DEFENSA DE LA PATRIA EN NUEVAS CONDICIONES

candela


Año 7 Nº 99

Arequipa, 2011, diciembre 13.

ASOCIACIÓN JUAN PABLO VISCARDO Y GUZMÁN

En camino al Bicentenario de la Primera Independencia del Perú

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TÁCTICA Y ORGANIZACIÓN DE LA NUEVA MAYORÍA PATRIÓTICA (XIV)

DEFENSA DE LA PATRIA EN NUEVAS CONDICIONES

Por: Arturo Muñoz

Candela369@gmail.com

Gana Perú triunfa como centro izquierda en primera y segunda vuelta

A fines del 2010 el Partido Nacionalista Peruano conforma una alianza de centro izquierda, basado en el programa presentado en las elecciones del 2006, el cual es modificado con la inclusión de los cuadros agrupados en Ciudadanos por el Cambio, organización conformada por militantes de la extinta Izquierda Unida, por el Partido socialista y el Partido Comunista Peruano - Unidad, además de otras organizaciones menores y personalidades. Producto del debate nace el Programa de la Gran Transformación, con el cual la alianza Gana Perú (PNP. Ciudadanos por el Cambio, etc.) se inscribe en el JNE. Con este programa el 10 de abril del 2011 Gana Perú obtiene la primera mayoría, 31,7% de los votos válidamente emitidos, seguida por Fuerza 2011, fujimontesinista, con el 23,5%.

Con estos resultados Gana Perú, luego de la primera vuelta debía formar un gobierno claramente definido de centro izquierda.

Sin embargo, para vencer en la segunda vuelta era necesario convencer a fuerzas de la derecha neoliberal para obtener su apoyo. Perú Posible y liberales del talante de Mario Vargas Llosa decidieron ponerse al servicio de Gana Perú. El PNP encuentra en este sector neoliberal un contrapeso a las organizaciones socialdemócratas, al movimiento sindical de la CGTP, a las personalidades progresistas.

Ganada la presidencia el 5 de junio, derrotando a Keiko Fujimori. Humala obtiene 7.937.704 votos (51,449%) y Keiko 7.490.647 votos (48,551%), la diferencia entre ambos sólo fue de 447.057 votos. La derecha neoliberal pro Ollanta aportó la cantidad necesaria para ganar, 19,75%. La propuesta centro izquierdista de Gana Perú bancó con el 31,7%. Sin embargo la derecha neoliberal se declaró padre del triunfo de Humala, exigiendo la conducción del futuro gobierno tanto programáticamente como en los cargos ejecutivos. Luego que en la primera vuelta había atacado a Gana Perú con los adjetivos más denigrantes, de haber invertido millones en la contracampaña contra los centroizquierdistas, llamándolos izquierda caviar, estatistas, salto al vacío, etc.

Humala en lugar de salir en defensa de la propuesta de Gana Perú, se amilana y comienza a retroceder en su programa, finalmente demuestra una cobardía política al dejar de lado a la Comisión de Plan de Gobierno de la primera vuelta. Los técnicos y políticos conformantes de esta comisión sintieron la traición de Humala e hicieron de tripas corazón con el ánimo de alentar un gobierno de cambio, pues políticamente era posible conseguir posiciones en el Estado al momento de la negociación. Una posición ultraizquierdista hubiera sido retirarse de la alianza dejando el campo libre a los neoliberales. La primera Revolución Rusa de 1905 enseñó a no despreciar espacios legales y menos en el gobierno por pequeños que sean.

La gran transfiguración de Humala

En las negociaciones entre los padres del triunfo – todo gobierno es el resultado de una transacción - la derecha neoliberal obtiene la mayoría de ministerios del gabinete, el más importante, el MEF, y también la presidencia del BCR. Las fuerzas de centro izquierda se ven disminuidas, pero no dejan de obtener significativas posiciones: el MINDES, el MINAM, el MINJUS, Ministerio de Cultura, en la asesoría de la PCM, en organismos descentralizados (FONCODES, DEVIDA). Posiciones nada despreciables. Por ello la derecha cavernaria inicia una campaña contra el gobierno de Gana Perú en su conjunto para traer abajo el Gabinete Lerner.

