sábado, 26 de octubre de 2024

LA DEMOCRACIA DE LA BILLETERA IV LA CADENA TRÓFICA EN POLÍTICA

 

Año 20 Número 211           Arequipa, 2024, octubre 26

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LA DEMOCRACIA DE LA BILLETERA IV

LA CADENA TRÓFICA EN POLÍTICA

Por: Arturo Muñoz

"El hombre inventó la bomba atómica, pero ningún ratón en el mundo construiría una trampa para ratones." Albert Einstein.

“Si un mono acumulase más bananas de las que puede comer mientras otros monos mueren de hambre, los científicos estudiarían al "acumulador" por su extraño comportamiento. Cuando los humanos hacen lo mismo, los colocamos en la portada de Forbes, la famosa revista de negocios”.

Emir Simão Sader.

Filósofo, psicólogo y politólogo brasileño.

Para sobrevivir el ser humano mata diariamente millones de otros seres vivientes, plantas y animales. Mata para comer, para alimentarse. La humanidad es parte de la cadena alimenticia de los seres vivos. Sobreviven los más fuertes, los más aptos. La humanidad no nace ni buena ni mala, nace con el instinto de matar a otros seres vivos para alimentarse. La humanidad no produce su propio alimento, no es autotrofa; las plantas sí producen su propio alimento por la fotosíntesis o la quimiosíntesis.

El ser humano mata para sobrevivir, por necesidad, a otros organismos (plantas y animales); este instinto propio de los seres vivos consumidores, en el humano degenera, y mata sólo por el deseo de poseer más que los demás, de robar a la comunidad para obtener cosas que lo hagan sentirse por encima del resto de seres.

En las cadenas alimenticias los organismos se dividen en productores (que producen su propio alimento) y en consumidores (se alimentan de otros organismos). Al final de la cadena alimenticia se ubican los descomponedores (bacterias, hongos), encargados de fragmentar los residuos orgánicos.

Así como en la cadena alimenticia encontramos organismos productores, consumidores y descomponedores, en la sociedad humana también existe esta división. La mayoría de la humanidad se dedica a producir, a la agricultura, a la producción fabril; a la vez son consumidores de sus propios productos. Una minoría de la humanidad sólo son consumidores - descomponedores.

En la última categoría de los consumidores – descomponedores encontramos a los que se dedican a apropiarse de la producción de la inmensa mayoría de la humanidad. Las bacterias en las sociedades humanas son los delincuentes. La delincuencia adquiere diversas formas, están en todo el tejido social. Los delincuentes pueden ser empresarios, políticos, trabajadores, militares, policías, pescadores, vendedores, comerciantes, choferes, solo delincuentes: ladrones, asesinos. En cualquier actividad humana hay delincuentes.

Delincuencia, por lo tanto, no es un concepto jurídico, el cual se limita a tipificar el comportamiento de un individuo de acuerdo al Código Penal. En este caso es un concepto social, son los individuos que en la cadena social se apropian del trabajo de otros individuos; incluso con el permiso de la ley. Los delincuentes sociales no creen que están cometiendo un delito. Por ejemplo, los médicos que anteponen el dinero a curar al enfermo, sienten que es permitido cobrar sumas excesivas por aplicar sus conocimientos, que la finalidad de su profesión es obtener una enorme ganancia a cambio de sanar al enfermo. La ley no establece un monto a cobrar por el servicio del médico, el precio por el servicio médico legalmente depende del mercado. El médico puede legalmente quitarle todos sus bienes acumulados al paciente a cambio de restablecer su salud.

En el campo de la política es más fácil identificar al delincuente. Es menos común encontrar políticos que crean que el objetivo es enriquecerse con el dinero de los contribuyentes. La política es la actividad humana más transparente en cuanto a sus objetivos. Incluso el concepto liberal de la política es sumamente claro en definirla como un servicio a la comunidad, el político es un servidor público, cuyo objetivo es el “bien común”.

Pero como en toda actividad humana existen bacterias – delincuentes, en la política, dentro de la democracia representativa, los candidatos son los descomponedores, las bacterias, de la cadena social. Son una ínfima minoría de la sociedad. En el Perú no pasan de un poco más de 200 mil individuos con capacidad económica para ser candidatos. Una minoría insignificante que posee el derecho a ser elegida, pues el universo de ciudadanos peruanos es de un poco más de 25 millones.

En la cadena trófica las bacterias son las más numerosas. En un litro de agua de mar hay millones de bacterias. En la cadena social - política son escasos los delincuentes, en comparación con el número de personas de una sociedad, sin embargo, son quienes poseen el poder. A diferencia de que, en las cadenas tróficas marinas u otras las modificaciones dependen de la evolución, en las cadenas social – políticas los cambios dependen de las decisiones del propio organismo social.

DEGENERACIÓN DEL INSTINTO DE SUPERVIVENCIA

De alguna manera, la frase de Federico Nietzsche, que es el título de una de sus obras, Más allá del bien y del mal, sugiere que quedarse en la dicotomía de bueno o malo es anticientífico, antifilosófico. Los adjetivos bueno o malo sirven para una instrucción en el sentido común, pero no para formar conceptos basados en un análisis científico.

