sábado, 3 de septiembre de 2011

INTEGRACIÓN SURAMERICANA SOBERANA

candela


Año 7 Nº 77

Arequipa, 2011, febrero 21.

ASOCIACIÓN JUAN PABLO VIZCARDO Y GUZMÁN

En camino al Bicentenario de la Primera Independencia del Perú

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INTEGRACIÓN SURAMERICANA SOBERANA

Por Arturo Muñoz

Estados Unidos, el tigre de papel

Julian Assange, director de Wikileaks, al publicar los documentos provenientes de las embajadas estadounidenses en el mundo, constató la debilidad de la seguridad de Estados Unidos, un tigre de papel. El gendarme mundial con las armas más sofisticadas no es capaz de cumplir con su tarea, sus secretos son conocidos. La intrépida acción de los colaboradores de Wikileaks es un hecho histórico y, como tal, influenciará en la vida cotidiana de los países, principalmente en el ámbito político. Porque el grupo de Assange implícitamente asevera: Aún sea el sistema de control el más sofisticado el pueblo encuentra una forma más sofisticada de eludirlo.

Unos pocos documentos de los 250 000 han sido publicados, ellos son suficientes para ver las limitaciones de la teoría de la conspiración. Los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Europa y Japón, de los principales países capitalistas, vigilan, analizan y controlan la vida de los 7 mil millones de personas en el planeta. Evo Morales, por lo tanto, tuvo razón en expulsar a la agencia de ayuda estadounidense USAID, por ser un instrumento de infiltración del Departamento de Estado y efectuar operaciones a favor de los políticos pro estadounidenses y en contra de los políticos anti sistema capitalista. Los operadores del Departamento de Estado en los países neocoloniales, los latinoamericanos, africanos o asiáticos son muchos de ellos originarios de los mismos, nacidos en estos países, y a través de diversos mecanismos cooptados por los servicios de inteligencia de los países capitalistas y convertidos en apátridas. La conspiración no sólo está en los hechos diarios como lo indica la teoría, abarca también la mentalidad de los gobernantes, de las clases dominantes de los países sojuzgados por el capitalismo y del pueblo.

De este campo de lucha desertaron miles de izquierdistas, dejaron de criticar el sistema capitalista, una gran mayoría asumió el pensamiento liberal. A partir del 9 de noviembre de 1989, con la caída del Muro de Berlín, la ideología capitalista tuvo un nuevo impulso bautizando los años noventas la década del pensamiento único. El 2001 en la Pontificia Universidad Católica de Rio Grande del Sur, Porte Alegre, el Primer Fórum Social Mundial, el único con perfil revolucionario, rompió con la hegemonía del pensamiento liberal bajo la consigna Otro Mundo es Posible.

Ciertamente la revolución científica y tecnológica cuestionó el predominio de la vigilancia del Hermano Mayor sobre la población, al permitir la vigilancia inversa desde la población. El teléfono móvil y las nuevas funciones agregadas, cámara fotográfica, filmadora, grabadora transformaron a cada persona en un vigilante. Las denuncias contra los abusos de los poderosos van acompañadas de fotos, filmaciones o grabaciones hechas por este nuevo aparato multiuso. Y la Internet permite la distribución en tiempo real y masiva de la denuncia.

Todo lo que existe merece perecer, y no cabe duda el capitalismo acabará derrumbándose. Sus defensores y beneficiarios sólo esperan no sea en su tiempo.

UNASUR, la Patria Grande

Reiteradamente Estados Unidos está entrometiéndose negativamente en la unidad de los países latinoamericanos. El affaire ex funcionarios de Toledo – Curtis Struble, descubierto por el cable del 29 de noviembre del 2005, conspirando para detener el avance de la candidatura del nacionalista Comandante Ollanta Humala confirma la interferencia de EE UU. Según el cable en una reunión entre ex funcionarios del gobierno de Toledo, miembros de la consultora Human Social Capital, relacionada a la National Agency of Security (Agencia Nacional de Seguridad de EE UU), aconsejaron la intervención de los EE UU para hacer una campaña de desprestigio en contra de Humala, basados en su temor de la influencia del pensamiento del presidente venezolano Hugo Chávez y de la participación en la lista congresal de dirigentes cocaleros.

