viernes, 14 de diciembre de 2012

LA BATALLA DE CONGA

candela


Año 8 Nº 110

Arequipa, 2012, julio 07.

ASOCIACIÓN JUAN PABLO VISCARDO Y GUZMÁN

En camino al Bicentenario de la Primera Independencia del Perú

VISITA

http://candela3.blogspot.com/

TÁCTICA Y ORGANIZACIÓN DE LA NUEVA MAYORÍA PATRIÓTICA (XXV)

ACCIÓN PATRIÓTICA COMUNAL



LA BATALLA DE CONGA

(La tarea por la vida, el agua, el agro y un ambiente puro)

Por: Arturo Muñoz

Candela369@gmail.com

La tarea por la vida, el agua, el agro y un ambiente limpio

Perú tiene 120 millones de hectáreas, de las cuales sólo 5 millones son aptas para el cultivo. Cada hectárea de cultivo que se pierde por el avance de las ciudades; por la contaminación del suelo, del agua y del aire; por la falta de créditos y apoyo técnico para los campesinos; etc significa la suba de los precios de los productos agropecuarios y la mayor importación a mayor precio de los alimentos. El Perú no puede darse el lujo de perder una sola hectárea más de cultivo cuando amenaza el hambre al mundo producto de las guerras provocadas por el imperialismo, por la crisis económica del capitalismo en los países desarrollados, por la especulación de los monopolios capitalistas de la industria alimentaria, por la utilización de de vegetales para producir biodisel. Y mucho menos puede perder una hectárea de cultivo por extraer oro contaminando el ambiente para que la oligarquía financiera internacional lo deposite en las bóvedas de los bancos, y así protegerse de la crisis financiera que ha provocado la falta de confianza en todas las monedas como instrumento de ahorro. Oro que no será utilizado en la producción de bienes para beneficio de la humanidad.

Conga no va por esta vital razón. Porque es un proyecto minero aurífero altamente contaminante, lo dicen los estudios independientes y hasta el peritaje internacional pagado por todos los peruanos mandado a hacer por el gobierno criminal humalista. Sólo el capricho, el deseo incontrolable de obtener más y más dinero, de los capitalistas de Newmont Mining, de Minera Buenaventura y de los funcionarios del Banco Mundial, integrantes del consorcio minera Yanacocha, ha llevado a desconocer la evidente realidad y al enfrentamiento sangriento entre campesinos y pobladores de las ciudades de Cajamarca y el destacamento armado militar policial de la burguesía, de los capitalistas, destacamento al servicio de los ricos y los dueños de las minas, de las transnacionales mineras.

Cumplir con la tarea de defender la vida de un cuarto de millón de personas en la región Cajamarca, y de otras tantas en las regiones costeras y amazónicas que serían afectadas por la contaminación del yacimiento polimetálico de Conga, si es explotado a tajo abierto; la tarea de defensa de la vida, del agua, del agro y de la pureza del ambiente viene recayendo sobre los campesinos, los ronderos, los trabajadores urbanos, la juventud y los pobladores de tres provincias bajo Estado de Emergencia (con los derechos elementales suspendidos) Cajamarca, Celendín y Hualgayoc.

Esta tarea corresponde a los 30 millones de peruanos y peruanas, pues en todas las regiones hay explotación irracional de los recursos naturales, petróleo, madera, frutas, peces; etc sin ningún control. Y cuando una tarea involucra a millones de personas es necesario plantearse medidas serias, firmes para solucionar el problema causado en primer lugar por la minería y luego por las otras industrias extractivas.

En primer lugar, las medidas deben ser de carácter nacional. La marcha nacional planteada por la CGTP para el 12 de julio debe ser decisiva para conseguir la renuncia de los ministros fujimontenistas el ex capitán Óscar Valdés, primer ministro y del ex general Wilver Calle Girón, ministro del interior; por ser responsables del asesinato de 3 pobladores de Espinar y del crimen de 5 cajamarquinos, hoy convertidos en Mártires de la Lucha en Defensa de la Vida, el Agua, el Agro y el Ambiente.

En segundo lugar, defender el derecho de los pueblos a determinar las actividades económicas a desarrollarse en su territorio. La descentralización implica desarrollo local a partir de la soberanía local sobre el ambiente propio. Lo que Artigas llamaba: la soberanía particular de los pueblos.