Siguiendo la sugerencia de Nietzsche, el comportamiento de las bacterias políticas, de los candidatos que luego se convierten en autoridades elegidas, responde al instinto de supervivencia con el primer complemento de la capacidad de raciocinio. Los animales poseen capacidad de raciocinio, pero no en el grado de los humanos. Y con un segundo complemento, las emociones. Es poco probable que los animales actúen por maldad, aunque hay pruebas de acciones solidarias entre ellos.

Hasta este momento de la historia casi no existen bacterias políticas pensantes sobre el futuro de la humanidad. Los políticos aspiran a los cargos públicos odiando la teoría, son pragmáticos, se proponen metas para el instante, sin medir sus consecuencias. Es muy difícil encontrar en los planes de gobierno consideraciones sobre el futuro de la humanidad, no se encuentran variables climáticas, variables sobre la destrucción de las especies, sobre la explotación entre humanos. Sólo desean ser más eficientes que sus competidores en gastar el dinero de los contribuyentes, en devastar los mares y las tierras, como lo hizo Europa y lo hace Estados Unidos.

Porque las bacterias políticas son intrínsicamente corruptas. La acumulación de riqueza por la acumulación es lo que estimula a las bacterias políticas a postular a cargos públicos. Al estar al final de la cadena trófica social – política, los candidatos descomponedores, destruyen las instituciones que la sociedad ha construido a lo largo de siglos. La democracia, la libertad social, la igualdad social, que se han perfeccionada en varios milenios y continúan mejorando por acción de las organizaciones comunitarias, son retrotraídas a la época en que la humanidad vivía en cavernas.

Milei, la versión condensada del fujimorismo, del uribismo, del trumpismo, del bolsonarismo, del sionismo, es el exponente más resaltante de esta tendencia cavernícola de bacterias políticas. Su permanencia en el poder conducirá inexorablemente a la humanidad a su extinción, a una catástrofe ocasionada por la mano de delincuentes de toda clase y tipo.

OTRA CONCEPCIÓN DE LA POLÍTICA

Enrique Dussel en 20 tesis sobre política señala “que el noble oficio de la política es una tarea patriótica, comunitaria, apasionante. Es verdad que la actividad política se ha corrompido en gran medida, en particular entre los países poscoloniales, porque nuestras élites políticas desde hace quinientos años han gobernado para cumplir con los intereses de las metrópolis de turno (España, Portugal, Francia, Inglaterra y hoy Estados Unidos). Considerar a los de abajo, a la comunidad política nacional, al pueblo de los pobres, oprimidos y excluidos, es tarea que cuenta con poca prensa y prestigio.”

Dussel encuentra el ángulo progresivo de la política, como instrumento de cambio de las condiciones de degeneración en las que está la sociedad actualmente. Un añadido a lo expresado por Dussel es que antes de plantearse una política es obligatorio conocer la realidad, como decía Trotsky: “Pero la vida no se inventa. Se la puede construir a partir de elementos existentes, susceptibles de desarrollarse. Es por lo que, antes de construir, hay que conocer lo que existe; no solamente cuando se trata de influir en la vida cotidiana sino, en general, en cualquier actividad consciente del hombre. Hay que saber lo que existe y en qué sentido se opera el cambio de lo que existe, a fin de poder contribuir a la edificación de la vida.”

Las bacterias políticas abandonan este aspecto de la política, el relacionado al cambio de las condiciones existentes, y al ser descomponedores políticos actúan pragmáticamente, sin considerar las consecuencias de sus actos. Hay que concentrarse en erradicar a las bacterias políticas del escenario político nacional, abriendo caminos para que los productores políticos asuman los cargos públicos. Aquellos que han demostrado en los hechos capacidad para gestionar el progreso de la sociedad.

El derecho de ser elegido tiene que ser entregado a personas con talento, con formación teórica sólida, con planes reales para construir una nueva sociedad, acorde con el momento actual de crisis ecológica, para frenar la acumulación de riqueza de manera irracional en una élite guerrerista, y cumplir con el primer deber de un gobernante: alimentar a su pueblo

sábado, 14 de septiembre de 2024

CANDIDATOS RICOS, CAMPAÑAS MILLONARIAS LA DEMOCRACIA DE LA BILLETERA III

 


Año 20 Número 210           Arequipa, 2024, setiembre 14

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LA DEMOCRACIA DE LA BILLETERA III

CANDIDATOS RICOS, CAMPAÑAS MILLONARIAS

Por Arturo Muñoz

Reducido el derecho a ser elegido a una insignificante minoría de aproximadamente 219 mil personas, con capacidad financiera de afrontar una campaña electoral, de un universo de casi 25 millones de electores, además se ha establecido como único canal para ser candidato la pertenencia a un partido político. Hasta el momento de escribir el presente artículo el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) reconoció a 35 partidos.

Cada partido postula en las Elecciones Generales del 2026 a 1 presidente y 2 vicepresidentes, así como a 130 diputados y 60 senadores. Un total de 193 candidatos por partido, cantidad que si la multiplicamos por 35 partidos, nos da 6.755 candidatos.

Si la campaña nacional a la presidencia cuesta un promedio de 20 millones de soles por partido, obtenemos la suma astronómica de 700 millones de soles, que serán gastados en publicidad, viajes, eventos electorales. Cantidad que supera tranquilamente la suma de 1.000 millones de soles si también se contabiliza los gastos de precampaña: gastos de inscripción de partido, apertura de locales, gastos en inscripción de candidatos.

