las manos”, comprometiéndonos con su lucha y la de todos los pueblos para no tener su sangre en las manos sea por comisión o por omisión.


Rusia en 1917 era un extenso país de 22 millones de kilómetros cuadrados, más de 17 veces la extensión del Perú, con una población de 174 millones de habitantes, un poco más 5 veces la población actual de nuestro país. Sólo el 15% vivía en las ciudades rusas. Del total de la población rusa, 140 millones eran campesinos pobres, mujiks, y 3 millones eran obreros, viviendo en condiciones infrahumanas, sin sanidad, hacinados, sin educación, con jornadas de trabajo de 16 horas, sin agua ni desagüe, sin viviendas. En el otro extremo, la nobleza, el clero, los terratenientes (kulaks), la burguesía industrial y los oficiales del ejército, que no pasaban de 2 millones de personas. Para colmo, el grado de explotación de los obreros y de los campesinos creció dramáticamente con el inicio de la primera guerra mundial entre las potencias imperialistas en 1914.
Rusia era una sociedad feudal en 1917, más conocida como “la cárcel de los pueblos”. En el Imperio Ruso el Zar tenía el poder absoluto. El zar era el jefe político, la cabeza de la Iglesia Ortodoxa, el comandante de las fuerzas armadas, la familia real concentraba la mayor riqueza en Rusia. La ojrana, la policía del zar, liquidaba toda oposición. Los derechos a reunión, a la libre expresión de las ideas, a la sindicalización, vigentes ya en la Europa Occidental, no existían en la Rusia zarista.
Los campesinos rusos fueron liberados de la esclavitud en 1861, pagando por su libertad a los terratenientes y al estado imperial ruso. Al momento de la Revolución Bolchevique, lo campesinos sólo tenían 56 años de haber sido liberados de la esclavitud. Los campesinos rusos eran una mayoría abrumadora, el 85% de la población. Los campesinos no estaban organizados en Rusia, era una masa amorfa, fue el poder soviético que los organizó luego de la conquista del poder. Con esa masa saliendo de la esclavitud, sumida en la mayor de las opresiones, en el analfabetismo, en la ignorancia, el Partido Bolchevique fue capaz de dirigir la primera revolución socialista.


Si en este momento en el Perú se hiciera una revolución socialista, los campesinos peruanos recién tendrían 48 años de haber sido liberados de la servidumbre de las haciendas. José María Arguedas escribió sobre una realidad que ya no existe en parte (no se ha estudiado aún el tamaño de esa parte de la realidad que cambió con la Reforma Agraria de Velasco de 1969), lo cierto es que El Sueño del Pongo pertenece a un pasado muy reciente.
Pongámonos a pensar en el Perú actual, el reto que representaría conducir a una población que ha bajado del ande, no para hacer la revolución socialista calzando ojotas como la visualizó Mariátegui, sino que esa masa de campesinos bajaron del ande a las ciudades de la costa, de la selva, a las ciudades de la cuesta (ubicadas entre la costa y la puna, como Arequipa), esas masas campesinas bajaron transformadas en comerciantes, con una mentalidad capitalista y se dedicaron a hacer dinero en el comercio y en los talleres clandestinos, convertidos en industriales y comerciantes informales de las ciudades.

