ADELANTO
DE ELECCIONES Y DERROTAR EL GOLPE POLICIAL MILITAR
Por: Arturo Muñoz
Ha
llegado el Perú a esta situación a causa de haber elegido presidentes y
congresistas sin tener claros los objetivos nacionales: soberanía energética,
soberanía alimentaria, industrialización. Nos parecemos a la Europa actual sin
horizonte, obligada a pagar la deuda de Estados Unidos que suma más de dos
veces su PBI. EEUU con las sanciones a Rusia le va a vender a los países
europeos armas, gas, petróleo a precios exorbitantes, sobrevalorados;
desplumando a los europeos de la riqueza acumulada en siglos de pillaje en sus
colonias, empujando a 500 millones de europeos a la pobreza. Con la riqueza
hurtada a los europeos Estados Unidos va a cubrir en parte la enorme deuda que
tiene, para mantener el dólar como moneda de cambio universal. Europa marcha a
ser un continente con nivel de vida peruano e incluso africano, a la
desindustrialización por los altos costos energéticos.
Así como en EEUU y Europa aparecen movimientos fascistas, en el Perú un general de la policía pide la destitución del presidente Castillo, pedido que en la práctica es un llamado a un golpe de Estado.
Perú
Libre, o una fracción de él, giró al adelanto de Elecciones Generales ante la
amenaza de golpe policial militar y en respuesta al persistente ataque de la
ultraderecha al presidente Pedro Castillo, que a lo largo de nueve meses
resistió múltiples denuncias y pedidos de vacancia presidencial que uno a uno
zozobró por la falta de pruebas que sustenten las acusaciones de la oposición.
Mas pronto se precipitó la vacancia del alcalde de Lima, Jorge Muñoz, baturro
portavoz de la ultraderecha que pide la renuncia o vacancia de Castillo. El JNE
resolvió vacar a Jorge Muñoz por un delito comprobado, cobrar doble sueldo del
Estado, como alcalde y como funcionario de SEDAPAL. Un hecho así de real no
existe o no puede presentar la oposición para obligar la salida de la
presidencia a Castillo.
Pero
en los detalles está el diablo. Fuerza Popular no está dispuesta a perder la
bancada de 27 congresistas en unas nuevas elecciones, donde la población ya no
votaría por ella, corriendo el riesgo de tener el mismo fin del APRA, que ya no
cuenta con ningún congresista, y cuya subsistencia reposa en los restos de los
funcionarios que aún le quedan en el Estado. Sin bancada el fujimorismo
afrontaría la prisión efectiva de la Señora K. Por lo tanto, van a seguir
insistiendo en la vacancia presidencial antes de cerrar el Congreso y dejar de
contar con una bancada políticamente significativa.
A
pesar del errático gobierno de Castillo, las propuestas y alternativas de
izquierda conservan su vigor, pues la población entiende que la crisis
económica es producto de continuar regalando nuestros recursos naturales. Los
conflictos contra las empresas mineras se dan por el abuso de estas al explotar
los yacimientos sin promover el desarrollo de las comunidades aledañas y porque
no pagan por el mineral que extraen. Ya no se trata de mayores impuestos si no
de que paguen por el valor del mineral extraído. Los gobiernos de la derecha no
han construido una refinería más para determinar cuántos minerales, a parte del
cobre, se van en los millones de toneladas que salen por los puertos. Sólo
contamos con la Refinería de Oro y Plata de Ilo que procesa una mínima cantidad
del mineral explotado por la Southern, cuando debería de exigirse a cada
empresa minera construir una refinería para conocer que se llevan de las
entrañas de la tierra.
Los
precios del petróleo, del trigo, del gas y demás productos de consumo masivo no
dependen del Estado peruano ni del gobierno peruano, debido a que los gobiernos
del APRA, del fujimorismo, de Toledo, Humala, PPK y Vizcarra, respaldados por policías militares, entregaron
los recursos naturales del Perú a empresas transnacionales, que nos venden a
precios internacionales nuestros propios productos. Por ello, el gas en el Perú
es uno de los más caros del mundo, igual la gasolina y el diésel, y obviamente
el pan. Esto es sabido por la población.
De
allí que el proyecto de ley para adelantar las Elecciones Generales, tanto para
presidente como para congresistas, favorece a la izquierda. Sólo que esta vez
deberá escogerse mejor a los candidatos.