A este total parcial hay que sumar los gastos de los candidatos a diputados y senadores, que gracias al voto preferencial los candidatos en puestos bajos en las listas mantienen vivas sus expectativas, y esta posibilidad de ser elegido los estimula a gastar con la esperanza de obtener un cargo. Estos gastos varían según las regiones. 

La rendición de gastos en la ONPE no da una cifra verdadera. El juicio a Fuerza Popular por haber ocultado ingresos para sus campañas electorales, pone a la luz que los aportes y los egresos de los partidos son muy superiores a los que presentan ante la ONPE. Un estimado permite multiplicar por 10 las cifras que rinden ante la ONPE, por lo cual debemos estar en alrededor de otros 1.000 millones de soles de gasto en las campañas de los candidatos al Congreso.

Finalmente, la suma global de gastos de la campaña electoral general - para la presidencia y para el Congreso - es de unos 2.000 millones de soles. De esta manera, la democracia es un gran negocio en el cual sólo pueden ingresar los que ya cuentan con una fortuna. 

La inversión realizada por los candidatos en la campaña electoral se recupera largamente con las ganancias ilícitas obtenidas en actos  corruptos realizados durante su gestión. Según dato de la Contraloría de la República alrededor de 23 mil millones es el monto de la corrupción anual en el país. Por ello, en la mente de la ciudadanía la idea de que quien es candidato es un corrupto se confirma en cada nueva gestión.

Igualmente, las elecciones regionales y municipales del 2026 implican una gran inversión por parte de los candidatos a gobernadores, consejeros, alcaldes y regidores. El número de cargos a ser elegidos en octubre del 2026 son 26 gobernadores, 26 vice gobernadores, 342 consejerías regionales, 196 alcaldías y 1.714 regidurías provinciales, 1.694 alcaldías y 9.036 regidurías distritales. Lo que hace un total de 13.034 cargos a elegirse. En las elecciones regionales del 2022 fueron 90.098 candidaturas presentadas, en las elecciones del 2026 si multiplicamos 13.034 cargos públicos por 35 partidos se espera un número de 456.190 candidatos.

Es imposible que los 35 partidos individualmente puedan llenar todos los cargos ofertados. En anteriores elecciones para cumplir con los requisitos de ley, los partidos rellenaban listas con cualquier persona amiga o conocida. Por ello, es que el actual Congreso, para que los partidos puedan cumplir con la ley electoral, ha establecido un mínimo de 60 % de cargos llenados por los partidos, más o menos 273.714 candidatos obligatoriamente.

Por esta exigencia legal, en estos días, pues el plazo se vence el 7 de octubre próximo para inscribir en los partidos a los candidatos a las Elecciones Regionales y Municipales 2026, los coordinadores nacionales y regionales de los partidos hacen esfuerzos sobrehumanos por conseguir candidatos o voluntarios que quieran dar sólo su nombre para cumplir con la ley.

En el Congreso vienen preparando una ley que permita realizar alianzas, de dos o más partidos sin subir la valla electoral, que hoy es de 5 %.  El partido que no alcanza el mínimo de votos de un 5 % pierde su inscripción. Con la ley en preparación si se produce una alianza la valla se mantendría en 5 % y no subiría un punto más por cada partido que integre la alianza.

Suponiendo que cada candidato gasta 10 mil soles y son 273.714 candidatos, al hacer la multiplicación aparece la fortuna de 2.737.140.000 soles, casi 3 mil millones de soles, que se gastan en la campaña electoral regional y municipal. Una vanidad de la vida.

 ¡Ahí está el detalle! Para ser elegido debes ser millonario, pues, entre las dos campañas, la general y la regional municipal, el gasto general de todos los partidos será de 5.000.000.000 de soles… Sí, 5 mil millones de soles. El mercado electoral democrático mueve esa friolera de 5 mil millones de soles. Con razón los congresistas se la pasan discutiendo las normas electorales para ser reelegidos, para disminuir o aumentar los obstáculos a los nuevos partidos, y, lo principal, el aporte del Estado a los partidos, con la clarísima intención de facilitar el ingreso de sus amigos o el reingreso de ellos mismos a los cargos públicos, así como sacar del tesoro público, del bolsillo de toda la ciudadanía, los fondos para su campaña ¡Qué bonita democracia!

sábado, 24 de agosto de 2024

ELEGIR Y SER ELEGIDO CANDIDATO LA DEMOCRACIA DE LA BILLETERA (II)

 

 Año 20 Número 209                        Arequipa, 2024, agosto 24

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LA DEMOCRACIA DE LA BILLETERA (II)

ELEGIR Y SER ELEGIDO CANDIDATO

Por: Arturo Muñoz

1.   1. Ser elegible, ser candidato es un derecho para la élite económica de la sociedad peruana. Según los resultados del Censo 2017 se estima en 15 millones 677 mil 384 personas la Población Económicamente Activa Ocupada, de las cuales - de acuerdo al economista Elmer Cuba (CADE 2017) - sólo 73,000 personas ganan una remuneración mensual superior a S/ 10,000. Claro, la cifra de 73 mil pertenece a los que pagan impuestos, es probable que la cantidad se triplique contando a los que no pagan impuestos, los llamados informales, que serían cerca de 146 mil más, haciendo un total de 219 mil las posibles personas con capacidad de ahorro para ser candidatos. Y la gran mayoría de estos candidatos tienen una mentalidad lucrativa, buscan ganar dinero para provecho propio antes que servir a la comunidad.

