Año 12
– Nº 185 Arequipa, 2016, septiembre
06. http://candela3.blogspot.com
Por:
Arturo Muñoz
Candela369@gmail.com
MARCHA DE LOS VALLES DEL PERÚ (II)
Toma y daca en el presupuesto 2017
No hay secretos en la discusión del Presupuesto
del Sector Público del 2017, son 142.471 millones de soles puestos sobre la
mesa a repartirse entre las empresas proveedoras al estado. Estas empresas están ligadas de
alguna forma a las empresas electorales, eufemísticamente llamadas partidos:
Fuerza Popular (fujimontesinismo), PPK, APP, AP, APRA. Cada una tiene su lobista o sus lobistas para garantizarles el
presupuesto de las obras que desean ejecutar, en los montos respectivos que les
permita obtener suculentas utilidades. Si uno quiere saber cuáles son las
empresas favorecidas en el presupuesto, basta echar una ojeada al listado de
empresas inscritas en el Registro Nacional de Proveedores del Estado de la OSCE
(Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado).
Eso es lo que estará en discusión a
partir del 8 de septiembre, cuando el representante de estas empresas, el
ministro Fernando Zavala sustente cada una de las partidas presupuestales ante
los lobistas de las empresas, también eufemísticamente llamados congresistas.
Zavala a cambio de otorgarles el dinero para las obras a las empresas que los
congresistas representan pedirá la delegación de facultades para que el
ejecutivo legisle sobre seguridad ciudadana, descentralización de Proinversión,
reducción del IGV, etc.
Zavala
como representante del poder ejecutivo tiene el dinero en mano, los
congresistas como poder legislativo determinan a dónde va el dinero y en que
montos. La conversación entre Zavala y los congresistas se da fuera del
Congreso, así las largas sesiones congresales sirven al ego de los congresistas
más que al interés nacional. Con muy leves modificaciones la ley del
presupuesto será aprobada faltando minutos para el cierre del tiempo legal, así
le ponen suspenso a la aprobación y el pueblo piense cuán difícil es elaborar el
presupuesto.
Además, la cortina de humo para tapar
el negociado de partidas que a cada grupo empresarial capitalista le tocará en
el presupuesto es la discusión sobre si hay que bajar o no el IGV; una discusión
de 500 millones de soles que tapa la verdadera cifra a repartirse entre las
empresas proveedoras de unos 35 mil millones de soles (Gasto de Capital), y los
más de 11 mil millones de soles destinados al pago de la deuda, cada año.
Así
la discusión del presupuesto realmente es cuánto de la torta de 35 mil millones
de soles le toca a cada grupo empresarial capitalista. En este toma y daca no
tiene ninguna importancia la mejora de las condiciones de vida del pueblo. El
Hospital General de Arequipa continuará cayéndose a pedazos y los instrumentos
seguirán inservibles; mientras los médicos dejarán los servicios para volar a
las clínicas privadas usando el tiempo que el estado les paga para atender a la
población más pobre. Sic transit gloria mundi.
Un segundo gran tema es el uso del
presupuesto para manipular a la gente sobre supuesta preocupación del estado
burgués por los servicios de educación, salud y saneamiento. El papel aguanta todo, incluso la inflación de las cifras destinadas a
estos dos grandes rubros, la salud y la educación; pues existe una gran
diferencia entre el presupuesto inicial, el presupuesto modificado y el presupuesto
ejecutado. Lo
realmente ejecutado es mucho menor a lo programado inicialmente. Pero cuando se presenta el presupuesto los ministros
de estos sectores se vanaglorian de haber subido el gasto en el sector.
Mentira, lo subieron en la ley pero la trampa está en el gasto real a fin de
año; ejecución real no llega al 70%. O sea se devuelve dinero al Tesoro
Público.
Prácticamente los ministros, los
administradores del sistema capitalista, elaboran un documento llamado ley de
presupuesto con cifras irreales, que nunca llega a ejecutarse al 100%. De allí la enorme cantidad de alumnos que desertan, la miseria en la
que viven los profesores, la penosa infraestructura escolar; sí en los años de
vacas gordas nadie dijo me falta dinero, pido ampliación de presupuesto para
salud y educación, para aumentar los sueldos y salarios de los trabajadores y
profesionales de ambos sectores, mucho menos podemos esperar ahora que la
economía entró al periodo de vacas flacas que la ejecución presupuestal mejore.
Lo que mejorará sin duda son las jugosas utilidades de las empresas que demoran
al infinito las construcciones o sencillamente no las hacen y ya cobraron al
estado, y ya repartieron parte del botín entre los funcionarios y los lobistas.
Un tercer tema se refiere al eterno
relegamiento del agro en el presupuesto. No sólo
falta dinero para el agro sino políticas agrarias. En el presupuesto del 2017
se contempla mil 263 millones de soles para el agro. Si solo se construyera la
represa de Paltuture se requeriría el 30% del presupuesto total del gobierno
nacional destinado al agro. Es decir, una sola obra se come el presupuesto para el agro.
Esa es la verdadera razón por la cual no se inicia la ejecución de esta obra tan
importante para el Valle de Tambo. Y el gobierno del lobista PPK, miembro del
directorio de la Southern (empresa minera que quiere explotar los yacimientos
de Tía María y La Tapada pegaditos al valle), condiciona a los agricultores a que permitan el
ingreso de la minera a cambio de construir Paltuture, cuyas aguas servirán también o, mejor dicho, serán
usadas en mayor medida por la minera. Así funciona el Perú.
La
felonía del gobierno del Ollanta Humala para con el Valle de Tambo se explicita
en la ley de presupuesto del 2017 elaborada por precisamente por Humala, al no
determinarse un sol partido en dos para el proyecto de la represa Paltuture. Humala
es el responsable del fracaso de las licitaciones del proyecto Paltuture. Y esa traición es
compartida ahora por el gobierno de PPK, cuyo ministro de agricultura ni
siquiera ha asomado las narices por el Valle de Tambo.
Aunque
la economía está desacelerándose por ningún lado el presupuesto intenta una
reactivación para todos, sólo se ven obras de cemento y fierro, dejando de lado
el incentivo a la formación de empresas productivas.
Exigir un presupuesto que incentive
la producción antes que el comercio y el extractivismo, un presupuesto que
privilegie al agro, un presupuesto que garantice servicios públicos de salud y
educación gratuitos y de calidad, debe ser la bandera del movimiento social.
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