En tercer lugar, el Estado no es neutral, obedece a las clases dominantes, por ende, hay que defender el derecho de los pueblos y de sus autoridades a luchar por sus propios ideales, planes y programas. Más aún cuando los militares y los políticos en el gobierno actúan como cómplices, y cada ciudadano es una baja calculada al enfrentar el riesgo admisible para los actores en escena.

En cuarto lugar, los militares y policías están en Cajamarca para proteger los intereses de la minera Yanacocha; por lo tanto, han dejado de ser las fuerzas que garantizan el orden para ser mercenarios de una empresa, en este caso minera. La población de Cajamarca durante siglos ha visto al Estado, a los militares y policías como enemigos que les quitan sus bienes; mal podrían creer que ahora vienen a reguardar su integridad personal y patrimonial. Es necesario desarrollar la institucionalidad propia de la región representada por las rondas campesinas.

Nuevas condiciones para la lucha popular

Keiko Fujimori, discípula del paramilitarismo uribista de Colombia, exige a Ollanta Humala más represión contra la población de Cajamarca, no le es suficiente las 5 víctimas por armas de fuego disparadas por el ejército y la policía en Celendín y Bambamarca. Acostumbrada al genocidio de su padre, a la indolencia de fujimoristas como Jorge Trelles jactándose de que el fujimontesinismo mató menos, al saqueo de la riqueza del Perú por las transnacionales con la protección estatal, reclama mano fuerte al gobierno.

Curuguaty, Celendín y Bambamarca tienen un factor común: la trampa paramilitar. Para justificar el uso de armas de fuego el destacamento militar policial permanente de los capitalistas, acusa a la población de también estar armada, para ello se publicita certificados de supuestas heridas de bala recibidas por dos suboficiales, cuando la verdad, dicha por los médicos que los atendieron, sólo tenían contusiones y quemaduras por artefactos pirotécnicos. Así aparece como menos importante el asesinato de 5 cajamarquinos y en primer plano ponen los voceros de la burguesía la escandalosa mentira de que algunos pobladores estaban armados. El mensaje es los militares y policías actuaron en defensa propia.

En Curuguaty (Paraguay) campesinos tomaron dos mil hectáreas de un prominente miembro del Partido Colorado, al cual dirigió durante 35 años uno de los dictadores más sanguinarios de América Latina, el General Alfredo Stroessner. El juez ordena el desalojo y se envía al Grupo Especial de Operaciones de la policía paraguaya, la cual es repelida con disparos certeros al cuello y la cabeza desde el lado de los campesinos, cayendo 6 policías; sus colegas enardecidos disparan a mansalva y asesinan a 11 campesinos hiriendo a 56 más. Los campesinos en sus declaraciones indican que francotiradores se infiltraron entre ellos, supuestamente elementos de la propia policía acabaron con sus colegas para justificar la brutal represión contra los campesinos.

Esa modalidad de enfrentamientos es pan de cada día en Colombia desde el gobierno del acusado de paramilitar Álvaro Uribe, figura estrella de la XXX Convención Minera en Arequipa. Grupos del ejército y policía colombianos liquidan poblaciones enteras. Luego siembran pruebas para demostrar la relación de las víctimas con organizaciones guerrilleras. Cuando se descubrió la farsa paramilitar, un nuevo término se creó: los falsos positivos, es decir, personas inocentes asesinadas por los paramilitares para meter miedo al pueblo colombiano. Cualquier colombiano o colombiana, niño, anciano, hombre o mujer, puede ser asesinado en Colombia para evitar la protesta social contra las transnacionales que se apropian de sus tierras o contra los salarios miserables.

Álvaro Uribe regresó al Perú este año invitado por el Gobierno Regional del Callao, para hablar justo sobre la experiencia colombiana en seguridad. Y en la protesta de Cajamarca, al igual que en Curuguaty, la modalidad paramilitar colombiana de represión aparece nítidamente, con todos sus componentes: a) uso de los medios de comunicación para desnaturalizar la lucha por la vida, el agua y un ambiente saludable; presentándola como la acción de unos cuantos radicales; b) los militares y policías llegan a Cajamarca a resguardar la propiedad privada de las turbas radicales; c) las turbas, dicen los militares y policías, poseen armas por lo que son reprimidas también con las armas; d) en los medios de comunicación se resalta lo dicho por la policía y los militares de la presencia de pobladores armados; e) se liga el movimiento a grupos extintos terroristas creando vínculos imaginarios; f) el gobierno de Humala y la Minera Yanacocha son las víctimas de las turbas radicales.