Al unísono los medios de comunicación operadores de las campañas promovidas desde la embajada de EE UU, en lugar de entrevistar a los mensajeros de Toledo y encararles su felonía, invitaron a Humala para disminuir el daño causado por el cable. Un ex ministro y un ex jefe de inteligencia peruanos pidieron, aconsejaron o conversaron de acuerdo a quien convocó a quien, intervenir en el proceso electoral peruano del 2006. Sea quien sea el convocante, el Perú es un país constitucionalmente, por lo menos, soberano y ningún peruano tiene el derecho de tratar temas internos con países extranjeros; no son estadounidenses turistas con quienes conversaron, eran miembros, funcionarios de un Estado extranjero y por su trayectoria enemigo de Latinoamérica. Y agravando su situación, aconsejaron, dieron su opinión para atacar a otro peruano con el cual mantenían diferencias políticas, pero peruano. Fernando Rospigliosi y Rubén Vargas nacidos en Perú y hoy realizando trabajos para la agencia de inteligencia de EE UU confiesan su delito, lo justifican, al igual que Fujimori gritaba Soy inocente. Son conforme a la psicología y al derecho conciencias disidentes, su ideología les hace creer que actuaron bien, no cometieron delito de traición a la Patria. Esa es la personalidad del traidor, se auto justifica, se auto convence de que es correcto lo malo. Sin embargo, la justicia peruana más temprano que tarde les pedirá cuentas. Como se las pedirá a Toledo por regalar los recursos naturales en complicidad con el ciudadano estadounidense Kuczinsky y al propio García.

Suramérica va camino a su integración, la cual es un peligro para los intereses de EE UU. Ha sido creada UNASUR, la organización de los países suramericanos, justamente para enfrentar a los intereses de las transnacionales resguardadas militarmente por EE UU, promotoras de golpes de Estado en contra de gobiernos legítimos y patriotas, ocasionadoras de la pobreza de millones de suramericanos, los haitianos los más afectados. Participar activamente en su construcción es el deber de todo suramericano. Sólo los apátridas, los que han vendido su alma a las transnacionales boicotean este anhelo de los pueblos suramericanos.

Integración soberana combatiendo la mentalidad neocolonial

Perú, un país de capitalismo atrasado y neocolonial, por culpa de sus gobernantes y de la mayoría de sus políticos se va quedando atrás en la lucha por la segunda independencia. Los políticos liberales peruanos son empleados de la Cerro Verde, de Southern, de la Telefónica, nunca van a discutir los asuntos nacionales, porque sólo buscan el dinero, la lucha entre ellos es por dinero, el que pone más ocupa el primer puesto de la lista al Congreso.

Esa mentalidad neocolonial la expresa claramente el neoliberalismo chileno, por intermedio de Hernán Büchi, ex ministro de hacienda de Pinochet: Soy un convencido de que a los países les conviene integrarse económicamente al mundo…yo creo en la apertura y la integración al mundo, si es necesario unilateralmente…Creo que es conveniente acuerdos regionales o bilaterales sólo en la medida que no nos impidan integrarnos al mundo…a mí me toco la experiencia de estar presente en el momento que Chile decidía retirarse del Pacto Andino en Lima, cuando teníamos que optar por integrarnos al mundo o seguir discutiendo sin un destino, una discusión que era netamente de intereses que desgraciadamente eran pequeños, y optamos por salirnos del Pacto Andino.