Desde el 2010 hasta noviembre del 2011 la alineación de las clases sociales, la justicia de las demandas populares y la fortaleza de los movimientos populares, la acumulación de fuerzas en el centro izquierda permitían conquistar esas posiciones y un poco más aún. La lucha en Gana Perú, pasando por la primera y segunda vuelta, era por ampliar el espacio del centro izquierda. Una manera era enfrentar al electo presidente con los movimientos populares y las promesas hechas a ellos, conociendo su verdadero pensamiento derechista, el cual no era percibido por el pueblo que voto por Gana Perú. La gente creía en Humala y en sus promesas de cambio.

Su esfuerzo por construir un partido en base a militantes de origen militar fracasó, por el rechazo de las bases a personajes resbalosos, prepotentes, cuarteleros y de las mismas mañas fujimontesinistas; comenzaron a alejarse, salvo la clientela de todo partido en el gobierno. Esta forma de concebir el partido demostraba su talante autoritario y los operadores militares aportaban una prueba más de lo dicho en el 2000, que él también habría sido un operador de Montesinos.

Los candidatos al Congreso y luego la bancada de Gana Perú electa el 10 de abril, fue una mezcla insalubre de oportunistas y alguno que otro ilustre personaje. Las otras 5 bancadas (Fujimontesinistas, Alianza Parlamentaria, Concertación Parlamentaria, Solidaridad, Alianza por el Gran Cambio) no son diferentes, por ello en menos de dos meses estaban más de 40 congresistas para ser evaluados en la Comisión de Ética del Congreso. Humala uso conscientemente la misma táctica del 2006 de lanzar candidatos impresentables, relegando a los militantes honestos y con mayores pergaminos para ocupar una curul. En consecuencia carecía de líderes regionales en torno a los cuales construir partido y resolver los conflictos sociales en las propias regiones.

Sin embargo, Ollanta Humala no podía quitarse la careta de progresista tan fácil ni tan rápido sin generar un amplio rechazo, un costo político alto para el PNP. En ello residía también parte de la fuerza del centro izquierda para mantenerse en el gobierno, a pesar de la dura campaña de la derecha cavernaria por excluirlos. Cada día el centro izquierda en el gobierno lograba bloquear las propuestas de la mayoría neoliberal.

La Marcha del 12 de octubre de apoyo a Gana Perú era a la vez un reclamo del cumplimiento de las promesas electorales hechas por Humala a nombre de toda la alianza. Y una respuesta para neutralizar la vil campaña de las transnacionales y los capitalistas más reaccionarios en contra del gobierno y el Gabinete Lerner. Pero Humala y en especial Nadine Heredia deseaban pasar cuanto antes el trago amargo de tener como aliado al centro izquierda, su verdadero interés era reformular la alianza con el fujimontesinismo y el aprismo. Por ello no impulsaron, ni fortalecieron las manifestaciones de repudio a la campaña de la derecha cavernícola. Su opción estaba claramente a favor de hacer un nuevo pacto cuanto antes con lo más corrupto de las agrupaciones políticas peruanas, y hacer comulgar con rueda de molino al pueblo de la necesidad de la inversión privada para cumplir con la promesa de crecimiento con inclusión social, una frase sin contenido real. Para ello pusieron como muro entre el gobierno y el pueblo a las fuerzas armadas y policiales.

Ollanta era la carta de la derecha más lúcida para desactivar la bomba de un movimiento popular en ascenso, ambientalista, antineoliberal y su sector más radical cuestionador del sistema capitalista. Días antes de asumir el gobierno los empresarios capitalistas de toda laya le dieron su apoyo.

