DEMOCRACIA, MÁS DEMOCRACIA
Por: Arturo Muñoz
Otra vuelta de tuerca
aprisiona al gobierno de Pedro Castillo. El paro de los transportistas era, para las
congresistas del fujimorismo y los empresarios más conservadores, el último
apretón para obligarlo a renunciar; pero Castillo, en el
centro de la fogata, Huancayo, realizó el IV Consejo de Ministros
Descentralizado, el jueves 7 de abril. Sólo un par de asistentes le pidieron dar
un paso al costado, los demás le exigieron cumplir con sus promesas.
En las afueras de
coliseo Wanka los partidarios a favor y en contra del gobierno se enfrentaban a
gritos. A la llamada Cofradía del Pisco (Sociedad Nacional de Industrias,
Confiep y empresarios del transporte) se le acabaron las municiones o le entró
la mezquindad, debilidad tan criticada por Montesinos a Keiko,
pues la banda golpista arreada a boicotear la reunión del presidente y los
ministros con las organizaciones de base no alcanzaba más que a unos cientos.
Al frente, quienes reclamaban consecuencia a Castillo, sumaban mucho más. El
ajustón golpista de los días anteriores no consiguió los resultados esperados.
¿Por qué un presidente tan débil resiste las
enormes presiones de la derecha golpista? Es más, uno de los
opositores más duros, el almirante Montoya, le dio la razón para declarar el confinamiento
de la población de la ciudad de Lima y El Callao el 6 de abril y, así, impedir
el accionar de las hordas delincuenciales golpistas ¿Cuál es la evaluación de
las fuerzas armadas y de la policía de la actual coyuntura? La misma que cualquier
persona con dos dedos de frente estima ante los acontecimientos locales e internacionales.
Cambiar el gobierno por cambiar, sin haber preparado
un equipo de recambio capaz de dar solución
a la inflación, a la debilidad del Estado para afrontar la pandemia, el desempleo
y ejecutar las obras de infraestructura requeridas para satisfacer las
necesidades de agua, de carreteras para millones de personas, sería un sin
sentido, un salto al vacío. Y además ¿Cuáles son las medidas que ese equipo promulgaría
en caso de asumir el gobierno?
Golpear es una estrategia de tontos,
de mujeres desesperadas al borde de la prisión, de políticos arrinconados por
denuncias de corrupción, de empresarios descubiertos en complicidad con
Odebrecht, del Club de la Construcción, del coro de charlatanes de un sector del
periodismo. Sin embargo, una parte de la población no reconoce ya a Castillo
como su representante, sabe que está fallando; pero, aun así, no apoya a los
golpistas. La historia muestra que la gente muy
pocas veces se suicida. El almirante Montoya lo advirtió, un golpe haría correr
mucha sangre.
Entonces ¿Cuál es el
camino, la voz de orden? En este momento en que la crisis internacional depende
de Rusia, China y Estados Unidos, en que la inflación es
en gran medida importada, en que el dólar pierde su hegemonía mundial (antes justificaban la
subida de los precios por la suba del dólar, ahora el dólar baja y los precios
continúan subiendo). El camino es el seguido por la
población en estos días: ampliar la democracia, satisfacer las demandas de
la población olvidada desde la conquista.
Son peticiones claras: respeto a las diferentes
razas, cuidado del agua (impedir su contaminación), volver a consumir los
alimentos andinos y no depender de la agricultura extranjera, consideración a
los gremios y darles voz y voto en las decisiones de Estado (por lo tanto,
disminuir el rol del Congreso como representante de la población), que el Estado
intervenga en la economía (muchas de las transnacionales afincadas en el Perú
son empresas estatales). En pocas palabras, democratizar cada día más la
sociedad peruana.
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