viernes, 12 de marzo de 2010

DEMOCRACIA CONSECUENTE

candela


Año 6 Nº 60

Arequipa, 2010, febrero 28.

ASOCIACIÓN JUAN PABLO VIZCARDO Y GUZMÁN

En camino al Bicentenario de la Primera Independencia del Perú

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DEMOCRACIA CONSECUENTE

La oposición de izquierda al autoritarismo liberal es más sólida y organizada

Porque ahora la historia tendrá que contar con los pobres de América. Ernesto Che Guevara

Con la inscripción del Partido Nacionalista Peruano el 4 de enero del 2006 y la postulación, en alianza con Unión Por el Perú, del comandante EP (R) Ollanta Humala, el timbre de la oposición popular volvió a sonar. Ocho años de dictadura cívico - militar, seis de desconcierto y decenas de esforzados intentos de cristalizar la formación de un partido real de oposición, no los de oposición leal a su majestad, acabaron con el nacimiento de una organización integrada por personajes disímiles, desde consecuentes nacionalistas hasta desventurados aventureros. La vida se encargó de separar a los buenos de los malos.

Cuarenta y cuatro congresistas ingresaron por la forzada y fugaz alianza. Alan García fracturó la unidad anexándose UPP, satisfaciendo las necesidades personales de congresistas como Carlos Torres Caro, que aleccionaba a otro colega en que primero es uno y después el país. Los nacionalistas se reducen a 22. Quienes aún con su falta de preparación fiscalizan al gobierno aprista.

En enero del 2010 un conjunto de personalidades publican el Manifiesto Por la Gran Transformación del Perú, lo firman Omar Chehade, ex procurador Anticorrupción; Manuel Dammert Egoaguirre, ex diputado nacional y defensor de la soberanía peruana en puertos y el gas de Camisea, Félix Jiménez, economista de la Pontificia Universidad Católica del Perú, crítico del modelo neoliberal y arquitecto del modelo de economía nacional de mercado abierta al mundo; Sinesio López, sociólogo y ex director de la Biblioteca Nacional, Edmundo Murrugarra, especialista en educación, Carlos Tapia, ingeniero agrónomo y miembro de la Comisión Política del PNP, entre otras importantes personalidades.

El Manifiesto opta por profundizar la democracia representativa y propone el modelo de una economía nacional de mercado, objetivos posibles de alcanzar sólo con el triunfo de Ollanta Humala, líder del PNP.

En el mes de febrero del 2010 el Partido Comunista del Perú – Patria Roja culminó el VIII Congreso Nacional. Una de sus cualidades es la herencia leninista de organización, que implica unidad ideológica, programática y de acción. Con este evento la izquierda peruana vuelve al escenario político como actor secundario por cierto, pero muy lejos de los papeles de extras. El Congreso estimula a los militantes sobrevivientes de la Izquierda Unida, que en la década de los ochenta fue la segunda fuerza política del país, a reagruparse.

La izquierda marxista fuertemente golpeada por el terrorismo de Estado y por el terrorismo senderista, avanza gracias a su propio esfuerzo y a que el Partido Nacionalista a la cabeza de la oposición desbroza el camino. Los militares y civiles del nacionalismo libraron batallas sin compañía organizada ¿La izquierda marxista será el acompañante del nacionalismo?

Nuevos eventos de las organizaciones de centro izquierda e izquierda se esperan para los próximos meses, serán un indicador de este brote masivo de nuevos cuadros del movimiento popular ansiosos de ganar las elecciones regionales y municipales y las presidenciales, propósito posible de conseguir superando los errores de Izquierda Unida.

A diferencia de Chile en el Perú la socialdemocracia peruana, encarnada en la APRA, es un claro partido de extrema derecha, principal aliada de la mafia fujimontesinista, responde a los intereses de los empresarios ricos sin vergüenza, por ello el centro esta reducido a unos cuantos personajes y pequeños grupos. No existe una Concertación Democrática que mantuvo las reglas neoliberales que impusieron los monopolios pinochetistas combinándolas con exitosos programas sociales para paliar el descontento del pueblo chileno. En el Perú el fujimontesinismo partió las aguas entre ricos y pobres, relación cada vez más conflictiva, por ello no existen dos candidatos de derecha disputándose el gobierno como en Chile. El 2006 fue entre la antipatria aprista y el nacionalismo. El 2010 y 2011 será entre el liberalismo autoritario profascista y la democracia consecuente.