Por no pensar en ello, en estudiar el cambio producido por las reformas velasquistas, y sacar la conclusión de que las comunidades indígenas no eran el reducto del comunismo primitivo incaico, ni la reserva cultural del imperio incaico, sino la fuente del desarrollo del capitalismo peruano; por no ser marxistas leninistas y estudiar y comprender la realidad concreta cambiante, es que todos los partidos de la Izquierda Unida acabaron reducidos a cascarones, a etiquetas, que la derecha peruana utiliza para asustar o crear cortinas de humo de vez en cuando.
Lenin, atento a los cambios en la realidad rusa, entendió que aplicar el marxismo dogmáticamente era ir derecho a la derrota, por ello, dejando de lado la afirmación marxista de que sólo con un proletariado industrial en gran número se podía “hacer” la revolución socialista,  hizo el giro genial de la concepción teórica de que el proletariado es la única clase capaz de “hacer” la revolución socialista a la concepción, producto de la práctica revolucionaria de las masas rusas, de que la alianza obrera y campesina, la hoz y el martillo, el frente único de clases podía conducir a las masas rusas al socialismo, al gobierno obrero y campesino, la forma rusa de la dictadura del proletariado.
En el Perú actual, con una población campesina menor al 20% y en proceso de disminución constante, con el crecimiento de las ciudades geométricamente, con el aumento agobiante de la población dedicada a servicios y comercio, condenada a ser revendedora de chatarra importada, nos preguntamos ¿Cómo conducir a las masas a una revolución socialista? La respuesta es que necesitamos reconstruir a la izquierda políticamente, y para reconstruir a la izquierda es necesario girar a una alianza creativa, de frente único, de unidad de los trabajadores productivos con los improductivos, que no es lo mismo que el simplismo aprista de la alianza de trabajadores manuales e intelectuales, pues los trabajadores intelectuales también producen, y porque esta concepción aprista del frente fue recogida del tacho de basura de la historia, de la basura ideológica y política de la socialdemocracia europea.
Sí, el frente único en el Perú es la alianza de esa minoría de obreros productivos con la inmensa masa de trabajadores de servicio y del comercio pequeño y mediano, incluyendo en la concepción de trabajadores productivos a los agricultores, a los campesinos. Allí reside la fuerza de la revolución peruana.
Frente a la realidad rusa de un país atrasado, con enormes desigualdades, hubo otras dos propuestas alternativas al bolchevismo, la primera, la de la nobleza más instruida ligada a la burguesía industrial de instaurar una monarquía constitucional, presentada por el Partido Demócrata Constitucionalista, propuesta desechada por las masas en julio de 1917, cuando el príncipe Lvov fue sustituido por Kerensky. La segunda, la del partido Socialista Revolucionario, de dejar en manos de los campesinos el rol dirigente de la revolución. Este camino también fue dejado de lado por las masas, pues los únicos que estaban preparados para dirigir la revolución fueron los obreros, la vanguardia de los 3 millones de obreros, que no eran más que una gota de agua en el océano de los 174 millones de rusas y rusos. Y los obreros tomaron como suyo el programa agrario de los socialistas revolucionarios y forjaron la alianza obrera y campesina.
De los tres posibles caminos: la monarquía constitucional (Partido Demócrata Constitucionalista), la república burguesa, sustentada en el campesinado (Partido Socialista Revolucionario) y la dictadura del proletariado, sostenida en la alianza obrera y campesina (Partido Obrero Socialdemócrata Ruso – bolchevique), las masas el 25 de octubre optaron por el camino de la dictadura del proletariado.

En 1918 el PSDOR – bolchevique modifica su nombre a Partido Comunista Ruso, crea en 1922 la III Internacional Comunista y generaliza la experiencia soviética, se forman en muchos países partidos comunistas a semejanza del ruso. Algunos de ellos piensan con cabeza propia como el Partido Comunista Chino, logran tomar el poder y crear su propia forma de estado, el de Nueva Democracia o democracia popular, distinto al estado soviético. Otros, como el peruano, olvidan la enseñanza de Mariátegui de que la revolución no es ni calco ni copia, sino creación heroica y convocan al pueblo a crear soviets.
Los soviets o consejos de obreros, de campesinos y de soldados abandonaron la democracia representativa, es decir, la delegación del poder del pueblo en representantes (parlamentarios), que luego de elegidos lo traicionan, aprobando leyes favorables a los capitalistas, a los grandes capitalistas, a las empresas transnacionales. Por el contrario, los soviets nombran en asambleas territoriales y sectoriales a sus representantes a una asamblea superior, hasta llegar al soviet supremo; el obrero y el campesino no ceden el poder, pues en cualquier momento pueden fiscalizar a su representante elegido y revocarlo en su cargo o ratificarlo.
Esta forma de democracia soviética degenera en un estado burocrático, los representantes se apropian de la riqueza producida por los trabajadores, no en la forma como lo hace el capitalista al apropiarse del trabajo del obrero (enajenación), sino de la apropiación de una parte de lo recaudado por el estado soviético. Se organiza una mafia de burócratas en el estado soviético que comienza a despilfarrar la riqueza producida por los trabajadores. Las fuerzas productivas dejan de crecer y finalmente el estado soviético se derrumba el 25 de diciembre de 1991.
Los partidos comunistas dependientes (o creados a semejanza) en todo sentido del PCUS sufren la misma degeneración burocrática. Al desplome de la URSS los “peces” también desaparecen, se vuelven marginarles; integrados por gente acostumbrada a vivir de la subvención de la burocracia soviética son incapaces de renovarse, de supervivir al estilo bolchevique: con pocos recursos, con gran disciplina y una convicción revolucionaria a toda prueba. Todos los líderes de los “peces” hablan de Lenin pero ninguno se le parece en lo más mínimo.

Sic transit gloria mundi. 74 años después del triunfo del proletariado en Rusia, de iniciarse la construcción del socialismo, la experiencia soviética fracasa. Gran desolación en los revolucionarios, una buena cantidad pretende borrar su pasado comunista de su hoja de vida, o adoptan un comportamiento oportunista y buscan la certificación de buena conducta del imperialismo. Al desplome del campo socialista soviético una voz en América Latina se alza para hacer control de daños, para decir que el socialismo no se acaba con el fracaso del modelo soviético, que hay vida para el socialismo más allá de la URSS, es la voz del pueblo cubano personificada en Fidel Castro:
“En Cuba llevamos a cabo nuestro proceso de rectificación. Sin un partido fuerte, disciplinado y respetado, es imposible desarrollar una revolución o una rectificación verdaderamente socialista. No es posible llevar a cabo semejante proceso calumniando al socialismo, destruyendo sus valores, desprestigiando al Partido, desmoralizando la vanguardia, renunciando a su papel dirigente, liquidando la disciplina social, sembrando el caos y la anarquía en todas partes. Así se puede promover una contrarrevolución, pero no cambios revolucionarios.”
“El imperialismo yanki piensa que Cuba no podrá resistir y que la nueva situación surgida en el campo socialista le permitirá doblegar inexorablemente a nuestra Revolución.”
“Cuba no es un país donde el socialismo llegó tras las divisiones victoriosas del Ejército Rojo. En Cuba, el socialismo lo forjamos los cubanos en auténtica y heroica lucha. Treinta años de resistencia al más poderoso imperio de la tierra que quiso destruir a nuestra Revolución, dan testimonio de nuestra fortaleza política y moral.”
“En Cuba, Revolución, socialismo e independencia nacional, están indisolublemente unidos.”

Aquí vemos la importancia de la independencia, de pensar con cabeza propia, como Fidel cuando debió enfrentar la desaparición del campo socialista soviético. Con esa misma fuerza con la cual el pueblo cubano superó el “periodo especial”, hoy el heroico pueblo cubano vencerá la ofensiva de Donald Trump, insensato presidente del imperialismo yanqui que amenaza a los pueblos del mundo con una nueva guerra mundial.
Pero, para ser justos con la historia, a pocos años de iniciada la revolución bolchevique, Lenin supo entender las dificultades de ser los primeros en la construcción del socialismo y siempre repetía:

“Pero, a pesar de todo, aún no hemos dejado de ser revolucionarios (aunque muchos dicen, y hasta no sin cierto fundamento, que nos hemos burocratizado) y podemos comprender esta cosa sencilla: que en la obra nueva, extraordinariamente difícil, hay que saber comenzar desde el principio varias veces. Si después de haber comenzado te encuentras en un atolladero, comienza de nuevo, y así diez veces si es necesario, hasta que te salgas con la tuya. No te envanezcas, no presumas de ser comunista, porque puede haber allí cualquier empleado sin partido, quizá algún guardia blanco, y seguramente un guardia blanco que sabe hacer las cosas que necesariamente deben hacerse en el orden económico, en tanto que tú no lo sabes. Si tú, comunista que ocupas un puesto de responsabilidad, con centenares de categorías y títulos, incluso con el de "caballero" comunista y soviético, llegas a comprender eso, habrás conseguido tu objetivo, pues eso se puede aprender…”