219 mil personas con capacidad de contar con recursos financieros para ser candidatos

De allí, que el perfil de los candidatos será siempre el mismo, gente que va a aprovecharse del cargo para incrementar su fortuna. Pues, este tipo de candidato llega a ser autoridad sin un plan de gobierno, sin metas claras en beneficio de la sociedad, sin amor al prójimo, ni a su país; convencidos que la política es un negocio en el que todo se vende y todo se compra; como los recursos naturales de la nación, los minerales, los bosques, los peces, que los regalan a cualquier empresa a cambio de una comisión que los beneficie personalmente.

Esto no quiere decir que un cobrador de combi no pueda ser alcalde, o que un “prosor” (profesor) no llegue a ser presidente, o que una tendera no sea diputada. Estos candidatos que surgen de estratos con bajos ingresos poseen otro tipo de riqueza distinta a la monetaria; han nacido con una gran inteligencia emocional e intelectual o con una apariencia física envidiable, pero los propietarios de la fortuna monetaria los utilizan como testaferros y, algunos de estos testaferros, con el tiempo acaban siendo sus propios amos.

En fin, lo clave es señalar que para ser candidato es necesario contar con mucho dinero para rifarlo en un proceso electoral, pues o se gana y uno recupera su inversión o en su defecto, se pierde electoralmente y también pierde su dinero invertido. 

También hay el caso de aquellos que ingresan a la política ya con un negocio ligado al Estado, sea como proveedores o una profesión para ser funcionario.

Para todo efecto, los candidatos deben poseer una gran ambición por pasar de pobre a rico en un corto periodo de gestión.

Para ser candidato es necesario contar con mucho dinero para rifarlo en un proceso electoral

2.  En el artículo 31 de la Constitución, se consagra el derecho del ciudadano a ser elegido; pero, en la realidad el derecho de elegir lo tienen los ciudadanos y ciudadanas mayores de 18 años, casi sin restricciones, en cambio el derecho de ser elegido sólo le pertenece a una élite con capacidad de despilfarrar miles de soles, sino millones de soles, en una campaña electoral.

Artículo 31. Los ciudadanos… Tienen también el derecho de ser elegidos..., de acuerdo con las condiciones y procedimientos determinados por ley orgánica.

Como la realidad no se condice con la Constitución, para salvar esta incoherencia, los constitucionalistas argumentan que la Constitución es un ideal a alcanzar, al igual que cuando los economistas defienden que la ley de la oferta y la demanda es también una ley ideal, es decir, ficticia, irreal, debido a las fallas del mercado, pues el mercado es una falla más grande que la falla de San Andrés, porque la ley de la oferta y la demanda no se aplica en ninguna sociedad del mundo por la existencia de monopolios, oligopolios o monopsonios.

¿O la Constitución es un ideal o es un conjunto de normas que reflejan la realidad? Hay un momento en que una cosa o es positiva o es negativa.  La Constitución o es un ideal o es una norma acorde con la realidad, no puede ser las dos cosas. Juan no puede ser Juana, o es Juan o es Juana. Hay una excepción, los hermafroditas, correcto, son una excepción, no una falla de la naturaleza, las excepciones no son una falla, pues el concepto de falla implica un juicio negativo de valor; igualmente, los homosexuales no son una falla a los cuales hay que exorcizar, la homosexualidad es un hecho natural, y la naturaleza no reconoce ni bueno ni malo, ni falla ni acierto.

¿O la Constitución es un ideal o es un conjunto de normas que reflejan la realidad?

En consecuencia ¿el derecho de ser elegido lo tienen todos o sólo unos cuantos? La realidad es inobjetable, y la realidad muestra que el derecho de ser elegido es sólo para una élite que posee dinero para invertir en una campaña electoral. Ergo, la Constitución, en este punto, no refleja la realidad, es una idea producto de constitucionalistas idealistas, no realistas, es la imagen de una ficción existente en el cerebro del legislador, el ideal de algunas mentes perdidas en el derecho, en el mejor de los casos, en el peor de los casos, de manipuladores sociales, manipuladores que ocultan las graves diferencias entre ciudadanos ricos y ciudadanos pobres.

Modificar la Constitución es adecuarla a la realidad, que exprese lo que en realidad existe. El derecho de elegir debe escribirse en un artículo propio en la Constitución, distinto al artículo del derecho de ser elegido, porque ambos deben tener un desarrollo en una ley orgánica diferente, una ley orgánica para cada uno. En la Constitución se pondrá taxativamente:

Artículo XXX: El derecho de ser elegido lo poseen las personas que puedan afrontar económica y financieramente una elección, en caso un ciudadano no pueda cubrir los gastos de campaña electoral, el Estado los cubrirá. El candidato electo será evaluado vía referéndum revocatorio obligatorio el primer domingo del mes de abril del tercer año de gestión; referéndum convocado por el gobierno, sin ningún requisito previo.

¿el derecho de ser elegido o lo tienen todos o sólo unos cuantos?

¿Por qué el referéndum revocatorio obligatorio? Porque la realidad indica que los candidatos al convertirse en autoridades olvidan sus promesas, no hacen las obras comprometidas, contratan personal inútil, que aumenta el gasto corriente improductivo; maltratan a la población, no la atienden, dejan de comunicarse con la comunidad, no rinden cuentas. Al establecerse constitucionalmente el referéndum revocatorio obligatorio, las autoridades electas saben que en los dos primeros años se verán obligados a trabajar sin descanso para evitar los destituyan de sus cargos. Porque si roban o son ineficientes la población, sin necesidad de recolectar firmas ni ningún otro requisito, votará para que se vayan a prisión los que delinquieron o a su casa los incapaces. El referéndum incluye desde regidores, pasando por alcaldes, consejeros, gobernadores, congresistas hasta presidencia y vicepresidencia; todos los cargos por elección popular.

El referéndum revocatorio obligatorio incluye desde regidores, pasando por alcaldes, consejeros, gobernadores, congresistas hasta  presidencia y vicepresidencia; todos los cargos por elección popular.

Con esta medida de referéndum revocatorio obligatorio la corrupción disminuirá sustantivamente. A partir de la aprobación de esta medida, el perfil de los candidatos cambiará por personas más idóneas, más capaces, los ministros y gerentes serán escogidos entre los más aptos. A esta medida hay que agregarle muchas otras referidas a la forma de elección de funcionarios públicos, de contratación de personal estatal, a los cambios procedimentales para la elaboración y ejecución de proyectos, a la forma de elegir los proyectos; etc.

3.    También son diferentes el derecho de elegir y el derecho de ser elegido por los requisitos para cada uno:

A.   Los requisitos para elegir son:

ü Mayoría de edad: Ser mayor de 18 años

En este punto, es necesario reiterar la importancia de ampliar el universo de electores, bajando la edad para ser ciudadano (actualmente se exige ser mayor de 18 años para obtener el derecho de elegir), con una reforma constitucional el derecho de elegir se obtendría a los 16 años. Esta reforma no sólo afectaría la legislación electoral, sino la responsabilidad civil y penal de un grueso de la población, que en las circunstancias actuales es irresponsable socialmente. A la juventud mayor de 16 años se deben dirigir programas de formación, programas productivos y programas culturales y artísticos.

Con una reforma constitucional el derecho de elegir se obtendría a los 16 años

Los legisladores, antes de realizar una reforma, sólo calculan si les favorece electoralmente o no. Esa es una visión limitada, carente de un proyecto nacional de desarrollo. Hoy en día los legisladores y quienes cuentan con el derecho de iniciativa legislativa (universidades, colegios profesionales; etc.) adecúan sus propuestas al beneficio lucrativo de su gremio o de determinados sectores empresariales o, finalmente, personales.

ü Capacidad para ejercerlo individualmente: Una persona que física o mentalmente no puede expresar su voluntad, no puede votar. 

B.   Los requisitos para ser elegido son:

ü Mayoría de edad

·       25 años para congresista

·       35 años para presidente

ü Ser peruano de nacimiento para congresista y presidente

ü Para alcalde, regidor, gobernador o consejero puede ser extranjero

ü Mayoría de edad para alcalde, regidor, gobernador y consejero

ü Vivir en el Perú por más de dos años

Un requisito no establecido en la Ley de Leyes, ni en las leyes orgánicas correspondientes, es de contar con recursos económicos y financieros para afrontar la campaña.

Un requisito no establecido en la Ley de Leyes, ni en las leyes orgánicas correspondientes, es de contar con recursos económicos y financieros para afrontar la campaña.

Es notoria la diferencia entre los requisitos para elegir y los requisitos para ser elegido. Para elegir el único gasto es pagar la movilidad desde la casa hasta el centro de votación, si se vive lejos, pues hoy los centros de votación están a un paso. En cambio, para ser elegido se necesita ser afortunado, porque el concepto es que, mientras más dinero gastes en la campaña electoral más probabilidades de ganar se tiene.

En los locales partidarios las llamadoras gritan: “¿Qué está buscando caserito? Pregunte no más. Tenemos puestos de regidores, alcaldes, consejeros, gobernadores, diputados, senadores, vicepresidencias y presidencia. Al escoger. Baratito no más.” Con razón alguien ha escrito un libro titulado ¿Votar y comprar?

martes, 16 de julio de 2024

DERECHO DE ELEGIR Y SER ELEGIDO LA DEMOCRACIA DE LA BILLETERA

 


 Año 20 Número 208             Arequipa, 2024, julio 16

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LA DEMOCRACIA DE LA BILLETERA

DERECHO DE ELEGIR Y SER ELEGIDO

Por: Arturo Muñoz

Constitucionalmente todos gozan del derecho de elegir y ser elegidos. El derecho de elegir lo disfrutan todos en el Perú a partir de los 18 años de edad; aunque nos falta ampliar este universo de los electores reduciendo la edad para otorgar la capacidad civil de elegir y ser elegido a los 16 años de edad. El derecho de ser elegido, ese sí, más bien, no lo poseen todos, sólo lo ejercen quienes cuentan con una buena cantidad de dinero (el 10 % de la población), por el alto costo de una campaña electoral.

