martes, 12 de abril de 2016

PERÚ: UN NUEVO RUMBO



Año 12 – Nº 179             Arequipa, 2016, abril 13.           http://candela3.blogspot.com
Por: Arturo Muñoz                                                                            Candela369@gmail.com
UN NUEVO RUMBO
Lo que más causa terror a la burguesía peruana y a la oligarquía financiera internacional es el hecho del avance de la izquierda peruana. Alrededor de 3,3 millones de electores han votado por el Frente Amplio y por Democracia Directa (ambas organizaciones de izquierda), que representa el 22% del electorado. Si la izquierda hubiera ido unida pasaba holgadamente a la segunda vuelta. Los viejos males de la izquierda peruana permanecen: el sectarismo, el oportunismo; a los que hay que sumar uno nuevo, el “puritanismo” socialdemócrata, que impidieron la unidad.
A contracorriente de la ola derechista en Latinoamérica, en el Perú presenciamos un flujo de los movimientos sociales y de las organizaciones políticas de izquierda. Esta recuperación se da con mucha lentitud por la profunda despolitización de la población; sin embargo, las luchas sociales permitieron contrarrestar el plan burgués de mantener a las masas al margen de la política. En aquellas regiones donde los conflictos alcanzaron niveles altos de enfrentamiento la izquierda obtuvo triunfos contundentes, pues los conflictos permitieron una rápida politización de la población por propia experiencia de quienes son sus reales amigos y quienes sus más crueles enemigos o quienes los vacilantes y temerosos. Casi toda la región sur peruana voto por el Frente Amplio, y también hay que agregar el triunfo de la izquierda en Cajamarca, en el norte del país, que se consiguió gracias a Democracia Directa, región en la cual se desarrolló el conflicto de Conga.

Este nuevo escenario político es mucho más nítido que el dejado por las elecciones del 2011 para la izquierda. En los últimos 25 años la izquierda buscó una empresa electoral a la cual asociarse para intervenir en las elecciones, la presencia se reducía a un puñado de cuadros ubicados en las listas congresales, en cambio, ahora, la izquierda presentó tres organizaciones: Perú Libertario con la candidatura de Vladimir Cerrón, ex presidente de la región Junín, que antes de 10 de abril se retiró del proceso electoral; la segunda organización fue Democracia Directa, con la candidatura presidencial de Gregorio Santos, preso político por haber dirigido las manifestaciones en contra de las empresas mineras Newmont y Buenaventura, propietarias del yacimiento aurífero de Conga, en la región Cajamarca; finalmente el Frente Amplio, con la candidatura de Verónika Mendoza. A diferencia de los dos candidatos anteriores declarados marxistas, Verónika representa una propuesta liberal radical, socialdemócrata, que incluyó a algunos socialistas en sus listas congresales.
Los defectos de sectarismo y de oportunismo son ampliamente conocidos en el Perú y en todos los países del mundo, el nuevo error de la izquierda peruana vino de la mano de Verónika Mendoza, lideresa del movimiento Sembrar y de Marco Arana, líder de Tierra y Libertad; quienes tuvieron en sus manos la capacidad de decisión de cómo construir el frente electoral. Ellos se trazaron construir un nuevo partido socialdemócrata en reemplazo del yaciente APRA (Alan García), construir un partido liberal radical ligado al Partido Demócrata estadounidense, por lo tanto no tuvieron como objetivo construir un frente electoral sino un embrión de su futuro partido; esta línea implementada por Sembrar y Tierra y Libertad generó conflictos con los rezagos de Izquierda Unida, alianza  formada en 1980 con un claro perfil ideológico marxista, con cuyo líder, Alfonso Barrantes, lograron ser la segunda fuerza política del país durante los años ochenta del siglo pasado. Usando argumentos “éticos” y exigiendo pureza a los integrantes de su frente (“ningún vínculo con la corrupción”), por ejemplo, rompieron con algunos líderes importantes regionales. La política no se puede reducir a la “ética” en abstracto, a los principios morales naturales o de origen divino, lo éticamente aceptable para el revolucionario es todo aquello que favorezca a la lucha de las clases explotadas, a su liberación del dominio imperialista. El “puritanismo” socialdemócrata es el nuevo defecto de la izquierda peruana, en el “puritanismo” socialdemócrata concurren el conciliacionismo de clase y el oportunismo históricos.
Por ello los retazos de la izquierda marxista en gran parte se abstuvieron de participar orgánicamente en el Frente Amplio. Sí lo intentaron hacer el PC del P – Patria Roja y el PCP – Unidad, organizaciones en proceso de extinción. Sin embargo, casi toda la izquierda se sumó a la campaña electoral del FA, pues había que cerrar el paso al retorno del fujimontesinismo. Este esfuerzo fracasó estrepitosamente en las elecciones del 10 de abril, pues el fujimontesinismo reencarnado en Fuerza Popular ha logrado la mayoría absoluta del Congreso (68 congresistas de 130).