Pinochet y los monopolios agigantados bajo su protección traicionaron al Pacto Andino, a los pueblos andinos, cuya integración era un paso a la unidad suramericana. Y Chile se convirtió en el laboratorio de las empresas transnacionales para crear el país a la medida de sus intereses. Trabajadores sin protección, con sueldos muy por debajo de las largas jornadas de trabajo, sin industria ni agricultura, una sociedad atomizada. Ese es el ejemplo para muchos peruanos de todas las clases sociales, que no conocen el verdadero Chile. El país donde las desigualdades entre pobres y ricos son enormes. Luego del terremoto del 27 de febrero del 2010, alrededor de 500 mil chilenos quedaron en la pobreza, Sebastián Piñera, el presidente empresario, miembro importante del pinochetismo, prometió ayudarlos (aunque un presidente no promete, está obligado a trabajar por el bienestar de su pueblo). A un año del sismo los damnificados no han recibido nada de Piñera. Los empresarios sí. Piñera reinició la privatización de las pocas empresas aún en manos del Estado. Comenzó con el despido de 15 mil empleados públicos, parte de un plan por reducir el Estado en un 50%.

Integrarse al mundo favoreció a los capitalistas extranjeros más no al pueblo chileno. Sin embargo, las multimillonarias inversiones en Chile adormecieron a la mayoría de chilenos, ilusionados en algún día ser ricos. Recién en agosto del 2010 con la explosión del pozo minero San José, los familiares de los mineros sepultados supieron del rol del Estado chileno, el ministro de minería quiso dejarlos enterrados vivos a los 33 mineros a 700 metros de profundidad, fueron los propios familiares de los mineros quienes buscaron la maquinaria necesaria para sacar vivos a sus padres o hermanos, y obligaron a Piñera a garantizar su vida. Todo eso fue ocultado por la prensa chilena, peor que la peruana. Cinco terremotos de grado 6 o más en este pasado enero y los riquillos chilenos bailando en los programas de televisión, ninguna información de los sismos.

Pinochet y los herederos no han comprado por gusto armas, cuyo poderío es mayor al de Argentina, Bolivia y Perú juntos. La crisis mundial tocó a Chile y la forma de engendrar pleno empleo es la guerra. Medio millón de chilenos sobreviven en la penuria sólo por causa del terremoto, más otro millón de pobres estructurales, transforman el ejemplo chileno de eficiencia económica en un polvorín a punto de estallar. Y por la mentalidad neocolonial de la mayoría del pueblo chileno lo más probable es una explosión contra el Perú.

Los Fujimori, los Kuczinsky, los Castañeda, los Toledo, los García abundan en el Perú. Concluyen en la imposibilidad de una guerra por la cantidad de inversiones de los monopolios pinochetistas chilenos en el país, eso no es así. Las grandes empresas alemanas contaban con socios estadounidenses, franceses o ingleses o estos eran los propietarios, y la II Guerra Mundial se dio. En una guerra no pierden los capitalistas, por el contrario incrementan sus ganancias o salen de la recesión. Otros ingenuos repiten la idea de algún científico social sobre la guerra de nueva generación: las guerras ya no son con armas, son comerciales. Por lo tanto, el Perú ya perdió la guerra comercial con Chile y le ponen el epitafio pronunciado por García: no nos importa el resultado del Tribunal de la Haya. La guerra comercial de los monopolios pinochetistas de Chile no es contra los minusválidos empresarios peruanos, al Perú llegan capitalistas de todo el mundo, con ellos se enfrentan los monopolios chilenos, y en algún momento definirán quien domina el Perú vía una guerra.

Sólo la integración suramericana soberana puede conjugar el peligro de una guerra. Y los felones al servicio de EE UU, Europa u otra potencia extranjera contribuyen al desarme peruano, y la mejor arma del Perú es la unidad soberana suramericana. Bandera de unidad suramericana de la nueva mayoría patriótica, democrática participativa, descentralista y honesta que va forjándose en el Perú.

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