domingo, 20 de mayo de 2012

ROMPIENDO LAS REDES DEL CAPITAL FINANCIERO

candela


Año 8 Nº 104

Arequipa, 2012, marzo 25.

ASOCIACIÓN JUAN PABLO VISCARDO Y GUZMÁN

En camino al Bicentenario de la Primera Independencia del Perú

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TÁCTICA Y ORGANIZACIÓN DE LA NUEVA MAYORÍA PATRIÓTICA (XIX)



ROMPIENDO LAS REDES DEL CAPITAL FINANCIERO

Por: Arturo Muñoz

Candela369@gmail.com

Nuevo reparto del mundo

Observando la reacción de los pueblos del mundo afectados por la crisis del capitalismo, se nota una clara conciencia de las causas de su desgracia: la oligarquía financiera internacional. La cual ha generado un proceso de nuevo reparto del mundo, comenzando por las zonas ricas en recursos energéticos, el petróleo y el gas. La gran potencia mundial, Estados Unidos, a finales del siglo pasado desató la guerra contra Irak, en el medio oriente, invadiendo este país en dos oportunidades en 1991 y en el 2003; apoderándose del agua dulce de los ríos Tigris y Éufrates y de los yacimientos petrolíferos. Luego intervino militarmente en Afganistán en el 2001, uno de sus objetivos es estar cerca de la zona petrolífera de Xinjang en China, el enemigo más peligroso de EE UU en África, América Latina, Medio Oriente y Asia. Destruyó la Revolución Verde en Libia el 2011 tomando los ricos yacimientos de petróleo de este país del norte de África. Y se prepara la intervención de Irán, proveedor de petróleo a Europa. Este nuevo reparto del mundo en marcha dirigido por EE UU, es sostenido por los países miembros de la OTAN, convertida en la más grande organización criminal de la historia mundial. En contraposición está creándose la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), liderada por Rusia. Y, también, la Organización de Cooperación de Shangai (OCS), conducida por China, que incluye a Rusia, los países del Asia Central y pronto a Irán.

Para la oligarquía financiera internacional, Suramérica es considerada la más importante fuente de recursos en las próximas décadas; si se permite la extracción por las transnacionales del petróleo, mineras, madereras; etc., harán de Suramérica una nueva África, con países enfrentados en guerras interminables, guerras tribales y poblaciones en la extrema pobreza.

Dejar de lado en el análisis el nuevo reparto del mundo por parte de la oligarquía financiera internacional, llevaría a conclusiones incorrectas e irreales.

Nacionalismo neoliberal humalista

Así como el mercado interno de cualquier país depende del mercado internacional controlado por la oligarquía financiera mundial. La política doméstica también es dependiente de los designios de la élite financiera planetaria. Las redes del capital financiero controlan la vida en general de los países coloniales como el Perú.

Fujimori, Paniagua, Toledo, García y hoy Ollanta Humala, representan gobiernos sujetos a los mandatos del FMI, del BM, la ONU, la OEA y a cuanto instrumento funcional al imperialismo pertenece el Perú.

Tal es así, que el congresista Luis Iberico de la ultraconservadora Alianza por el Gran Cambio, reveló que Antauro Humala está colaborando con su hermano Ollanta Humala en sofocar los conflictos ambientales, para favorecer a las corporaciones mineras y especialmente apoyar la ejecución del proyecto Conga, propiedad de la transnacional Newmont Mining Co., en alianza con la minera Buenaventura y con IFC (fondo del Banco Mundial).

¿Porqué un hombre de la derecha ultra ataca a quien estaría haciendo lo que él también perpetra, apoyar a la oligarquía financiera internacional en sus planes de inversión y saqueo del país? Muy simple, es una pelea entre lobistas del capital financiero. Pero lo importante es el descubrimiento ante la población de que no existe diferencia entre Antauro y Ollanta. Ambos son nacionalistas neoliberales, operadores de las grandes transnacionales. Son colaboradores de la clase burguesa financiera internacional.

Antauro no representa una alternativa siquiera progresista en el país. Es más por sus posiciones se acerca a los militares fascistas latinoamericanos, enarbolando el racismo como principal bandera. En sus inicios el etnocacerismo saludaba el pensamiento de Mohamed Alí Seineldin, coronel argentino, autodenominado nacionalista rosista – peronista – católico. Este militar argentino formó a muchos de los integrantes de los comandos paramilitares promovidos por dictaduras y democracias representativas para liquidar el movimiento popular.

Casta burocrática gremial operadora de los neoliberales

También, muchos de los líderes gremiales y poblacionales degeneraron en operadores de los partidos de la derecha neoliberal, brindando sus servicios en las campañas electorales, en las movilizaciones de apoyo a alcaldes, congresistas y presidentes. El Pronaa en la época del fujimontesinismo fue la mejor maquinaria política, sustento de toda actividad del gobierno mafioso. Miles de dirigentes y pobladores, hombres y mujeres, ligados a los programas sociales, participaban de los escalones en las movilizaciones de masas para respaldar al fujimontesinismo.

Luego de la caída de la mafia fujimontesinista, los siguientes gobiernos continuaron usando los servicios de estos líderes populares colaboracionistas con las propuestas de las transnacionales. Toledo y especialmente el aprismo recurrieron a esta modalidad para llenar plazas o hacer recibimientos multitudinarios al presidente u otra autoridad. Parte de la debacle del aprismo se debe a la costumbre de usar el clientelismo para aparecer como partido de masas, cuando en realidad sólo es una maquinaria electoral más.

Esta mala costumbre corrompió a una gran parte del pueblo. La que vive del vaso de leche, de los alimentos entregados a los comedores populares, o reciben salarios del Estado, en cualquiera de sus niveles, a cambio de favorecer al gobierno de turno nacional o subnacional.

El colaboracionismo de clase de las dirigencias gremiales y poblacionales impide la conformación de una oposición real al neoliberalismo.

Un sector de la izquierda es colaboracionista

Dentro de los colaboracionistas de clase está un sector de la izquierda, cuya transfiguración ideológica los ha llevado a servir a la oligarquía financiera internacional. Un deslinde con los colaboracionistas es imprescindible para construir la oposición revolucionaria al neoliberalismo y por la construcción de una sociedad colectiva.

Minería y concentración del capital

La ley de la concentración del capital sustituyó la época de la libre competencia por la época del predominio de los monopolios, del capital financiero, a finales del siglo XIX y comienzos del XX en los países de capitalismo avanzado (Europa y EE UU). No existe economía donde la libre competencia haya vuelto a primar, es la época de los monopolios.

Con la presencia de las grandes inversiones extranjeras, por alrededor de 50 mil millones de dólares a futuro - fue de US $ 7.659 millones el 2011 -; la monopolización de la economía peruana es cada día mayor. La concentración de capital significa la disminución del número de capitalistas por rama.

Después de la crisis financiera del 2008 el número de bancos en EE UU ha disminuido a 4 importantes. En el caso del Perú, con una economía ya oligopólica, la inversión extranjera ha reducido significativamente el número de empresas importantes, y ha desaparecido prácticamente a los capitalistas nacionales.

Gran minería contra mineros medianos y pequeños

Un gran negocio es la especulación de denuncios mineros para luego venderlos a las empresas con suficiente capital para explotarlos (diariamente el periódico oficial trae recuadros de petitorios mineros). Otro gran negocio es la ampliación o nuevos proyectos mineros por parte de las transnacionales ya afincadas en el país o por ingresar; empresas mineras que son parte de la red de la oligarquía financiera internacional. Sus directorios dependen de los designios de la oligarquía financiera internacional. Entre las grandes corporaciones mineras no existe competencia, sino acuerdos para ver cuál de ellas se apropia de esta u otra tajada del mercado de minerales en estado de materia prima.

Sin embargo la pequeña y mediana minería si son competencia para las grandes empresas mineras. La pequeña y mediana minería explota yacimientos de alta ley, pues sólo así puede ser rentable, yacimientos que la gran minería desea explotar no ahora cuando los precios están altos, sino cuando los precios bajen. Humala – Valdés- Nadine por encargo de la gran minería han expedido los decretos 1099, 1100, 1101, 1102 y 1103 normando la pequeña y mediana minería, calificándola de ilegal con pena de 12 años de cárcel a quien la practique. Para su estricto cumplimiento el Ministerio de Defensa trasladó 500 soldados a Madre de Dios.

Pero la gran minería es tan ilegal como la pequeña y mediana minería. Contratos de concesión anticonstitucionales, evasión de impuestos, uso sin permiso de aguas, etc. Y peor contaminadora que las pequeñas y medianas empresas mineras. Por lo tanto, estos decretos buscan la concentración de la actividad minera en unas cuantas empresas monopolistas extranjeras; pues sólo por ley emanada del Congreso se puede crear nuevas figuras delictivas. Los decretos del trío HVN son anticonstitucionales, y al pasar por encima del ordenamiento legal el gobierno se ha retrotraído al autoritarismo militarista.

¿Cuál será el futuro de los cientos de miles de mineros pequeños y medianos? Al trío HVN no le interesa.

¿Unidad nacional o división nacional?

En toda nación existen dos naciones, la nación de los opresores y la nación de los oprimidos. La unidad nacional no puede existir pues el Estado burgués protege los intereses de los opresores, y hace más difícil la vida de los oprimidos. El desarrollo capitalista de los últimos diez años ahonda las diferencias entre los opresores y los oprimidos. Al pueblo oprimido no le interesa construir ni defender un Estado nacional opresor, sino combatir a la oligarquía financiera internacional propietaria de las transnacionales mineras y a los gobiernos que políticamente la representan. Los llamados a la unidad nacional por el trió HVN no responden a la realidad de un país dividido en clases sociales antagónicas, con grandes desigualdades entre ellas; la unidad nacional es el vano intento de hacerle creer al explotado que tiene los mismos derechos que el explotador.

Avances científicos y técnicos crean nuevas condiciones para la revolución

A diferencia del desarrollo capitalista a inicios del siglo XX (predominio del capital financiero monopolista y el pase al retiro de la libre competencia); el ascenso de los monopolios creó las condiciones para la revolución tecno científica, revolución que en una sociedad capitalista provoca la extinción de la especie humana y la destrucción de la naturaleza.

Pero a la vez la revolución científico tecnológica dota de nuevas herramientas, en estas nuevas circunstancias, a los oprimidos, al pueblo del Perú y de toda Latinoamérica para salvarse de la catástrofe venidera construyendo una sociedad colectiva, dando soluciones colectivas a los problemas planteados por la decadente sociedad capitalista.

Conga, un error del gobierno

Ollanta, influenciado mal, dijo: Conga va, sí o sí; otorgándole el papel de proyecto definitorio de la política de inversiones privadas en el Perú; cuando ninguna de las empresas mineras estaban por respaldar las malas acciones de la transnacional Newmont (nombre dado por su fundador el coronel William Boyce Thompson, por haber crecido en Montana y haber hecho su dinero en New York) propietaria del yacimiento minero Yanacocha.

Según los datos de su sitio web, Newmont está dedicada primordialmente a la explotación de recursos naturales: oro, cobre, plata, plomo, zinc, litio, uranio, carbón, níquel y otros, eventualmente petróleo y gas. Emplea a 43 mil personas en los cinco continentes y en ocho países.

Si las inversiones privadas no iban a verse afectadas por la decisión estatal de negarle el derecho de explotación a la Newmont (empresa de mala fama estadounidense) es correcto pensar mal cuando el presidente declara que el proyecto Conga se realizará de todas maneras. Como es usual en estos casos, ante un EIA insostenible, hecho con errores imperdonables y de mala fe, él sí o sí presidencial estaba promovido por razones nada santas, es decir, puede catalogarse de un posible caso de gran corrupción. El cual debe ser investigado.