El fujimontesinismo debe en parte su triunfo a la tonta colaboración de la alianza burguesa APRA – PPC, que cargaron con todo el trabajo sucio de destruir cualquier opción contraria a los planes del fujimontesinismo; mientras toda la batería del Tío Alan se dedicaba a evitar que este por corrupto vaya a la cárcel y a la vez liquidar otras alternativas políticas, por su lado los fujimontesinistas reconstruían su aparato mafioso a lo largo y ancho del país. Al final de las elecciones el llamado por sus cómplices gran estratega, Alan García, tuvo que apoyarse en manejos extraños para no perder la inscripción de su mafiosa empresa electoral, y él mismo renunciar a seguir siendo el capo de la APRA, y en su caída arrastró a los también vende patrias del PPC.
Una segunda razón del triunfo fujimontesinista está en el temor de la población, sea o no beneficiada por el neoliberalismo, a perder el paso del “crecimiento”, y la única opción “seria”, "aceptable", "creíble" electoralmente, que permitiría mantener la economía funcionando aparecía ante la población el fujimontesinismo. Por lo tanto, si bien hay un rechazo al neoliberalismo por las desigualdades e injusticias que conlleva, existe un gran temor en la población al cambio representado en el ejemplo venezolano, puesto en la mente de la gente por los medios de comunicación imperialistas como un mal ejemplo a seguir. Consecuentemente, las organizaciones de izquierda no pudieron presentar al elector un proyecto creíble de reforma social con bienestar general.
Podemos mencionar muchas otras causas de igual importancia, pero no es el objeto de este pequeño artículo hacer el balance del proceso electoral. Basta añadir la conjugación de todas las fuerzas del mal en contra de la izquierda, entre ellas el sector más conservador de la Iglesia Católica y de las sectas evangélicas.

Históricamente el regreso de un dictador por vía electoral sucedió en Bolivia. El dictador Hugo Banzer Suarez, asumió la presidencia luego de dar un golpe de estado, gobernando entre 1971 y 1978. Banzer persiguió a los dirigentes sindicales y los asesinó en las salas de tortura posteriormente descubiertas; participó del Plan Cóndor, elaborado por el imperialismo estadounidense, para eliminar físicamente a la izquierda del cono sur latinoamericano (Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Perú, incluyendo a Brasil). Destruyó las organizaciones sindicales y populares cuya fuerza permitió alcanzar grandes mejoras económicas y políticas al pueblo boliviano. A pesar de su pasado de corrupción y violación de los derechos humanos, Hugo Banzer salió electo presidente en las elecciones de 1997 iniciando el proceso de privatización del agua, conocido como la Guerra del Agua. A raíz de la privatización del agua potable y del alcantarillado de la ciudad de Cochabamba la población en toda Bolivia tomó las calles, el dictador Banzer decretó el Estado de Sitio. 

El dictador también erradicó los cultivos legales de coca bajo la supervisión de las fuerzas armadas estadounidenses, provocando una convulsión social incontenible liderada por los sindicatos cocaleros. Incrementó la deuda externa y prácticamente llevó a la quiebra a Bolivia. Luego del segundo gobierno dictatorial de Banzer enmascarado bajo la careta de la democracia burguesa reinó el caos en Bolivia, hasta la elección de Evo Morales, precisamente dirigente cocalero del Chapare, el año 2005.

