sábado, 3 de septiembre de 2011

MODELO ECONÓMICO Y EL TREN QUE NOS SEPARA

candela


Año 7 Nº 80

Arequipa, 2011, junio 09.

ASOCIACIÓN JUAN PABLO VISCARDO Y GUZMÁN

En camino al Bicentenario de la Primera Independencia del Perú

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MODELO ECONÓMICO Y EL TREN QUE NOS SEPARA

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Por: Arturo Muñoz

EMCH, escuela de presidentes

De nuevo están de vuelta después de 30 años de ausencia los militares en la presidencia. Parecía haber pasado de moda la frase de Escuela Militar de Chorrillos, escuela de presidentes. La candidatura del comandante Ollanta Humala, del arma de artillería, y su triunfo el 5 de junio en segunda vuelta, vuelve vigente esa frase cuyo significado casi en toda oportunidad era sinónimo de dictadura. Dos tercios de la vida republicana peruana la rigieron gobiernos militares o gobiernos civiles tutelados por militares, dictaduras militares o cívico militares.

Salvo el gobierno del General Juan Velasco Alvarado, norteño piurano, impulsor de los tres mega proyectos arequipeños en el sur peruano: la irrigación de las pampas de Majes y Siguas, la explotación a escala del yacimiento minero Cerro Verde y la construcción de la Central Hidroeléctrica Charcani V. Salvo el gobierno revolucionario de las Fuerzas Armadas, la presencia de los militares en la conducción del país significaba humillación, torturas, abusos sin fin ni medida de los gamonales y de los varones de la minería y el azúcar en contra de los indígenas en el campo y del pueblo en las ciudades.

Contrariamente a la tradición militar de instrumento de opresión del poder económico sobre los obreros, campesinos, minorías nacionales y vagabundos licenciados residuos de las guerras caudillistas, el 3 de octubre de 1968 se alza el general Velasco para derrocar al débil gobierno de Fernando Belaunde Terry, jaqueado por la coalición pro oligárquica APRA – UNO, por no cumplir sus promesas electorales de realizar la reforma agraria en 90 días, la reforma urbana, recuperar la soberanía peruana sobre el petróleo, renegociar el contrato con la International Petroleum Company – IPC -, muy por el contrario, un funcionario belaundista, conocido hoy con el alias de PPK, negoció un nuevo contrato con la IPC aún más lesivo a los intereses nacionales, luego del golpe debió huir en la cajuela de un coche por la frontera con Ecuador.

Velasco reformó el país. Las reformas agraria, industrial, laboral, minera, educativa, de la prensa y en camino la de la salud hicieron dar un salto económico y social al Perú. Después de Velasco el ilustre escritor José María Arguedas o el meritorio novelista Ciro Alegría quedaron sin temas para sus novelas. Mariátegui dijo que la revolución iba a bajar de los andes calzando ojotas. Este Perú pujante y con futuro fue labrado por Velasco al liberar las potencialidades de la población indígena de los andes. Fue una revolución social con un alto costo económico.

Cambio de modelo y las mentiras de la derecha antipatriótica

El Perú de hoy no es fruto del neoliberalismo y menos la bonanza económica llegando ya a su fin. El economista ayacuchano Rolando Guillén Valer lo explica con claridad. El Perú no ha crecido 20 años seguidos, esa es una mentira; en los noventas el crecimiento fue de promedio 1% y de decrecimiento, recesión, a partir de 1997 hasta el 2002. Sólo cuando los precios internacionales de los minerales despuntan internacionalmente el Perú comienza a salir de la recesión, y entra en un periodo de crecimiento a partir del segundo año del gobierno de Toledo. Entonces, señala el economista Guillén Valer, no es el modelo neoliberal impuesto a sangre y fuego por la dictadura cívico militar de Fujimori y Montesinos el que permite salir del estancamiento producto de la incapacidad y la corrupción del primer gobierno aprista, muy por el contrario, este modelo evita que el Perú se beneficie del boom de la minería al otorgar beneficios antipatrióticos a las transnacionales al hacerlas dueñas de los recursos naturales peruanos y al regalarles las empresas públicas.

Si el neoliberalismo fuese la razón de ser del éxito económico peruano, calificado por todos de insostenible si no se aplican medidas de reformas sustantivas (discurso de Michael Porter en Cade 2010), los técnicos del modelo serían no sólo mentes brillantes sino magos de la economía, pues lograron hacer que los precios internacionales de los minerales suban, es decir sus medidas no sólo cambiaron la economía en el ámbito nacional sino, increíblemente, en el ámbito mundial al hacer subir el nivel de precios internacional de los minerales e hidrocarburos. Unos monstruos de la economía. Como es imposible que la nieve arda y el fuego se hiele, los técnicos del modelo neoliberal peruano tampoco son los que hicieron crecer los precios internacionales de los minerales.