Espíritu colonial de un buen número de congresistas

Sobre la prohibición de la Cancillería de atracar en puerto peruano a la fragata inglesa HMS Montrose, en respaldo a la posición Argentina al justo reclamo de la soberanía en las Islas Malvinas, en posición ilegal por parte del imperio inglés; congresistas de muy poca visión histórica y de oscuros intereses salieron a criticar la medida contra el segundo país inversor en el Perú.

Todo por dinero era el argumento de los congresistas faltos de sentimiento patriótico, y comenzaron a circular una moción de censura contra el Canciller Rafael Roncagliolo. Asustados los congresistas felipillos vociferaban que era inaudito pelearse con el imperio inglés, en defensa de la soberanía de una nación que le ha jugado mal al Perú en reiteradas oportunidades. Lo cierto es que estos felipillos del siglo XXI favorecen los intereses de las grandes potencias de impedir la unidad de los países suramericanos.

Unidad o integración Suramericana necesaria para defender de las fauces de las transnacionales los abundantes recursos naturales, y enfrentar con mejor pie la crisis del capitalismo internacional. Estos congresistas con espíritu colonial apuestan por el fortalecimiento del eje del Pacífico, firmado por el impresentable Alan García por el Perú, lo que de plano descalifica la participación peruana si se comprueba los cargos de corrupción cometidos por este personaje; y por los gobiernos de Chile, Colombia y México, lo más rancio de la ultraderecha latinoamericana. Aquella derecha que incentiva el fascismo como respuesta a las posiciones patrióticas latinoamericanistas. El debate se quedó en el Congreso y el pueblo en poco o nada dio su apoyo a los pro imperialistas congresistas, los cuales vienen reculando de su posición inicial.

Paro de 24 horas en Arequipa

Durante varias semanas se discutió en la Coordinadora Político Social de Arequipa la medida de lucha de un Paro de 24 horas, sus alcances y su contenido. Un sector aún se niega a romper con el nacionalismo neoliberal de Ollanta Humala (pues para efectos prácticos, el PNP y Gana Perú son entelequias) El otro sector exigía un rompimiento con Ollanta sin todavía llevar a las masas a un enfrentamiento decisivo. Sin haber agotado el debate se dio el Paro de 24 horas en Arequipa el día 21 de marzo, con un relativo éxito, que sobrepasó las expectativas de sus organizadores y sorprendió a la derecha neoliberal, arequipeña y del país.

Por las dimensiones de las protestas contra la minería pronto ningún proyecto será viable, por ello, en los pasillos de las oficinas de las transnacionales hablan de explotar los yacimientos mineros en no más de cinco años, el ejemplo de la desesperación es la rapidez con que se viene ejecutando el proyecto Las Bambas, ubicado en la región Apurímac.

El Paro de Arequipa se da con una plataforma aún por afinarse; contra la suba del costo de vida, contra la suba de los precios de los combustibles, contra la contaminación de la minera Cerro Verde, instalada a sólo 4,5 Kms de la ciudad (propiedad de la transnacional Freeport – MacMoRan Cooper & Gold Inc.)

Un claro mensaje de deslinde con el nacionalismo neoliberal

Estos tres eventos (la lucha contra el proyecto Conga, la decisión de la Cancillería de negar el atraque en puerto peruano a una fragata inglesa y el paro de Arequipa) demuestran un rechazo a las redes de la oligarquía financiera en las cuales está atrapada la economía peruana.

Se está gestando embrionariamente una tendencia antiimperialista en el movimiento popular, en base al asentado y mayoritario sentimiento patriótico demostrado en las dos últimas elecciones. Pronto la fuerza de las acciones de masa, la organización consciente del pueblo, obligará a formar una verdadera oposición revolucionaria zanjando con los colaboracionistas de clase.

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