sábado, 5 de marzo de 2016

PERÚ: REAFIRMAR LA LUCHA POR UN GOBIERNO PATRIÓTICO Y DEMOCRÁTICO


Año 12 – Nº 175             Arequipa, 2016, marzo 05.           http://candela3.blogspot.com
Por: Arturo Muñoz                                                                            Candela369@gmail.com
REAFIRMAR LA LUCHA POR UN GOBIERNO PATRIÓTICO Y DEMOCRÁTICO
Estamos en los inicios de entrar a una corriente rápida de un río caudaloso, sin capitán que guie la nave ni tripulación preparada. La torrentada de la crisis mundial ha hecho descender todos los índices de la economía peruana, a partir de este año todo es cuesta arriba para los negocios, como siempre serán pocos los sobrevivientes al final de la recesión.
Keiko Fujimori ilusiona ser su padre cuando en 1990 dictó las más salvajes medidas económicas para salvar el sistema capitalista en caos, provocado por el desastroso gobierno de Alan García, causante de la más larga hiperinflación de la historia de la humanidad alcanzando el increíble record de dos millones por ciento de inflación en cinco años. Decirle a Keiko que las condiciones no son las mismas y que ser japonesa ya no es una ventaja ni un signo de eficiencia, ni de honradez, ni de trabajo es inútil. El fujimorismo ha perdido la confianza de la población, más cuenta con un 30% significativo de apoyo electoral.
Alan García representa un futuro de violencia, el rechazo a su persona viene de las entrañas de la gente; en dos actividades seguidas ha sido agredido con sendos proyectiles, y el rencor guardado por la población es un barril de pólvora pronto a explotar para sacar definitivamente a la Apra del escenario político. Sin embargo, es la carta, tercamente mantenida, de la burguesía mercantilista y conservadora, de las transnacionales, del sector más reaccionario de la oligarquía financiera internacional. Su propuesta real, no la de sus discursos ni mucho menos de su plan de gobierno, es un gobierno fascista, el uso del aparato policial militar para garantizar las inversiones aún a costa de cientos de vidas y del quiebre del débil proceso democrático burgués. García es pariente en primer grado de Sarah Palin y de Donald Trump.




Tanto Keiko Fujimori como Alan García simbolizan la descomposición de capitalismo neoliberal peruano. Así como Trump significa la decadencia del imperialismo estadounidense, Trump es el alumno que logró superar a sus maestros los Bush. Lo peor, lo más grave para el pueblo peruano sería la ascensión de Keiko o Alan al gobierno en estas elecciones, pasaríamos a un estadio más crítico de la lucha de clases, y ello es probable por la incapacidad del capitalismo monopolista de estado de solucionar las demandas mínimas de las clases oprimidas. Con el trabajo conjunto del aparato estatal, del JNE, y de los medios de comunicación han limpiado el terreno para Keiko y Alan de sus dos más peligrosos adversarios: Alianza Para el Progreso (C. Acuña) y Todos por el Perú (J. Guzmán).
Fuera de carrera APP y TPP han conseguido el control del Congreso con el fujimorismo (Fuerza Popular), más la suma de los congresistas de PPK y de Acción Popular del candidato Alfredo Barnechea. Aproximadamente el 40% restante de los 130 congresistas estarán repartidos entre APP, FA, SN, Apra –PPC; etc.
Pareciera como que el desorden electoral fuera producto de la ineficiencia del JNE y culpa de las propias empresas electorales en competencia, pero mirando fríamente, objetivamente las idas y venidas en las inscripciones de las planchas presidenciales y congresales; la ausencia de una campaña electoral normal y su sustitución por una campaña unilateral de los candidatos protegidos por los capitalistas; los enfrentamientos super agrandados por la prensa, verdaderamente es más bien un caos premeditado, en dimensión muchísimo menor un “caos constructivo”; un caos provocado para obtener un determinado resultado, este es limpiar el escenario de los molestos candidatos advenedizos, de los candidatos sobrantes para que no estorben a los candidatos predilectos de la burguesía. Y lo están logrando sin mayor dificultad. El control de daños es fácil de realizar cuando no hay una población activa, beligerante que tome las calles. Ni Acuña ni Guzmán despiertan fervorosas emociones, no son caudillos capaces de levantar la indignación de las masas; sus protestas van a morir en los escritorios de la burocracia local e internacional. Son protagonistas menores de la comedia electoral burguesa, a los que los guionistas han decido liquidar en el acto intermedio de las elecciones, en pleno proceso de inscripción. Porque son actores pegados al libreto de la legalidad burguesa, temen convertirse en aprendices de brujo y despertar al demonio del populacho al cual después no puedan controlar.





Quienes por ley están obligados a hacer una campaña con las masas, usando sus pocos recursos en concientizarlas, en organizarlas, en convocarlas, en educarlas discutiendo los planes de gobierno confrontando los de la burguesía con los del movimiento popular, son las organizaciones de izquierda, los candidatos de izquierda; pero también han sido domesticados por el sistema, ahora son personas educadas respetuosas de la legalidad. Ya olvidaron la vieja consigna Todo con las masas, nada sin ellas. La población del Valle de Tambo va por su tercera marcha en contra del proyecto y los candidatos de la izquierda no se hacen presentes, los pobladores de los asentamientos humanos marchan contra el mal servicio de la empresa de agua potable Sedapar, y tampoco participan. Estas elecciones muestran el poco compromiso con el pueblo por parte de la izquierda peruana.
¿Cuál es la contradicción fundamental en este proceso electoral amañado, monitoreado al milímetro por el imperialismo? El enfrentamiento entre las fuerzas pro imperialistas y las fuerzas patrióticas y democráticas. Las luchas de masas desde el 2000 a la fecha han tenido ese carácter y han ido en aumento, al punto que la propia Keiko hoy critica a la empresa minera Southern Copper por el fracaso del proyecto Tía María en el Valle de Tambo, con el cálculo de ganar votos en el lado contestatario de la población.

¿Cuál es la característica fundamental del gobierno que debe proponer la izquierda peruana? Justamente aquel que refleje las demandas mínimas del pueblo. Un gobierno que haga respetar los intereses de la Patria, que los recursos naturales, las materias primas pertenezcan al pueblo y sirvan para su desarrollo. Un gobierno que respete la democracia, el pueblo decide y el gobierno obedece. Esos dos puntos están claros en los programas de gobierno de las tres organizaciones de izquierda; sin embargo, han sido incapaces de unificarse y ahora no son capaces de unirse en la campaña.


LOS CANDIDATOS DE LA IZQUIERDA: NECESARIA UNIDAD EN LA CAMPAÑA

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