Siempre el Perú tuvo recursos naturales y los periodos de crecimiento de su economía concuerdan con la bonanza de uno o más de ellos. La bonanza del guano y el salitre, la del caucho, la del petróleo, la de la pesca, y hoy la de los minerales, en especial el oro. La gran mentira aprofujimontesinista, de la derecha antipatriótica, es hacer creer a los ingenuos que el modelo neoliberal es la causa del exitoso crecimiento económico desde el 2003, cuando en realidad se origina en la tradicional razón de todos los crecimientos económicos peruanos: el boom de un recurso natural, en el caso presente el de la suba de los precios de los minerales y de los hidrocarburos.

Así, la afirmación de no modificar el modelo neoliberal porque se retraería el crecimiento es una mentira tan grande como el clown estadounidense PPK. Las transnacionales capitalistas invierten en el Perú porque aquí están los minerales y los hidrocarburos, cuyos precios suben exponencialmente día a día.

Por lo tanto el modelo sólo sirve para determinar quién se queda con las ganancias: o los peruanos o las transnacionales capitalistas. Luego la redistribución implica necesariamente un cambio de modelo. Si éste cambio no se efectúa el próximo gobierno será un chiste de muy mal gusto.

Reformas o pos a lo que nos toque

Ollanta Humala Tasso puede ser el comandante Fidel Castro Ruz que mando a parar la corrupción en Cuba, o el coronel Lucio Gutiérrez Borbúa desertor de la revolución ecuatoriana. Son los dos caminos a los que se reduce la vida finalmente, las terceras vías no existen para lograr cambios sustantivos, existen para paliar las demandas populares por un tiempo, patear los problemas al futuro, alargar el periodo de pago de la letra vencida. Pero más temprano que tarde hay que cumplir con el pueblo, el presente será el futuro y hay que pagar inexorablemente la letra.

Obviamente la famélica democracia representativa, inservible para resolver los problemas del pueblo peruano, obliga a negociar según la correlación real de fuerzas. El sacrificio de millones de mujeres y hombres patriotas es la base de esta nueva correlación de fuerzas, gracias a la cual el comandante Humala asume la presidencia. Mujeres y hombres que no perdieron de vista el objetivo final. Para Ollanta Humala el objetivo es distinto al de la nueva mayoría patriótica, democrática participativa, descentralista y honesta; esa nueva mayoría patriótica que le ha dado el triunfo; por ello este es un gobierno de coalición forzada con la derecha menos reticente al cambio.

Aún siendo verdad el dicho quién todo lo quiere todo lo pierde, las concesiones a la derecha limitan con las demandas de la población, con los principios asumidos para dignificar el oficio del político. Sin ética no hay oficio. Eso puede llevar en un determinado momento a dejar el diálogo razonable con los poderes fácticos y optar por el camino de la fuerza. Aunque una de las metas es librar a la humanidad de toda coerción no se puede estar dando palmaditas en la espalda al enemigo, quien luego en cualquier descuido clavará el puñal entre pecho y espalda. Y llegado ese momento de definición responderle a la derecha antipatria, en la persona de uno de sus mecenas, el gerente de Southern Peru propiedad del Grupo México, amenazando con irse: pos a lo que nos toque.

Al pueblo hay que decirle la verdad, la lucha recién empieza y hay que organizarse y prepararse para las grandes batallas por venir. Hay un tren que ha partido con destino establecido, darle al pueblo peruano lo que es del pueblo peruano, no es un tren que lleva regalos por compasión a los pobres sino lo que por justicia le toca al pueblo peruano y por culpa del modelo le ha sido robado con la complicidad de los gobernantes pasados. El tren que parte deja en el andén el modelo neoliberal, y mientras más lejos vaya menos se mirará al viejo modelo.

Ollanta prioritariamente tiene que tranquilizar al pueblo. Explicarle cada cosa que hace para no distanciarse y alejarse de quienes lo eligieron. La política es una ciencia pero también es un arte, y el arte en política está en mantener sus bases de apoyo intactas destruyendo las del enemigo. Ollanta como militar sabe que debe mantener al pueblo a su espalda, porque si se pasa al frente ya no hay nada que conversar.