Marcados por los designios de la historia, los peruanos y peruanas enfrentaremos una reedición de la dictadura cívico militar fujimontesinista, sea con Keiko Fujimori directamente o indirectamente con Kuczinsky, los dos candidatos que han pasado a la segunda vuelta a realizarse el domingo 5 de junio; al igual de lo que le ocurrió al pueblo boliviano.
Por ende, la tarea no se reduce a organizar a la población, sino fundamentalmente formarla ideológica y políticamente, pues la lucha de clases en Perú ha comenzado a agudizarse, el fujimontesinismo se encargará de echar más leña al fuego con las medidas de privatización de los servicios públicos, el regalo de los recursos naturales a las trasnacionales a través de contratos negativos para el Perú como el realizado con el gasífero Consorcio Camisea, la represión indiscriminada de los movimientos sociales y la persecución política; etc., etc.

Una deficiencia en comparación con Bolivia es que en el Perú no hay un partido revolucionario, ni las luchas han producido un líder de la talla de Evo Morales. Esta falencia es más grave al haberse entrado a un periodo de restricción de los derechos democráticos, al achicamiento de los espacios de la democracia burguesa para el pueblo, y ello hace que la vía democrática para llegar al gobierno vaya tornándose cada día más difícil. Ante este cierre del paso al pueblo para que asuma la presidencia la propia Constitución fujimontesinista establece el derecho que tiene el pueblo a la insurgencia.

Y tal vez, al decir de uno de los pensadores del movimiento actual francés, el economista Frédéric Lordon: “Me pregunto si Podemos no es un contraejemplo, eso que no debemos hacer: volver al marco electoral”. O leninistamente, es un error privilegiar la lucha electoral descuidando el movimiento real de masas. De allí que la derrota electoral a manos del fujimontesinismo, para los intereses de la revolución, es un hecho a tomarse en cuenta, a estudiarse minuciosa y científicamente, pero ponderando su importancia con la lucha social y política de masas.

jueves, 7 de abril de 2016

PERÚ: 10 de ABRIL SIN DUDAR, TODOS CON EL FRENTE AMPLIO




Año 12 – Nº 178             Arequipa, 2016, abril 7.           http://candela3.blogspot.com
Por: Arturo Muñoz                                                                            Candela369@gmail.com
10 de ABRIL SIN DUDAR, TODOS CON EL FRENTE AMPLIO
La confianza mató a Palomino y la duda a todos los demás. Tomada una decisión hay que ejecutarla sin dudas ni murmuraciones. Concentrar el voto en el Frente Amplio a pesar de las muchas debilidades y de representar una alternativa liberal radical es lo que más conviene al movimiento popular, a los intereses de las clases explotadas; lo correctamente ético es hacer lo que conviene a las mayorías dominadas y empobrecidas por el capitalismo neoliberal. Sabemos que en la democracia burguesa no vamos a encontrar la solución a los problemas de los trabajadores y los millones de desempleados, que las elecciones nos llevan al gobierno pero no al poder; eso lo hemos aprendido en más de 100 años de leninismo, las elecciones son un campo de batalla más hacia la toma del poder. Algo que la vieja y domesticada izquierda olvidó, luchar por el mito de la revolución social, por el socialismo.

Nadie va a construir el partido revolucionario si los revolucionarios no lo hacemos. Y el punto central de todo partido es la ideología. Si hoy encontramos en las luchas a cientos de jóvenes comprometidos con la revolución es por el trabajo ideológico, por haber mantenido la fe no ciega sino científica y racional en una sociedad socialista. La mirada de un revolucionario no se posa en Verónika Mendoza ni en Gregorio Santos, ellos son los líderes transitorios, temporales, que a la menor defección, al paso por más pequeño que sea hacia atrás tenemos que desechar y tomar la posta los más decididos y consecuentes, eso está escrito en la historia de todas las revoluciones, en la historia de los movimientos sociales. La historia nos enseña también a no confiar plenamente en nadie ni a desconfiar por chismes o murmuraciones, pues traidores y compañeros de viaje vamos a encontrar siempre entre nosotros, pero lo más importante de las enseñanzas de la historia es a reconocer a quienes están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias por los ideales fijados. Los líderes de las batallas electorales deberán de probar hasta donde están dispuestos a sacrificarse, recientemente tuvimos la experiencia con Ollanta Humala, un cobarde que a la menor amenaza del imperialismo retrocedió y vendió a su pueblo. Al humalismo no lo liquidó la derecha sino su cobardía, su traición lo perdió, no soportó la tensión de la lucha y se quebró, como algunos izquierdistas lo hicieron antes frente al fujimontesinismo.



Nunca más Fujimori, Keiko no va, No a la corrupción es una negación convertida en afirmación, en Sí a la democracia, en Sí a la participación del pueblo en las decisiones de Estado, en Sí al respeto a los derechos humanos, en Sí al derecho a luchar por el socialismo, en Sí al derecho a vivir en un ambiente limpio. En la marcha del 5 de abril se expresaron los millones de peruanas y peruanos que luchan por una nueva sociedad sin explotados ni explotadores. Salieron a las calles de todo el Perú los que sufrieron la represión entre 1980 (segundo gobierno de Belaúnde y primer gobierno de Alan García) y el 2000 (los 10 años de la dictadura cívico militar fujimontesinista), pero también salieron los decepcionados por los 15 años de democracia burguesa (la marcha no fue una defensa de la democracia burguesa), los millones de víctimas del capitalismo neoliberal implantado por Fujimori y continuado por Toledo, García y Humala. En la calle se encontraron los parientes de las más de 70 mil víctimas del conflicto interno, con las víctimas de los miles de despedidos sin ningún derecho laboral, con las víctimas de las AFP, con las víctimas del salario mínimo, con las víctimas del subempleo que sobreviven con US $ 100 al mes, con las víctimas del abandono del campo, con las víctimas de la contaminación minera, con los familiares de las víctimas mortales y heridos de la democracia burguesa que aplastó las protestas populares en Arequipa, en Bagua, en Puno, en Espinar, en Conga, en el Valle de Tambo, con los jóvenes valientes que hicieron derogar la Ley Pulpín. Entre la dictadura cívico militar y la democracia burguesa (que no es más que una forma disfrazada de la dictadura de la clase dominante) suman millones las víctimas. Esta marcha es sólo la punta del iceberg, debajo hierve un volcán, y los revolucionarios debemos prepararnos a canalizar la lava revolucionaria; no sabemos cuándo sucederá ni cuál será el motivo detonante, sólo debemos prepararnos para cumplir con las tareas en el momento que la revolución surja.


Avanzar dando un paso a la vez. Hoy nos toca derrotar en las elecciones a la derecha fascista del fujimorismo, del aprismo y de PPK, para ello hay que concentrar las fuerzas, la fuerza del voto en el Frente Amplio. Otra cosa será después del 10 abril. No esperamos mucho del Frente Amplio desde el punto de vista revolucionario, por ello no lo integramos, como miles de revolucionarios no lo hacen, pero hay que saber tomar decisiones de acuerdo al mejor beneficio para la lucha popular. Las y los más de 100 mil manifestantes del 5 abril dan la razón al leninismo, total rigidez en los principios, total flexibilidad en la táctica; hemos avanzado desde la derrota estratégica del 5 de abril de 1992.

viernes, 1 de abril de 2016

PERÚ: CONCENTRAR LOS VOTOS EN EL FRENTE AMPLIO (lograr obtener una buena votación presidencial y una buena bancada en el Congreso)


Año 12 – Nº 177             Arequipa, 2016, abril 1.           http://candela3.blogspot.com
Por: Arturo Muñoz                                                                            Candela369@gmail.com
CONCENTRAR LOS VOTOS EN EL FRENTE AMPLIO
(lograr obtener una buena votación presidencial y una buena bancada en el Congreso)


Ad portas de la celebración de los 100 años de la Revolución de Octubre de 1917, que abrió la historia a una sociedad sin clases, sin explotados ni explotadores, el más grande acontecimiento social y humano de los últimos siglos; en el Perú estamos en una lucha muy pequeña comparada con esta heroica acción revolucionaria del proletariado ruso: las elecciones del 10 abril, en la cual el pueblo peruano se presenta cada vez con una posición más nítida luego de la derrota del 5 abril de 1992, día del autogolpe de Alberto Fujimori, implantando la mafiosa dictadura cívico militar fujimontesinista, que cerró el periodo más cruel y sanguinario de la vida republicana burguesa de 1980 al 2000, con el saldo de más de 70 mil peruanas y peruanos asesinados, más de 300 mil mujeres esterilizadas violentamente contra su voluntad. Si alguien duda del porqué del rechazo popular a las candidaturas de Keiko Fujimori, de Alan García, de Alfredo Barnechea; allí están los millones de víctimas de los 20 años de represión indiscriminada silenciados en los medios de comunicación, cuyo sufrimiento nunca ha sido tomado en cuenta por las clases dominantes y opresoras.

Acción Popular, la Apra – PPC y el fujimontesinismo van a rendir cuentas no en este proceso electoral únicamente, el juicio por sus crímenes y por haber traicionado a la Patria regalando las enormes riquezas peruanas condenando al pueblo a vivir en la miseria, aún está por realizarse en un futuro cada vez más cercano. Pero estos grupúsculos, estas empresas electorales (AP, Apra – PPC y el fujimontesinismo) son las máscaras detrás de las cuales se ocultan la burguesía financiera y minera, las transnacionales ladronas de los recursos naturales, la oligarquía financiera internacional. Sus eternos acompañantes las iglesias y sectas religiosas copadas por el Opus Dei, los sodalicios, los catecúmenos con prácticas conservadoras y delincuenciales ligadas a la pederastia, al abuso de niños. Y el principal instrumento de dominación el Estado, la burocracia estatal, y los destacamentos armados militar y policial protegidos por la ley de impunidad para usar sus armas contra el pueblo que con justicia reclama por sus derechos.
Marchamos a paso firme hacia la revolución social para hacer justicia al pueblo por siglos explotado por los capitalistas, para construir la sociedad socialista; un pequeñísimo paso en esa dirección ha sido la conformación de tres listas de izquierda cuando el imperialismo pensaba que había sometido indefinidamente al pueblo peruano. En el corto tiempo de dos meses una de ellas despuntó, la del Frente Amplio, las otras dos por diversos motivos no lograron crecer al mismo ritmo.
Los lapsos para las elecciones en el Perú son sumamente pequeños, así la burguesía impide un debate esclarecedor que eleve el grado de consciencia de la población sobre cuáles son las mejores soluciones a los problemas sociales, cuál es el mejor modelo de sociedad a construir para el desarrollo de la humanidad.
A empujones han querido obligar a la población a elegir entre tres opciones altamente venenosas para el Perú: Fuerza Popular (fujimontesinismo), Alianza Popular (Apra – PPC) y la variante PPK. A diez días de las elecciones las opciones reales son Fuerza Popular, PPK y sorpresivamente el Frente Amplio. Este frente no es una opción socialista, pero lo integran socialistas; es más bien una opción liberal radical. Pero aun así es más propia y cercana al movimiento social popular en lucha contra el saqueo imperialista y la explotación capitalista, que lo que fue finalmente el desenmascarado nacionalismo neoliberal humalista del 2011. El frente no es aún ni siquiera el embrión del partido revolucionario, es lo que las condiciones han permitido construir y presentar en estas elecciones, responde al grado de desarrollo de las contradicciones entre capitalistas y trabajadores y al nivel de consciencia y organización del pueblo peruano.


Sin caer en el reformismo de la izquierda chilena que plantea el Realismo sin Renuncia, de postrarse ante el dominio de la burguesía, permitiendo la continuación del saqueo imperialista, aplicando los planes de división de América Latina participando en el plan político militar Alianza del Pacífico; provocando la crítica desde la izquierda al gobierno de la Nueva Mayoría y la conformación de organizaciones más radicales a la tradicional izquierda chilena; ni en la falta de decisión del PSUV de ejercer la dictadura de los trabajadores en contra de los dueños de los medios de producción que boicotean la economía venezolana; la izquierda peruana debe tomar el camino de construir un verdadero partido revolucionario con una total rigidez en los principios y una total flexibilidad en la táctica, enseñanza histórica del leninismo.
Reconociendo el hecho de la enorme debilidad de la izquierda peruana en todos los campos y en contrario la fortaleza del movimiento popular peruano, la clave en estas elecciones está en concentrar el voto en la candidatura presidencial del Frente Amplio, pues si llega a disputarse la presidencia en segunda vuelta con el fujimorismo, en vez de ser un triunfo de la ultraderecha fascista se convertiría en un triunfo pírrico, en una derrota práctica del fascismo. Y obligaría a la definición de una parte de la derecha neoliberal a optar en favor de una propuesta liberal radical progresista como la representada por Verónika Mendoza.
Con igual prioridad debe trabajarse por la concentración del voto en torno a las listas congresales, construyendo un dique congresal mucho más sólido en comparación con el que contamos a partir del 2011. De allí que la burguesía en su desesperación incentive el voto nulo o blanco y muchos caigan en esta táctica burguesa, utilizando a los ultraizquierdistas y los infiltrados en el movimiento popular para propagarlo, y así disminuir la votación al Frente Amplio.

A pesar de las condiciones internacionales adversas, con la feroz ofensiva imperialista en contra de los gobiernos progresistas en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Brasil; con la reactivación del Plan Cóndor; la derrota sufrida en Argentina; el intento de hacer fracasar el Plan de Paz en Colombia; la crisis económica y ambiental; pero aprendiendo de la resistencia palestina, del pueblo sirio, que no han permitido el triunfo de los imperialismos estadounidenses y europeos, ni del sionismo israelí, la izquierda peruana debe luchar por un Gobierno Democrático y Patriótico que de inmediato realice las siguientes tareas:
Exigir la más amplia democracia burguesa:
- Eliminación de los decretos de impunidad a las fuerzas armadas para asesinar al pueblo que se moviliza y protesta.
- Eliminación de la Ley de Organizaciones Políticas al exigir un acta de sujeción al actual sistema democrático burgués en crisis, cuestionado por la mayoría de peruanos por ser altamente corrupto (Ley 30414, art. 5, inc. a).
- Luchar por la vigencia del derecho a la movilización, a la protesta y a la libertad de expresión.
- Detener la persecución política a los dirigentes defensores de los intereses del pueblo. Libertad para el dirigente político popular Gregorio Santos, que se le dé el mismo trato que a los acusados de la burguesía. Alto a la persecución política a Guillermo Bermejo Rojas, dirigente nacional de la organización política Pueblo Unido.
- Exigir el inmediato levantamiento de la militarización de las zonas en conflicto. No al uso de las fuerzas armadas para el combate a la delincuencia, por ser en la práctica la justificación para dirigir los fusiles en contra del pueblo.
- No a la criminalización de las protestas populares. Todo dirigente popular está siendo enjuiciado por diversos motivos para anularlo en la lucha por los derechos del pueblo.
- No a la judicialización dela política. Todo dirigente popular que ingresa a activar políticamente es enjuiciado para quitarle sus derechos ciudadanos.
Cambio del modelo neoliberal:
- Fin a las AFP. Por un verdadero sistema democrático de pensiones. Las AFP son un sistema de inversión donde el trabajador pierde su dinero.
- Fin a la privatización de la salud y la educación. Por servicios de salud y educación públicos, de calidad y gratuitos.
- Control de las ganancias de las empresas. Rebaja del precio de la gasolina.
- Por el derecho a la propiedad del suelo, del subsuelo y de los productos encontrados en ellos por parte de la Nación, representada por el estado. Anulación de los contratos con las empresas petroleras, de gas que no estén adecuados a este principio básico de soberanía nacional.
- Impulso a la industria nacional resguardando el ambiente. El proceso de industrialización no debe ser el mismo de los países capitalistas avanzados (EE. UU., UE. China) que han destruido el ambiente, afectando la salud de su población y de toda la humanidad.

- No a la minería como eje del desarrollo nacional. Los pasivos ambientales son enormes y los beneficios para las peruanas y peruanos ha sido menos cero, se han incrementado las enfermedades a causa de la actividad minera.
- No al TPP. No a los TLC.