A
las pocas horas de presentado el proyecto de adelanto de elecciones Waldemar
Cerrón, vocero de Perú Libre, quitó su firma del mismo y obligó al autor a retirar
el proyecto. Sin embargo, la carta ya fue echada y al instante la congresista
Susel Paredes, del Partido Morado, reingresó el proyecto mejor sustentado.
En
caso de no aprobarse el adelanto de elecciones el pueblo tiene que prepararse
para enfrentar un golpe policial militar. Golpe que se daría para mantener los
privilegios de las empresas transnacionales y de los capitalistas, tal cual ha
pasado con el acuerdo del Tribunal Constitucional que ha exonerado de pagar 500
millones de soles en impuestos a Interbank.
Que
el golpe policial militar no tiene futuro es una verdad de Perogrullo. Sólo un
militar o policía temerario asumiría la conducción del país sin un respaldo
financiero del país imperial, Estados Unidos, sin cuyo aporte no podrían frenar
la inflación, pues los precios internos dependen de los precios
internacionales. Respaldo financiero que en la actualidad no puede otorgarlo
Estados Unidos por ser un país quebrado y cuya moneda cada día pierde valor.
El
Congreso embiste una y otra vez al Ejecutivo consumiendo su capital político. Al
frente del pelotón golpista van los fujimontesinistas y los militares que
firmaron el Acta de Sujeción a la corrupta dictadura cívico militar de Fujimori
y Montesinos. Esta banda de golpistas es el principal obstáculo para que la
derecha consiga su objetivo de apartar a Castillo de la presidencia.
Consecuentemente la derecha menos irracional pueda ser que decida apartar a
los fujimontesinistas para salvar sus privilegios, pues en tres oportunidades ha fracasado el fujimontesinismo en su intento de alcanzar el gobierno. Tres
veces postuló Keiko y las tres veces perdió, porque el antifujimorismo es
demasiado fuerte en el electorado peruano.
Para
la derecha no fujimorista, si la hay, ha llegado el momento de romper su
alianza con el fujimorismo. Hoy, 29 de abril, asomaron indicios de una derecha angustiada
por lo ordinario y vulgar del comportamiento de congresistas del fujimorismo y
sus aliados de Avanza País, Renovación Popular y los políticos militares en
retiro. La historia reciente de América Latina exhibe ejemplos de rupturas en
la derecha para sobrevivir y mantenerse en el escenario, sin quebrar la
democracia representativa, el Estado de Derecho símbolo sagrado de esa democracia.
Ocurrió en Ecuador con Guillermo Lasso, quien se distancio de Abdalá Bucaram
acusado de corrupción.
Si
por común acuerdo el Ejecutivo y el Congreso deciden adelantar las Elecciones
Generales, recién el 28 de julio del 2023 podría darse el cambio de gobierno y
de congresistas, en el mejor de los casos. Porque el adelanto de elecciones
implica una modificación constitucional, lo cual toma dos legislaturas. Al
mismo tiempo, deberá adecuarse la reglamentación electoral para permitir la
convocatoria a elecciones en marzo del próximo año. Si se pretende introducir
el Senado, ocasionaría la polémica sobre si este Congreso debe crear o no una
nueva cámara, y estimularía la reacción adversa de la población a aumentar el
número de congresistas, lo cual incrementaría el gasto, hecho rechazado por la
ineficiencia del Congreso, por su inutilidad para resolver los problemas del
país. Además de abrir las puertas al pedido de convocar a una Asamblea
Constituyente.
También
debe considerarse que los grupos, mejor dicho, las empresas electorales, dado
que en el Perú la política es un lucrativo negocio, llamados partidos están
inmersos en el proceso de Elecciones Regionales y Municipales a realizarse el 2
de octubre de este año. Políticamente es muy difícil afrontar dos procesos
electorales tan seguidos. Los principales actores de las elecciones
presidenciales del 2021 se hallan participando como candidatos a gobernadores y
alcaldes. Si pierden en las elecciones de octubre ingresarían disminuidos a las
elecciones generales del 2023.
Por
estas razones, es más probable que la derecha irracional prevalezca sobre la
derecha más o menos sensata, y la salida para las transnacionales y
capitalistas en general sea aceptar la carta puesta sobre la mesa de un golpe
policial militar.