La realidad se tergiversa a favor de los capitalistas y el Estado a su servicio. Consecuentemente la detención arbitraria de campesinos, pobladores urbanos, manifestantes, líderes e incluso representantes de la Defensoría del Pueblo y las torturas que sufren en la detención y comisarias es legal. Y de eso se trata todo este tinglado paramilitarista, de legalizar las masacres de las poblaciones protestantes y dejar impunes a los militares y policías asesinos.

En menos de un año 15 asesinatos de gente desarmada a manos del destacamento militar policial capitalista, sin ninguna investigación. Pero cientos de peruanos y peruanas enjuiciadas por el sólo hecho de protestar. Las autoridades elegidas: alcaldes, presidentes regionales son tratados como delincuentes.

Esas son las nuevas condiciones en que se desarrollan las protestas. En Espinar fue lo mismo. Y es por eso Oscar González Rocha, gerente general de Southern Peru toma viada y anuncia la explotación del proyecto Tía María y la Tapada en el valle de Tambo, sabiéndose protegido por el Estado Narco Paramilitar, por el gobierno aprendiz del paramilitarismo uribista. La Batalla de Conga deja esta enseñanza al pueblo arequipeño.

Comienzo de un nuevo periodo político

Cuanto más el movimiento popular combate con firmeza y decisión a las transnacionales y capitalistas saqueadores, la oligarquía financiera y la burguesía local endurecen la represión contra el pueblo. Los minerales extraídos de Cajamarca están manchados con la sangre del pueblo, y esa sangre clama por justicia. La espiral de violencia iniciada por el gobierno humalista ha iniciado un nuevo periodo. La principal característica del periodo es la puesta de lado de la precaria vigencia de los derechos constitucionales, de las leyes burguesas, y el uso del paramilitarismo para enfrentar a los movimientos populares.

Es un retorno a la salvaje conquista española de América Latina, al genocidio de las naciones indígenas en Norteamérica a manos de los invasores europeos. La población nativa del Perú se vio reducida de 12 millones de habitantes a sólo un millón, una gran parte liquidada por el hambre en las minas explotadas por los conquistadores. Históricamente el Perú ha pasado por un periodo similar al actual, en la misma dimensión, hace 500 años. Por eso, la principal tarea de los maestros conscientes, de los patriotas y de los intelectuales comprometidos con la construcción de la unidad Latinoamericana, es enseñar a la juventud la forma en cómo se dio la conquista española en América Latina y en el Perú en especial. Sacar las consecuencias para el presente y analizar las formas de resistencia. No es un periodo corto, ni mucho menos una lucha corta. Requiere de una gran capacidad de resistencia y de no cometer los mismos errores del pasado que hicieron posible que unos cuantos invasores dominen por trescientos años a todo un continente y diezmen a las poblaciones nativas y roben las riquezas sin casi ninguna acción de resistencia seria, hasta la realizada por Túpac Amaru II en 1780. Es un periodo de grandes triunfos y de duras derrotas, de avances y repliegues. Es un periodo en el cual la vida de los pobres no vale nada para los ricos insaciables de dinero.

Este nuevo periodo se abre en medio de una correlación de fuerzas desfavorable al pueblo. Cuando su dirigencia gremial y política tiene un pie en el neoliberalismo y el otro en el oportunismo conciliador. Con todavía el ciclo largo de crecimiento capitalista en curso. Con capitalistas incapaces de negociar por poseer el control casi total de la situación: el Estado y sus apéndices, suficiente dinero para comprar conciencias, una parte del pueblo entumecida, atontada y embrutecida por el consumismo, la drogadicción y las falsas ilusiones de enriquecimiento personal.

Suramérica es el punto de destino de los millones desempleados de Estados Unidos y de Europa. Los migrantes están compuestos por personas cuyo objetivo es conservar el nivel de vida de antes de la recesión, de la crisis profunda del sistema capitalista en el primer mundo. Profundidad de la cual sólo son conscientes los grandes capitalistas, la oligarquía financiera y algunos pocos dirigentes político populares. Suramérica es la próxima fuente de recursos en los 30 años que cuando menos durará la crisis mundial.

Los movimientos sociales en el mundo desarrollado en crisis, los Indignados, los Ocopa Wall Street sino se unifican en torno a un ideal, al mito de la revolución social, de construir una sociedad colectiva, irán decayendo y finalmente la desesperación los desintegrará. Suramérica es un ejemplo de que los ideales siguen vigentes. La Patria Latinoamericana debe conducir a los pueblos del planeta a un mundo nuevo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario