Año 12
– Nº 178 Arequipa, 2016, abril
7. http://candela3.blogspot.com
Por:
Arturo Muñoz
Candela369@gmail.com
10 de ABRIL SIN DUDAR, TODOS CON EL FRENTE AMPLIO
La confianza
mató a Palomino y la duda a todos los demás. Tomada una decisión hay que
ejecutarla sin dudas ni murmuraciones. Concentrar el voto en el Frente Amplio a
pesar de las muchas debilidades y de representar una alternativa liberal
radical es lo que más conviene al movimiento popular, a los intereses de las
clases explotadas; lo correctamente ético es hacer lo que conviene a las
mayorías dominadas y empobrecidas por el capitalismo neoliberal. Sabemos que en la democracia burguesa no vamos a encontrar la
solución a los problemas de los trabajadores y los millones de desempleados,
que las elecciones nos llevan al gobierno pero no al poder; eso lo hemos
aprendido en más de 100 años de leninismo, las elecciones son un campo de
batalla más hacia la toma del poder. Algo que la vieja y domesticada
izquierda olvidó, luchar por el mito de la revolución social, por el
socialismo.
Nadie
va a construir el partido revolucionario si los revolucionarios no lo hacemos. Y el punto central de todo partido es la ideología. Si hoy encontramos en las luchas a cientos de jóvenes
comprometidos con la revolución es por el trabajo ideológico, por haber
mantenido la fe no ciega sino científica y racional en una sociedad socialista.
La mirada de un revolucionario no se posa en Verónika
Mendoza ni en Gregorio Santos, ellos son los líderes transitorios, temporales,
que a la menor defección, al paso por más pequeño que sea hacia atrás tenemos
que desechar y tomar la posta los más decididos y consecuentes, eso está escrito en la historia de todas las
revoluciones, en la historia de los movimientos sociales. La historia nos
enseña también a no confiar plenamente en nadie ni a desconfiar por chismes o
murmuraciones, pues traidores y compañeros de viaje vamos a encontrar siempre
entre nosotros, pero lo más importante de las enseñanzas de la historia es a
reconocer a quienes están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias
por los ideales fijados. Los líderes de las
batallas electorales deberán de probar hasta donde están dispuestos a
sacrificarse, recientemente tuvimos la experiencia con Ollanta Humala,
un cobarde que a la menor amenaza del imperialismo retrocedió y vendió a su
pueblo. Al humalismo no lo liquidó la derecha sino su
cobardía, su traición lo perdió, no soportó la tensión de la lucha y se quebró,
como algunos izquierdistas lo hicieron antes frente al fujimontesinismo.
Nunca más
Fujimori, Keiko no va, No a la corrupción es una negación convertida en
afirmación, en Sí a la democracia, en Sí a la
participación del pueblo en las decisiones de Estado, en Sí al respeto a los
derechos humanos, en Sí al derecho a luchar por el socialismo, en Sí al derecho
a vivir en un ambiente limpio. En la marcha del 5 de abril se expresaron
los millones de peruanas y peruanos que luchan por una nueva sociedad sin
explotados ni explotadores. Salieron a las calles
de todo el Perú los que sufrieron la represión entre 1980 (segundo gobierno de
Belaúnde y primer gobierno de Alan García) y el 2000 (los 10 años de la dictadura
cívico militar fujimontesinista), pero también
salieron los decepcionados por los 15 años de democracia burguesa (la marcha no
fue una defensa de la democracia burguesa), los
millones de víctimas del capitalismo neoliberal implantado por Fujimori y
continuado por Toledo, García y Humala. En la calle se encontraron los
parientes de las más de 70 mil víctimas del conflicto interno, con las víctimas
de los miles de despedidos sin ningún derecho laboral, con las víctimas de las
AFP, con las víctimas del salario mínimo, con las víctimas del subempleo que
sobreviven con US $ 100 al mes, con las víctimas del abandono del campo, con
las víctimas de la contaminación minera, con los familiares de las víctimas
mortales y heridos de la democracia burguesa que aplastó las protestas
populares en Arequipa, en Bagua, en Puno, en Espinar, en Conga, en el Valle de
Tambo, con los jóvenes valientes que hicieron derogar la Ley Pulpín. Entre la dictadura cívico militar y la democracia burguesa
(que no es más que una forma disfrazada de la dictadura de la clase dominante) suman
millones las víctimas. Esta marcha es sólo
la punta del iceberg, debajo hierve un volcán, y los revolucionarios debemos
prepararnos a canalizar la lava revolucionaria; no sabemos cuándo sucederá ni cuál
será el motivo detonante, sólo debemos prepararnos para cumplir con las tareas
en el momento que la revolución surja.
Avanzar
dando un paso a la vez. Hoy nos toca derrotar en las
elecciones a la derecha fascista del fujimorismo, del aprismo y de PPK, para
ello hay que concentrar las fuerzas, la fuerza del voto en el Frente Amplio. Otra
cosa será después del 10 abril. No esperamos mucho del Frente Amplio desde el
punto de vista revolucionario, por ello no lo
integramos, como miles de revolucionarios no lo hacen, pero hay que
saber tomar decisiones de acuerdo al mejor beneficio para la lucha popular. Las y los más de 100 mil manifestantes del 5 abril dan la
razón al leninismo, total rigidez en los principios, total flexibilidad en la
táctica; hemos avanzado desde la derrota estratégica del 5 de abril de 1992.
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