Al cerrarse el plazo para la inscripción en los “partidos” (empresas electorales u organizaciones criminales electorales lícitas) de los aspirantes a congresistas (diputados o senadores) y a la presidencia y vicepresidencia de la república, la principal preocupación de los propietarios de los “partidos” es conocer con cuánto dinero cuentan los candidatos que se les acercan. No les interesa su propuesta para la comunidad (Plan de Gobierno), su formación, su experiencia, sus obras o realizaciones, ni mucho menos su ética.

Basta con que el postulante muestre su billetera bien llena para aceptarlo como candidato. Es la democracia de la billetera. Por ello, el derecho de ser elegido depende de la cantidad de dinero que contenga la billetera, de allí, que el menú de candidatos va a ser el mismo y con casi la misma gentuza en cada elección. Para ser elegidos muchos candidatos se convierten en testaferros políticos de los propietarios del dinero.

A sabiendas de que sólo los adinerados pueden ser candidatos, la élite del poder le enrostra al pueblo haber elegido mal, le echan la culpa una y otra vez al pueblo por los delincuentes que están en el gobierno y en el Congreso. Es un argumento usado por los opresores para defender la democracia de la billetera: hacen creer al pueblo de que cambiando las personas ya no va a haber corrupción, las obras se harán, la vida va a mejorar; pero, las caras cambian y todo sigue igual, porque los candidatos sean hombres o mujeres, con profesión o sin ella, jóvenes o viejos, ricos o pobres, casi todos son éticamente impresentables, gente sin principios, amantes de hacer fortuna sin trabajar.

Examinemos la inútil Constitución Política, a la que nadie respeta, en especial las élites del poder y sus representantes en el gobierno y en el Congreso. Según los artículos 2 y 31 los pobladores del país cuentan con el derecho de participar en la vida política:

Artículo 2. Toda persona tiene derecho:

17.  A participar, en forma individual o asociada, en la vida política, económica, social y cultural de la Nación.  Los ciudadanos tienen, conforme a ley, los derechos de elección, de remoción o revocación de autoridades, de iniciativa legislativa y de referéndum.

Artículo 31. Los ciudadanos tienen derecho a participar en los asuntos públicos mediante referéndum; iniciativa legislativa; remoción o revocación de autoridades y demanda de rendición de cuentas. Tienen también el derecho de ser elegidos y de elegir libremente a sus representantes, de acuerdo con las condiciones y procedimientos determinados por ley orgánica.

Es derecho y deber de los vecinos participar en el gobierno municipal de su jurisdicción. La ley norma y promueve los mecanismos directos e indirectos de su participación.

Tienen derecho al voto los ciudadanos en goce de su capacidad civil. Para el ejercicio de este derecho se requiere estar inscrito en el registro correspondiente.

El voto es personal, igual, libre, secreto y obligatorio hasta los setenta años. Es facultativo después de esa edad.

La ley establece los mecanismos para garantizar la neutralidad estatal durante los procesos electorales y de participación ciudadana.

Es nulo y punible todo acto que prohíba o limite al ciudadano el ejercicio de sus derechos.

Vivimos en una democracia ilegal, inconstitucional porque si “es nulo y punible todo acto que prohíba o limite al ciudadano el ejercicio de sus derechos”, de facto, de hecho, la limitación económica al derecho de ser elegido pervierte la democracia, la hace de hecho ilegal porque va en contra del principio constitucional de que nadie debe estar impedido de ser elegido. Las preguntas que a toda persona que desea participar en la vida política le hacen son ¿Cómo vas a financiar tu campaña? ¿Quién va a financiar tu campaña electoral? Es decir, si no tienes dinero no puedes ser elegido porque la campaña electoral cuesta de acuerdo al cargo que uno desee candidatear y al distrito electoral en el que postule. Para regidor de una municipalidad pobre, la campaña cuesta poco; para una municipalidad rica en presupuesto, el monto del gasto es considerable; para gobernador la suma requerida supera varios millones. Y, ni que decir, el costo de una campaña electoral presidencial es ofensivamente multimillonaria.

Justamente por el gasto en sus campañas Keiko Fujimori y Ollanta Humala vienen siendo procesados. Keiko recibió millones de las empresas Odebrecht y Banco de Crédito del Perú para sus campañas electorales, que perdió tres veces. Sin considerar que Odebrecht había corrompido a funcionarios para ganar las licitaciones de obras, entre ellas la carretera interoceánica y el gasoducto sur peruano ¿Qué pidió Odebrecht a Keiko y Ollanta a cambio de tantos millones? Obviamente que le sigan otorgando proyectos. Y el banco buscaba mantener las leyes a su favor en contra de los ahorristas, evitar una severa fiscalización para seguir realizando préstamos usureros, pagando intereses mínimos por los depósitos que ejecutan los ahorristas. Favor con favor se paga.

Para ser candidato hay que vender el “partido” a los millonarios y, así, conseguir los fondos para financiar la campaña electoral. En consecuencia, lo anterior devela otro límite al derecho de ser elegido, no sólo es el límite financiero, también se crea el límite ético. Si nadie regala un sol sin esperar nada a cambio, menos aportarán a un partido sin poner condiciones a la donación. Te doy tanto dinero, pero cuando llegues a la alcaldía, a la gobernación o a la presidencia me lo devuelves con tantas obras. Si el candidato acepta las condiciones del financista cae en la corrupción, pierde su integridad y será un político corrupto más.