No sólo el pasado derrotó a la mafia fujimontesinista

De acuerdo a lo dicho en esta balada de todos los tiempos, El tren que nos separa, la distancia entre Gana Perú y Fuerza 2011 era cada vez más grande. Honestidad y corrupción son antónimas, como capitalismo y colectivismo. Pasaron 10 años y el fujimontesinismo quiso tornar al gobierno por la vía electoral, pues aún en la sociedad peruana la inoperante democracia representativa rige, pero el pueblo le dijo no; los datos de la ONPE dan un triunfo ajustado a favor de Ollanta Humala sobre Keiko Fujimori de 2,8 %, más la gente común no se anda con cálculos políticos y opinan del fraude, no sólo el del día de las elecciones sino el fraguado a lo largo del proceso. Medios de comunicación controlados por los capitalistas impúdicamente a favor de la mafia. Al punto de obligar al premio nobel, el nacido al pie del Misti, Mario Vargas Llosa, a denunciar al diario El Comercio por parcialidad, la más grave acusación al quitarle lo más preciado de la comunicación, la credibilidad.

El Comercio, los otros pasquines publicados por la familia Miro Quezada y los canales de televisión de su propiedad publican y publicitan mentiras, en conclusión de Vargas Llosa, de los peruanos decentes y de los observadores extranjeros honrados. La prensa extranjera, el presidente Rafael Correa y muchas personalidades miraban con estupor la pasividad del Jurado Nacional de Elecciones, presidido por un juez anodino y permisible al control desde Palacio de Gobierno. Un JNE apático, indolente, impasible al abuso de la prensa fujimontesinista, a la intromisión del presidente García en el proceso electoral, a pesar de los llamados continuos del ex presidente y candidato Alejandro Toledo a sacar las manos de las elecciones. En vez de un saludo protocolar a Ollanta, las palabras del Cholo Sagrado fueron un reproche, una acusación a García de haber manipulado desde el poder su derrota. Este triunfo debió ser mío se lamentaba Toledo.

No sólo el pasado derrotó a la mafia fujimontesinista, sino su actuación presente. Intolerante, fanática, dictatorial, controlista, violatoria de la libertad de expresión, periodistas despedidos u obligados a renunciar por los dueños de los medios de comunicación por negarse a ser imparciales, objetivos en la información. Prepotente, cínica. La carcelería del asesino y corrupto Alberto Fujimori es un ultraje al derecho, al principio jurídico de la Revolución Francesa de igualdad ante la ley, una celda convertida en una suite de hotel de la cual despacha el reo con más poder que el juez y sus celadores, y dirigió la campaña de su hija. Ilegalidades ganadoras de primeras páginas de los dos diarios paladines de la simetría electoral. Nada de ello afecto al indiferente JNE.

Confiados en repetir la fórmula de los años noventa del cercano siglo pasado, entregar regalitos a la población pobre para ganar su simpatía y acallar cualquier intento de protesta de masas contra el fraude en curso, no contaron con la astucia del pueblo consciente de la intención de los obsequios. La fórmula válida en los noventas fue negada el 2011.

Su conducta fascista presente acabó por confirmar la forma como gobernaría Alberto Fujimori, por intermedio de su hija Keiko, a favor de los grandes capitales y suprimiendo los derechos al pueblo. El desdén a los sentimientos y la inteligencia de la gente común causó su bochornoso fracaso electoral. Que le costaba a Keiko poner sólo su cara en la publicidad sin la de su padre, que le costaba dejar a un lado a Rafael Rey, a Yoshiyama y las decenas de cómplices de su padre en el periodo de campaña, que le costaba maquillar su conducta autoritaria. Nada y tal vez, el ifismo en historia es una afirmación imposible de comprobar, hubiera ganado. Pero la soberbia no por gusto es un pecado capital. Y esa soberbia le fue transmitida por su padre, no por su sufrida madre, quién se presentó al lado de su hija vencida por el cariño de madre, admirable mujer, sufrió sola y hoy es capaz de entregar amor a quien debió defenderla (ver los videos en los que la Sra. Susana Higuchi denuncia los maltratos y torturas en el SIN por su esposo, sin el apoyo natural de sus hijos e hijas).

500 mil votos de diferencia entre Ollanta y Keiko de 20 millones de votantes hábiles se licuan fácilmente con una buena campaña. El fujimontesinismo hizo todo lo necesario para perder. 500 mil votos no son un millón de votos como un año no es un siglo, pero con el pasar del tiempo esa pequeña cifra entre uno y otro se hará más grande. Y el olvido que todo destruye saldará cuentas con el fujimontesinismo moviéndolo a la papelera de reciclaje.

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