PERÚ: NEOLIBERALISMO DESORIENTADO
Por: Arturo Muñoz
candela369@gmail.com
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Las
huelgas de cientos de miles de maestros, médicos, enfermeras y otros trabajadores
estatales de los últimos meses, fueron la gran continuación de las
paralizaciones locales en Cajamarca contra el proyecto minero Conga, en Arequipa
contra el proyecto minero Tía María, en Cusco – Sicuani contra el proyecto
minero Tintaya, en Puno – Aymarazo contra el proyecto minero Santa Ana, en
Amazonas - Baguazo contra el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y el
proyecto minero Afrodita y otros muchas más paralizaciones focalizadas en todo
el país.
Consecuencia de estas inmensas manifestaciones de millones de
peruanas y peruanos en calles, cerros y selvas amazónicas, es la desorientación, la pérdida del
camino, el tropezón de los neoliberales, que ha concluido en la profunda
crisis política del neoliberalismo expresada en el enfrentamiento entre la
mayoría neoliberal fujimontesinista – aprista del Congreso contra el gobierno
neoliberal del lobista PPK, y que llevó la sangre al río en la madrugada del
viernes 15 de septiembre cuando la mayoría
aprofujimontesinista no le dio el voto de confianza al gabinete del representante de los monopolios
empresariales y primer ministro Fernando Zavala, tiro de gracia luego que el movimiento popular con huelgas y movilizaciones lo liquidara.
Pues las huelgas y movilizaciones en el Perú son auténticas, hechas
por manos nativas, no son fabricadas por la CIA como en Venezuela. Los trabajadores salen convencidos de la justicia de sus reivindicaciones, no salen a protestar pagados por la embajada
estadounidense de Caracas. Los une a los movimientos sociales del subcontinente
latinoamericano la defensa del derecho a la posesión, a la propiedad de los
recursos naturales mineros, agrícolas y marítimos; es decir, los une la lucha contra el imperialismo que saquea las
riquezas naturales de los latinoamericanos.
Este masivo movimiento de trabajadores y pobladores afectados
por los bajos salarios y la contaminación ambiental, por el robo de la riqueza natural ha comenzado a marcar la agenda
de la política peruana, ha comenzado a señalar cuales son los puntos que deben
tratar los gobernantes, desde
el presidente pasando por los congresistas hasta el alcalde distrital en favor
de los desposeídos y víctimas del neoliberalismo, a tratar los efectos nocivos de las privatizaciones de los
servicios educativos y de salud que favorecen a los que tienen dinero y provocan
la muerte y la ignorancia entre los pobres.
A
los viejos y nuevos líderes del
creciente descontento popular los llama la derecha burguesa, los capitalistas,
los agentes del imperialismo, los llaman despectivamente los rojos, los
antisistema, terroristas. Esos adjetivos del enemigo
favorecen la definición política e ideológica de los jóvenes líderes, los
empujan a conocer más de la teoría política y a pensar que es posible una
revolución socialista en nuestro país.
Sin
embargo, el movimiento adolescente de masas no tiene la alegría del guerrero,
no tiene un enemigo digno con quien cruzar espadas, dado que el enemigo de clase de los
trabajadores del campo y la ciudad son seres repugnantemente corruptos de la burguesía, de la
oligarquía financiera internacional, funcionarios de las transnacionales,
lobistas, dedicados a hacer fortuna con actos
corruptos, por eso los últimos cinco presidentes merecen la cárcel, dos ya
están presos.
Ese enemigo es sumamente peligroso y a la vez demasiado débil. Su flaqueza
está en su excesiva ambición por el poder sin tener la fuerza para conseguir
sus objetivos, de allí que el aprofujimontesinismo se haya precipitado
en hacer valer su mayoría en el Congreso frente al gobierno lobista de PPK, sin
contar con el control de dos de los instrumentos de
poder: el dinero y las armas, y ni que decir que no cuentan con el apoyo de las
masas populares por más que se autodenominen fuerza popular. En este
enfrentamiento PPK convencido que no se puede
llegar a acuerdos con tontos, dio el paso ofensivo en
busca de disolver el Congreso para cambiar la ocasional correlación de fuerzas
favorable al aprofujimontesinismo, usando el mecanismo de la democracia
burguesa constitucional de exigir la ratificación del voto de confianza al gabinete
Zavala a la mayoría eventual en el Congreso. Luego, en un acto necio, la mayoría aprofujimontesinista negó el voto de confianza al gabinete Zavala, inmediatamente PPK les ratificó la
carta notarial notificándoles la declaratoria de guerra diciendo que defenderá la
“política educativa”, eufemismo para decir que defenderá su "derecho" al lobismo, conformando un nuevo gabinete este domingo 17 de
septiembre con las mismas características del anterior.
Mostrando una ingenuidad y orfandad política los
aprofujimontesinistas recurren a argumentos legales ante la arremetida política
de PPK, arremetida respaldada indudablemente por el dinero (apoyo
manifestado por intermedio del empresario minero Roque Benavides) y de las
fuerzas armadas (apoyo expresado en el silencio sepulcral de los militares públicamente
y en las manifestaciones de complicidad con PPK en privado). Y contando con el
activo apoyo de la embajada imperial estadounidense en Lima a su engreído autocalificado perrito
faldero y para más señas ciudadano estadounidense PPK.
Keiko Fujimori,
la dueña de Fuerza Popular gracias al apellido y al apoyo de las tías millonarias fugadas
del país, no hizo caso a las notificaciones de la CIA
desde Brasil, notificaciones enviadas en la aparición pública de
declaraciones incriminatorias de haber recibido fondos para su campaña
electoral de la corrupta empresa Odebrecht, notificaciones en que le decían que
se deje de fastidiar al gobierno de PPK. Cegada por su mayoría eventual en el
Congreso hizo caso omiso a las advertencias imperiales y hoy enfrenta un cada vez mayor
descontento de sus seguidores al interior de su carpa de papel Fuerza Popular, que comienzan a desconfiar de su capacidad política y temen la sanción del imperio al cual sirven. Por ello, su
propio hermano votó a favor de ratificar la confianza al gabinete Zavala demostrando
una asesoría más sensata, sin todavía generar un quiebre en la empresa
electoral familiar (finalmente el hermanito Kenyi
Fujimori es tan autoritario como cualquier Fujimori pero con guantes de seda).
Al neoliberal no le interesa el movimiento de masas, el apoyo de la población, pues el concepto de participación democrática del pueblo la reduce al
ejercicio del voto en elecciones, al derecho de elegir pero poniendo vallas
cada vez más altas al derecho de ser elegido (mayor cantidad de firmas
para inscribir una empresa electoral, necesidad de grandes presupuestos para
campañas electorales y, ahora, la intención de eliminar los movimientos
provinciales y distritales, elitizando y privatizando más la participación
política).
El desenlace de la crisis política actual está casi cantado:
fractura del aprofujimontesinismo entre albertistas (Kenyi) y keikistas, disolución del Congreso,
profundización de la crisis económica en curso, mayor deslegitimación del gobierno
lobista de PPK, mayor cuestionamiento popular al neoliberalismo.
En este escenario es preciso fortalecer los movimientos sociales y
crear y forjar los instrumentos de poder popular. Pues si se cierra el Congreso
el pueblo no va a salir a las calles a defender a los aprofujimonteisnistas, va
a buscar una opción nueva, juvenil, positiva.