CINCO AÑOS DE LA REVOLUCIÓN RUSA Y PERSPECTIVAS DE LA REVOLUCIÓN MUNDIAL.
Informe pronunciado ante el IV Congreso de la Internacional Comunista el 13 de noviembre de 1922

En 1921 aprobamos en el III Congreso una resolución sobre la estructura orgánica de los partidos comunistas y los métodos y el contenido de su labor. La resolución es magnífica, pero es rusa casi hasta la médula; es decir, se basa en las condiciones rusas. Este es su aspecto bueno, pero también su punto flaco. Flaco porque estoy convencido de que casi ningún extranjero podrá leerla; yo la he releído antes de hacer esta afirmación.
Primero, es demasiado larga, consta de cincuenta o más puntos. Por regla general, los extranjeros no pueden leer cosas así. Segundo, incluso si la leen, no la comprenderán precisamente porque es demasiado rusa. No porque esté escrita en ruso (ha sido magníficamente traducida a todos los idiomas), sino porque está sobresaturada de espíritu ruso. Y tercero, si, en caso excepcional, algún extranjero la llega a entender, no la podrá cumplir. Este es su tercer defecto.
He conversado con algunos delegados extranjeros y confío en que podré conversar detenidamente con gran número de delegados de distintos países en el curso del congreso, aunque no participe personalmente en él, ya que, por desgracia, no me es posible. Tengo la impresión de que hemos cometido un gran error con esta resolución, es decir, que nosotros mismos hemos levantado una barrera en el camino de nuestro éxito futuro. Como ya he dicho, la resolución está excelentemente redactada, y yo suscribo todos sus cincuenta o más puntos. Pero no hemos comprendido cómo se debe llevar nuestra experiencia rusa a los extranjeros. Cuanto expone la resolución, ha quedado en letra muerta. Y si no comprendemos esto, no podremos seguir nuestro avance. Considero que lo más importante para todos nosotros, tanto para los rusos como para los camaradas extranjeros, es que, después de cinco años de revolución rusa, debemos estudiar. Sólo ahora hemos obtenido la posibilidad de estudiar. Ignoro cuánto durará esta posibilidad. No sé durante cuánto tiempo nos concederán las potencias capitalistas la posibilidad de estudiar tranquilamente. Pero debemos aprovechar cada minuto libre de las ocupaciones militares, de la guerra, para estudiar, comenzando, además, por el principio.
El partido en su totalidad y todos los sectores de la población de Rusia lo demuestran con su afán de saber. Esta afición al estudio prueba que nuestra tarea más importante ahora es -estudiar y estudiar. Pero también los camaradas extranjeros deben estudiar, no en el mismo sentido en que lo hacemos nosotros: leer, escribir y comprender lo leído, que es lo que todavía precisamos. Se discute si esto corresponde a la cultura proletaria o a la cultura burguesa. Dejo pendiente la cuestión. Pero de lo que no cabe ninguna duda es que nosotros necesitamos, ante todo, aprender a leer, a escribir y a comprender lo que leemos. Los extranjeros no lo necesitan. Les hace falta ya algo más elevado: esto implica, primero, que comprendan también lo que hemos escrito acerca de la estructura orgánica de los partidos comunistas y que los camaradas extranjeros firmaron sin leerlo y sin comprenderlo. Esta debe ser su primera tarea. Es preciso llevar a la práctica esta resolución. Pero no puede hacerse de la noche a la mañana, eso sería completamente imposible. La resolución es demasiado rusa: refleja la experiencia rusa. Por eso, los extranjeros no la comprenden en absoluto y no pueden conformarse con colocarla en un rincón como un icono y rezar ante ella. Así no se conseguirá nada.

