Año 11
– Nº 169 Arequipa, 2015, noviembre
12. http://candela3.blogspot.com
Por:
Arturo Muñoz
Candela369@gmail.com
GOBIERNO PATRIÓTICO Y DEMOCRÁTICO
(auge popular, burguesía sin rumbo y sin candidatos)
Los primeros
candidatos en las encuestas son a la vez los más rechazados por la población. Nadie quiere votar por Alan García, denominado el
candidato del narcotráfico; ni por Keiko Fujimori, la candidata de la mafia
fujimontesinista; ni por P. P. Kuczynski, el candidato de las transnacionales. La burguesía está sin rumbo, sin candidatos. Cuando se presenta una situación en la que la burguesía
no cuenta con un instrumento de manipulación creíble; cuando los partidos de la
burguesía se han convertido en empresas electorales, sin militantes, sin
ideología, sin otro programa que el común a todos ellos, el neoliberalismo; el pueblo, los trabajadores del campo y la ciudad no pueden
esperar más que una dictadura, un
gobierno burgués con el dedo en el gatillo y apuntando las armas en su contra,
listos para asesinar a los protestantes, a los movilizados, a los pobres.
Una
burguesía sin rumbo es capaz de cometer los más atroces crímenes contra la
humanidad, sin piedad, con tal de que sobreviva el capitalismo, de que las
ganancias crezcan a costa de la miseria de millones. Basta mencionar unos ejemplos del momento
actual, el primero, es el del yacimiento aurífero de Conga en la región
Cajamarca. A la oligarquía minera no le importa el desarrollo de la región, ni
mucho menos la salud de los habitantes. La minera Yanacocha está más de 20 años
explotando el oro y Cajamarca sigue en los últimos lugares de pobreza. En
cuanto a la salud miles de personas están contaminadas con metales pesados.
Otro ejemplo, el segundo, es el yacimiento aurífero – cuprífero de Tía María en
la región Arequipa. Todo el Valle de Tambo utiliza la mano de obra de 46 mil
personas, el proyecto Tía María utilizaría sólo 650 personas. Si el proyecto se
realiza en unos cuantos años de explotación minera el valle desaparecerá, por
eso las minas a tajo abierto no están permitidas en Europa.
Pero los
candidatos de la derecha, de los capitalistas, de las transnacionales, los
candidatos neoliberales insisten en destruir el agro, porque la minería es más
rentable en un periodo breve de tiempo al abarcar a lo mucho la vida promedio
de una persona en el Perú, pero es costosísima en el mediano plazo al dejar
desiertos donde había valles, al dejar aguas contaminadas ni siquiera aptas
para el consumo animal ni para la agricultura; y las consecuencias de ello son miles de personas
enfermas por la contaminación, incurablemente enfermas y con un alto costo el
sólo mantenerlas vivas; miles de puestos de trabajo desaparecidos en la
agricultura.
El
capitalismo en los países de Europa, en Estados Unidos y ahora en China tiene
un alto costo en vidas humanas, los pocos puestos de trabajo que creo en esos
países se pagaron y se siguen pagando con la vida de millones de personas
desempleadas, con enfermedades laborales. Ese
tipo de sociedad es inhumana. Tan inhumana es que hasta la burguesía agraria
media del Valle de Tambo, burguesía conservadora, explotadora, conocedora de
los efectos nocivos de la minería, se niega a permitir que sus tierras sean
contaminadas por la posible explotación de los yacimientos de Tía María y La
Tapada. La
minería sin condiciones, sin parámetros, sin estado fuerte es pan por unos años
y miseria por toda la vida.
En estas
elecciones el punto de agenda es el modelo de desarrollo, si el neoliberalismo,
el capitalismo salvaje, continúa o, por el contrario, el movimiento popular en
auge cobra más fuerza y lo cambia radicalmente. La derecha
ofrece cambio, pero sólo cambio de ladrones, que
entre un viejo ladrón o uno nuevo, no promete cambio de modelo económico, de
poner condiciones a los capitalistas, de firmar contratos favorables al pueblo,
a los trabajadores del campo y la ciudad. Por
ejemplo, los candidatos de la derecha prometen hacer cambios superficiales en
las AFPs, cuando se trata de eliminarlas. El
lema del pueblo chileno, de los trabajadores chilenos que sufren pensiones
miserables cuando se jubilan es: Las AFPs deben
morir para que los jubilados puedan vivir. No
hay medias tintas, no hay más que una salida en favor de los jubilados actuales
y futuros, eliminar las AFPS. Eso sucede
en el país donde nacieron las AFPs, en el país paradigma del modelo neoliberal.
Los
grupos de izquierda, los progresistas, los críticos al modelo neoliberal
agrupados en el Frente Amplio, en Unidad Democrática, en Perú Libre; deben
poner como agenda de las elecciones el cambio de modelo y no el cambio de
ladrones propuesto por la derecha. Deben hacer una propuesta seria sobre la crisis económica
en la que el Perú pronto entrará, contaminado por la crisis económica mundial.
Demostrar que la corrupción se eliminará cuando se les imponga condiciones a
los capitalistas, quienes realmente son los favorecidos por esa corrupción. Y
esto ya no necesita ni demostrarse, todo el pueblo sabe de los beneficiosos
contratos o renovación de contratos hechos por los gobiernos de la derecha
neoliberal a las transnacionales, a los banqueros. Basta mencionar el caso de
Telefónica, del Consorcio Camisea, de Odebrecht y un largo etcétera.
Existe
desconfianza hacia la izquierda, pero también una gran esperanza. Pero no son los grupos aunados en los frentes
mencionados los que van a cambiar el panorama electoral por arte de magia. Si estos grupos hacen una campaña aislada de las masas, sin atender
sus demandas el fracaso es una realidad; pero si hacen
una campaña impulsando las luchas de las masas en
Cajamarca, en Cusco, en Loreto, en Puno y en todo el país; si se apoyan en los
triunfos del pueblo cajamarquino, en el triunfo de los cientos de miles de
aymaras que vencieron a Bear Creek, en el luchador pueblo del Valle Tambo cuyo
símbolo son los espartambos contra la corruptora empresa Southern, en los
patriotas de Loreto que han conseguido que PetroPerú pueda explotar el Lote
192, en los indomables campesinos de la provincia de Espinar del Cusco contra
la minera Xstrata, en los jóvenes guerreros que lucharon contra la ley Pulpín y
lograron su derogatoria, entonces la izquierda
será una esperanza creíble, real, apoyada y controlada por el pueblo que ha
vuelto a tomar las calles y los campos para cambiar el modelo neoliberal, para
construir patria, imponiendo la verdadera democracia, la única democracia real,
la democracia del pueblo, la de los trabajadores del campo y la ciudad.
Parece
imposible conquistar en estas elecciones un Gobierno Patriótico y Democrático
en tan poco tiempo, con todos los defectos de la izquierda, pero la crisis nacional peruana que no es solucionada
por la burguesía, crisis nacional que el desarrollo capitalista sólo la
profundiza porque el crecimiento capitalista
en la última década termina con una mayor desigualdad entre pobres y ricos -
factores objetivos para el triunfo de la izquierda -; y en el nuevo auge de la
lucha popular, en los nuevos vientos que comienzan a soplar a favor de cambios
reales en las masas a pesar de las traiciones, encontramos
el elemento subjetivo para cumplir con la tarea, la enorme tarea, nada fácil,
de imponer un Gobierno Patriótico y Democrático.
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