No hay financiamiento incondicional, por lo tanto, no hay candidato que al ser financiado no se transforme en un corrupto. Mientras los candidatos estén obligados a gastar poca o gran suma de dinero en la campaña la democracia seguirá degenerando, pues, la billetera es la que manda.  El político deberá obedecer al dueño de la billetera, caso contrario revocatoria, vacancia y cárcel.

martes, 23 de enero de 2024

DEGENERACIÓN DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN PERÚ


 Año 20 Número 207             Arequipa, 2024, enero 23

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DEGENERACIÓN DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN PERÚ

La civilización no suprime la barbarie, la perfecciona. Voltaire

Construir un partido político en el Perú es una tarea sumamente difícil. La población no confía en estos instrumentos de la democracia representativa. Alrededor de los años veinte del siglo XX, se fundaron las dos grandes tendencias: la socialista y la democrática burguesa. La primera representada por el Partido Socialista, cuyo mentor ideológico, político y orgánico fue José Carlos Mariátegui La Chira. La segunda tendencia, la democrática burguesa, tuvo a Víctor Raúl Haya de la Torre como su máximo exponente, él engendró al APRA.

A lo largo del siglo XX surgieron otros partidos enmarcados en estas dos propuestas principales. Algunos de esos partidos surgieron de subdivisiones de la matriz del Partido Socialista o del APRA, otros nacieron de movimientos sociales como expresión política de los mismos. En el caso del socialismo, los continuadores de Mariátegui cambiaron el nombre del Partido Socialista a Partido Comunista. En la década del 60 el Partido Comunista se subdividió en Partido Comunista Bandera Roja (PCP-BR), del PCP BR sucedieron otras subdivisiones: el PCP Sendero Luminoso, el Partido Comunista del Perú Patria Roja. Los partidos socialistas nacidos al margen del PCP fueron: Vanguardia Revolucionaria - VR, el Partido Comunista Revolucionario – PCR. Del APRA brota una tendencia socialista, el Movimiento Revolucionario de Izquierda – MIR.

Por el lado de la democracia burguesa, aparecen la Democracia Cristina – DC, Acción Popular – AP, el Partido Popular Cristiano – PPC. Partidos cuya ideología es en esencia la misma, la democracia burguesa, la defensa del libre mercado, la defensa de la propiedad privada, es decir, la defensa del orden capitalista.

Los socialistas se reafirman en la defensa de la justicia social, de la liberación de la explotación del hombre por el hombre, de un Estado promotor, regulador y fiscalizador. Además, de conseguir que los países coloniales y semicoloniales se liberen de la dominación de los países imperialistas (Estados Unidos y los países europeos).

Ambas tendencias construyen partidos con una ideología definida, un programa político con puntos precisos y una organización con una militancia formada.

Estas estructuras políticas correspondientes a las tendencias socialista y democrática burguesa duran hasta fines de los años ochenta del siglo XX. La tarea común para ambas tendencias era la de edificar la Nación peruana. Como ninguna de las dos logran cumplir el objetivo señalado. La población se siente desilusionada de ambas tendencias. El Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada, instaurado el 3 de octubre de 1968, realiza parcialmente la edificación de la Nación peruana.

Durante los años ochenta del siglo XX la economía sufre una crisis tras otra. El APRA asume el gobierno en 1985 y empuja al abismo de la pobreza a millones de familias peruanas, provocando una inflación millonaria, una de las más grandes inflaciones registradas por la historia mundial. La gente ve como los apristas y un grupo de empresarios (los llamados 12 Apóstoles), sobreviven e incluso se tornan en nuevos ricos, a pesar de la crisis. El mal ejemplo de los apristas que utilizan el gobierno para enriquecerse es la causa de la primera degeneración de los partidos políticos.

A partir de la pésima experiencia política aprista de 1985 a 1990, los militantes dejan de creer en ideologías y exigen a los partidos, a cambio de su aporte, un puesto de trabajo en el Estado. Así, los partidos son una maquinaria electoral con ideología básica, que sólo sirve para conseguir trabajo.

En las elecciones municipales de 1989 y las generales de 1990 aparecen los candidatos “outsiders”, los candidatos intrusos, sin experiencia previa política, con una ideología básica democrática burguesa, sin organización, ni cuadros preparados para gobernar. Ellos son Ricardo Belmont, ganador de la alcaldía de Lima Metropolitana; Luis Cáceres Velásquez, triunfador en las elecciones para alcalde provincial de Arequipa; Alberto Fujimori, tuvo éxito en las elecciones presidenciales de 1990 sobre el candidato de los partidos de derecha (AP, PPC), Mario Vargas Llosa. Esta primera degeneración de los partidos en maquinarias electorales dura toda la década de los noventa del siglo XX.