Lo que necesitan es asimilar parte de la experiencia rusa. No sé cómo lo harán. Puede que los fascistas de Italia, por ejemplo, nos presten un buen servicio, explicando a los italianos que no son todavía bastante cultos y que su país no está garantizado aún contra las centurias negras. Quizá esto sea muy útil. Nosotros, los rusos, debemos buscar también la forma de explicar a los extranjeros las bases de esta resolución, pues, de otro modo, se verán imposibilitados por completo para cumplirla. Estoy convencido de que, en este sentido, debemos decir no sólo a los camaradas rusos, sino también a los extranjeros, que lo más importante del período en que estamos entrando es estudiar. Nosotros estudiamos en sentido general. En cambio, los estudios de ellos deben tener un carácter especial para que lleguen a comprender realmente la organización, la estructura, el método y el contenido de la labor revolucionaria. Si se logra esto, las perspectivas de la revolución mundial, estoy convencido de ello, serán no solamente buenas, sino incluso magníficas.


domingo, 28 de mayo de 2017

PERÚ: EN QUE MOMENTO ESTAMOS

Año 13 – Nº 190             Arequipa, 2017, mayo 29.           http://candela3.blogspot.com
Por: Arturo Muñoz                                                                            Candela369@gmail.com

EN QUE MOMENTO ESTAMOS
Resulta grave para los marxistas leninistas dejar de preguntarse por las características del actual periodo político, en general para cualquier político decente; de allí, la enorme improvisación y errores del Frente Amplio (Arana), de Nuevo Perú (Verónika) y de las demás organizaciones de la izquierda peruana. Actúan sin analizar, sin estudiar las tendencias de la economía y política peruanas y mucho menos de la situación del movimiento social. Sin mencionar la coyuntura internacional de preguerra en Suramérica. La distancia entre la izquierda y las masas es aún abismal.

Al borde de la recesión

La primera pregunta a responder es ¿Cuál es la profundidad de la crisis económica? La caída del PBI a un crecimiento lento de 2,7% anual nos indica que aún no entramos en recesión, pero estamos a un paso de ella. Y es que desde la crisis del 2008, que llevó a un año de decrecimiento por el pésimo manejo de la gestión aprista, de menos 1% el año 2009, la economía peruana no ha podido recuperarse, en medio de una crisis internacional cuyo desenlace será una nueva guerra mundial.
Dicho esto, la consecuencia para los trabajadores es la reducción de salarios reales, es decir, un crecimiento menor del salario con respecto a la inflación, los precios en los mercados subirán por el ascensor y los salarios por la escalera. Y las pésimas condiciones laborales, sin seguro, sin compensaciones por tiempo de servicios, sin contratos, sin seguridad, etc., irán tornándose infrahumanas, regresando a las mismas condiciones de los esclavos. Los gobernantes, la burguesía, los capitalistas le llaman modernización a la nueva forma de esclavitud.
La primera reacción ante esta terrible realidad laboral es la convocatoria al Paro Nacional de los trabajadores mineros para el 8 y 9 de junio. Si los trabajadores mineros, la aristocracia obrera, para, es porque la economía atraviesa una fuerte y profunda crisis. Sin embargo, la producción minera no ha caído, las ganancias de los empresarios mineros son superiores al año anterior. Este es el normal comportamiento de la economía capitalista, los empresarios hacen pagar el costo de la crisis a los trabajadores.