Cuando la izquierda toma fuerza es porque la lucha de clases esta en un nivel mayor de conflicto. Los levantamientos de las ciudades de Arequipa, Tacna, Moquegua, Loreto, Apurimac contra la privatización de las empresas públicas, por mayor presupuesto para obras; las huelgas, paros, tomas de carreteras en contra de la explotación irracional minera y en defensa del medio ambiente; la resistencia de las comunidades nativas en la selva ante la inminente destrucción de gran parte de ella por las empresas transnacionales de hidrocarburos; las luchas sectoriales del magisterio, de los trabajadores administrativos y docentes de las universidades, de salud, de los médicos, de los militares y policías; proveen de nuevos reclutas a las organizaciones políticas de izquierda nacionalista o marxista.

Además el favoritismo de la derecha peruana dado a las corporaciones transnacionales, genera un sentimiento contestatario en el pueblo, que encuentra en la izquierda la opción política para frenar el regalo de la infraestructura y recursos naturales peruanos.

Nadie cree en el discurso de la socialdemocracia aprista, del socialcristianismo, del liberalismo, del fascismo fujimontesinista que la crisis económica es un desastre natural. La crisis es responsabilidad de los ricos empresarios y se van contra ellos exigiendo al Estado les cobre los daños y los separe de la conducción del país, más el Estado es hechura de los ricos empresarios y en vez de castigarlos por su irresponsabilidad los premia salvando sus empresas con dinero del pueblo. El fujimorismo, el aprismo, el toledismo, el pepecismo las principales corrientes de la derecha peruana son estigmatizadas como representantes de los ricos empresarios. La falsía de la propuesta derechista es reemplazada poco a poco por la propuesta de la izquierda.

Este crecimiento de la izquierda nacionalista y marxista es significativo en el Perú y alternativa real en varios países de Latinoamérica. Cuba ya no es más una isla política, su influencia abarca el continente. Si no fuera así el Imperio no habría puesto sus bases en Colombia, reactivado la Cuarta Flota, incrementado los presupuestos para desestabilizar a los países del ALBA, fomentar la actividad de los partidos conservadores, volver a la política de los golpes de Estado. El sismo izquierdista latinoamericano llega lentamente al Perú. La izquierda latinoamericana es el rostro de los pobres de América en la política mundial. Evo Morales, presidente de Bolivia, presiente en sus palabras el rol protagónico que la izquierda latinoamericana jugará en la solución a la crisis mundial.

El 3 de octubre los electores votarán entre los demócratas consecuentes y los liberales autoritarios. Entre los defensores de los derechos humanos que han puesto en la cárcel al asesino Fujimori, los que han impedido que las mineras destruyan el medio ambiente, por mantener la infraestructura y los recursos naturales a favor del bienestar de los peruanos y peruanas, por los que están luchando por parar la depredación de las transnacionales, por el derecho a la tierra de las comunidades campesinas y nativas; y contra los responsables del Baguazo y de la política que mantiene en la pobreza al 54% de los peruanos y peruanas, a los corruptos que dejaron en la indefensión a las miles de víctimas de los desastres naturales en Pisco y en todo el país, a los corruptos de los petroaudios incluido el presunto responsable político el presidente García. Las elecciones regionales y municipales serán en muchos lugares tensas y polarizadas, pues un buen número de alcaldes y presidentes regionales han gobernado con la corrupción palaciega.

El PNP viene aglutinando muy rápidamente a los Ciudadanos por el Cambio, donde se encuentran los militantes del partido con los miles de ciudadanos que ansían una transformación en democracia. Por su parte el PC del P – PR pone su mejor esfuerzo en la convocatoria a los militantes de izquierda para oxigenar el frente Movimiento Nueva Izquierda.

La unidad de los partidos opositores demócratas consecuentes y del pueblo patriótico permitirá el triunfo electoral y el inicio del proceso de cambios en el país.