En medio de la “recuperación de la democracia”, en las elecciones del 2001, se nota una segunda degeneración de los partidos. A los candidatos sólo les importa el resultado, ganar el proceso electoral, dejan de lado el partido, tal cual lo hizo Alan García en su primer gobierno, dejó de lado al APRA y gobernó con sus amigos dentro y fuera del partido. Un ejemplo que grafica esta segunda degeneración es: Una candidata de un partido de derecha se encuentra con militantes de otro partido de derecha que estaban pintando las paredes y pegando afiches de su candidato, ella les propone que peguen sus afiches y hagan pintas a la vez por ella a cambio de un pago. El grupo acepta. Allí se dan cuenta que pueden trabajar tanto para un candidato como para otro candidato, convirtiéndose en una “service” que prestan sus servicios a cualquier candidato que les pague por sus servicios.

Los partidos de maquinarias electorales pasaron a ser empresas electorales. Lo significativo es que mantuvieron la ideología demócrata burguesa. Porque los partidos socialistas no lograban obtener los fondos para convertirse en empresas electorales, el costo de las campañas es muy alto. Muchos socialistas terminaron camuflándose en empresas electorales dirigidas por empresarios con una mentalidad liberal más abierta.

Estas empresas electorales capitaneadas por políticos burgueses, defensores del capitalismo, tampoco pudieron cumplir con la misión de hacer del Perú una Nación. Ni siquiera se acercaron a la concepción de Nación conservadora de Víctor Andrés Belaúnde o de Jorge Basadre. Su labor en el gobierno se circunscribía a ejecutar los designios del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

Poco a poco el descontento contra los partidos políticos degenerados fue creciendo en la población, sólo porque el voto es obligatorio la gente va a votar por un candidato. El Perú es una democracia burguesa sin partidos, esta una idea generalizada para caracterizar a la democracia burguesa representativa peruana. A pesar de ese descontento con los partidos, no hay una reacción de la élite dirigente peruana. Los empresarios se dedican a extraer las materias primas y regalarlas a las transnacionales, los políticos facilitan esta labor desde el ejecutivo otorgando contratos intocables y dando permisos, incluso ilegales, para la extracción de los recursos naturales del Perú. El Congreso promulga leyes favorables a las transnacionales y a los negocios ilícitos. La economía informal e ilegal (narcotráfico, minería ilegal, tala ilegal de la Amazonía) comienzan a controlar la economía y la política.

Desde 1980 hasta hoy, todos los presidentes afrontan investigaciones por corrupción, también la actual presidenta Dina Boluarte acabará igual. Desilusión seguida por otra desilusión presidencial es la historia reciente del Perú. Se confió en un ex presidente demócrata, Fernando Belaúnde, y quienes lo rodearon usufructuaron del tesoro público. Luego, la gente depositó su confianza en un joven político, Alan García, y fue para peor, en el Perú actual un sinónimo de corrupto es aprista. Se pasó a ilusionarse con un extranjero de origen japonés (el Japón era un ejemplo de eficiencia), y Alberto Fujimori es ubicado entre los 10 presidentes más corruptos del mundo. Ilusionaron a los peruanos con un cholo, idéntico étnicamente a la mayoría de peruanos, y Alejandro Toledo es extraditado de Estados Unidos por haber recibido coimas millonarias (comisiones ilegales) de empresas brasileñas. Asume el cargo otra vez Alan García, y es investigado por su relación con la corrupta empresa Odebrecht, acabó suicidándose para no purgar cárcel. Hablaron de que la salida era poner a un militar en la presidencia, se eligió al comandante (EP) Ollanta Humala, hoy investigado por financiar su campaña ilícitamente y recibir comisiones ilegales por la Transoceánica III.

Otra desilusión fue el gran empresario, gran académico, que supuestamente contaba con un gabinete de lujo, Pedro Pablo Kuczynsky, acusado también de recibir comisiones ilegales y de aprovecharse del cargo. Continúa el periodo presidencial un representante de las regiones, Martín Vizcarra, cae en el delito de la corrupción y es acusado y sancionado, al punto que no puede ser candidato el 2026. La izquierda, en medio de esta gran desilusión, asume la presidencia con Pedro Castillo, y no puede con la ola de corrupción y está en el penal junto a Toledo. Le sucede una mujer, al fin una mujer en la presidencia, Dina Boluarte, al mes cuenta en su haber cerca de 70 asesinados por las fuerzas militares y policiales, acabará su mandato y será juzgada en los tribunales oficiales por los asesinatos y por la gente es considerada una asesina y traidora.

Fujimoristas y apristas desde el Congreso gobiernan el país, trayendo un tsunami de leyes anticonstitucionales, copan las instituciones del Estado: Junta Nacional de Justicia, Ministerio Público, Poder Judicial, Tribunal Constitucional. Los congresistas son en su mayoría investigados por delitos de todo tipo, al menos 80 de los 130.

Así, los partidos mutan por tercera vez, degenerando en organizaciones criminales. Su único objetivo es robar el tesoro público, roban a sus propios trabajadores sus sueldos, no cumplen con sus planes de gobierno, la mejor obra es la que no se hace porque se han repartido el presupuesto entre el empresario corrupto y los políticos.

Mutados en organizaciones criminales, los partidos han terminado con la democracia representativa burguesa, las organizaciones criminales políticas acabaron con la democracia burguesa representativa. En Puno y en todo el Perú resuena la sentencia condenatoria: Esta democracia ya no es democracia, hecha canción por la gente a la cual no consideran peruana. Bien decía Voltaire: La civilización no suprime la barbarie, la perfecciona