Independencia política de la izquierda

Entonces, la tormenta política desatada por el aprofujiomontesinismo, amenaza en convertirse en huracán. Provocar más inestabilidad a un sistema capitalista de por sí inestable, atacando sin piedad al gobierno de PPK, usando su mayoría parlamentaria, es definitivamente un abuso de poder, dirigido contra la burguesía neoliberal representada por PPK.
Bien quisiera el aprofujimontesinismo que la izquierda y los progresistas salgan a defender a este gobierno, ponernos detrás del neoliberalismo, como lo hemos estado en estas dos últimas décadas. Eso ya no es posible, somos lo suficientemente fuertes para mantener nuestra independencia en esta coyuntura, para variar la táctica de hace 20 años.
En Chile la división de Nueva Mayoría es producto de un avance similar al ocurrido en el Perú. La Democracia Cristiana ya no puede estar con una izquierda cada vez más presionada por las masas, millones de chilenos y chilenas que presionan por acabar con las AFP, por servicios públicos gratuitos y de calidad, por mejores salarios. La burguesía golpista de la Democracia Cristiana deja la alianza Nueva Mayoría para garantizar la continuidad del neoliberalismo, rompe el acuerdo con el Partido Socialista mantenido por 27 años. Por ello, la Democracia Cristiana chilena y la alianza Chile Vamos disputaran el liderazgo del pinochetismo directamente en primera vuelta. Y obviamente en la segunda vuelta la DC votará a Chile Vamos o viceversa. Es similar el avance en Chile al peruano en lo referente a que el movimiento popular chileno ya no vota por la alianza neoliberal de Nueva Mayoría y mucho menos por Chile Vamos, tal y como sucedió en las últimas elecciones en Perú, cuando el movimiento popular voto por el Frente Amplio con la candidatura de Verónika Mendoza. Aún más, se ha formado una nueva alianza electoral de una izquierda ajena a Nueva Mayoría, con el nombre también de Frente Amplio. La izquierda va con dos organizaciones a las elecciones de noviembre en Chile: Nueva Mayoría y Frente Amplio.
Si la izquierda peruana posee la fuerza para independizarse de las opciones neoliberales, esa fuerza no es lo suficiente para generar la crisis política actual del capitalismo y liderar una alternativa sólida por el socialismo. La crisis política actual la genera el aprofujimontesinismo con 78 de los 130 congresistas, el aprofujimontesinismo que controla el poder legislativo. Es cierto que no en su totalidad. Poniendo en términos de encuestas, el 70 % de crisis es causada por el aprofujimontesinismo y el 30 % es producto del descontento de las poblaciones urbanas y rurales.
La cuota de participación en la crisis política peruana endémica correspondiente al movimiento popular subirá en los próximos meses, cuando las poblaciones afectadas por las inundaciones exijan solución a su situación de hambre y desempleo. El proceso de reconstrucción caótico y seguramente corrupto emprendido por el gobierno de PPK no podrá aliviar en lo más mínimo la desesperación de los pobres del norte del país. Consecuentemente, estamos ante la punta del iceberg de la crisis política. Sería absurdo, por lo tanto, apostar todo a la labor congresal cuando la tarea primordial es organizar y dirigir la lucha del pueblo contra la mayoría aprofujimontesinista del Congreso y contra el gobierno de PPK, causantes del descontento popular, participes de la corrupción y aliados en la defensa de los intereses de los capitales extranjeros; sería absurdo defender a PPK del abuso de poder del aprofujimontesinismo cuando PPK y Keiko son la misma cosa, son empedernidos neoliberales.
Resumiendo, la crisis política actual es causada por el aprofujimontesinismo, descontentos con la prisión de Fujimori, exigiendo algún tipo de castigo a los jueces y defensores de los derechos humanos de la motejada por ellos como “izquierda caviar” y, fundamentalmente, evitar la inclusión de Keiko Fujimori y Alan García en las investigaciones de corrupción.
También el movimiento popular es causante de la crisis en menor proporción, en especial las poblaciones rurales descontentas con la extracción de minerales sin recibir nada a cambio, con la contaminación del ambiente, de las aguas y de las tierras agrícolas. Además, hoy se suman los trabajadores urbanos y mineros enfadados con los bajos salarios, con los ataques a los sindicatos y a las protestas.
A estas protestas vendrán a unirse pronto las de millones de personas afectadas por el Niño Costero. Y eso sí pondrá al frente de la protesta al movimiento popular, con un claro énfasis en el cambio del modelo neoliberal.

Preparando la participación independiente de la izquierda en las elecciones regionales y municipales del 2018, combatiendo la campaña macartista de los nietos de Hitler (el aprofujimontesinismo), debemos organizar al pueblo y asumir la dirección política de sus luchas hacia un gobierno democrático, patriótico y antiimperialista.