Así la confrontación entre los defensores del voto por el cambio y los traidores al mandato del pueblo, dentro y fuera del gobierno se torno cruento. Los actores visibles de la felonía eran el asesor presidencial coronel (r) Adrian Villafuerte, el jefe de la DINI capitán (r) Víctor Gómez y el ministro del interior teniente coronel (r) Óscar Valdez. Protegidos y acicateados por Ollanta y Nadine. Quienes querían repetir la historia de Perón y Evita o de Néstor y Cristina, pero ni siquiera llegaron a comedia de baja calidad.

Ollanta, el actor principal de la comedia, tiene frases de un personaje con consciencia disidente: los soldados están por encima del bien y del mal, son como sacerdotes, por ejemplo. Consciencia similar a la de Fujimori, Montesinos o Abimael, los sociópatas justifican sus crímenes con argumentos similares.

Al 16 de noviembre se agotaron las posibilidades de mantener e incluso ampliar con patriotas el gabinete de concertación Lerner. Colmó el vaso de agua la gota autoritaria echada por Humala: Conga va, sí o sí, frase pronunciada en la conferencia de prensa dada ese día, luego de haber conversado con los presidentes, entre ellos Obama, en la reunión de APEC, y con los empresarios mineros. Se término de quitar la careta de demócrata y amenazó al movimiento popular con represión (no acepto ultimátum de nadie) y les concedió su total apoyo a las inversiones privadas. Descubierta su verdadera faz neoliberal por el pueblo, los movimientos populares respondieron con mayor crudeza en Cajamarca en contra del Proyecto minero Conga de Newmont –Buenaventura – IFC, en Cañete en contra de la ampliación del penal, en Andahuaylas contra las concesiones mineras, en Huaraz contra la minera Antamina en defensa del agua; etc. El pueblo pide el cumplimiento de las promesas electorales y las demandas no resueltas por Toledo y el gobierno de los faenones de García.

Sobre el 29 de noviembre minera Yanacocha, más conocida como Yanohaycocha, declara la suspensión del proyecto minero Conga Newmont – Buenaventura – IFC, pero la suerte del gabinete Lerner estaba echada semanas atrás. Se hubiera firmado o no el acta entre los cajamarquinos y la PCM, Ollanta estaba decidido a usar del tiempo de Navidad para clavar el puñal entre la espalda y el pecho a sus aliados de centroizquierda.

Ollanta Humala había concluido su gran transfiguración en 4 meses, al igual que sus maestros Fujimori y Montesinos.

Fin del gabinete de concertación Lerner y del pacto con Perú Posible y el centro izquierda

Salomón Lerner Ghitis convocó el viernes 9 de diciembre por la noche a un Consejo de Ministros donde presentó la carta de renuncia irrevocable al premiarato, entregada ese día por la tarde a su disque amigo Ollanta Humala. La cual era la expresión palpable de la ruptura con el centroizquierda y el centro derecha (Perú Posible, Acción Popular y Somos Perú) del converso al neoliberalismo Partido Nacionalista liderado por el transfigurado Humala.

Saltaron de júbilo y alegría inexpresable los fujimoristas cuyo plan de gobierno se resume al indulto del criminal Alberto Fujimori, los apristas de los grandes faenones, los expertos lobistas seguidores del clown PPK. Los empresarios mineros como Roque Benavides deseando desde Chile buenaventura al nuevo primer ministro. El objetivo de la derecha fascista, de los promotores del grupo Forza, del grupo Colina, los pecadores pero no delincuentes se consiguió y con creces. El históricamente impresentable Ollanta entregaba el gobierno, los recursos naturales de todos los peruanos, la Amazonía, todo a las transnacionales, e imitando a Pinochet podría haber dicho: vengan a invertir, que aquí las fuerzas armadas y policiales resguardarán sus capitales y sus ganancias; pero como es de pocas palabras y de acción prefirió enviar un batallón del ejército a Cajamarca.

Los medios de comunicación iniciaron la campaña de control de daños ante la renuncia de Lerner: denunciaron falsamente al congresista Javier Diez Canseco de haber presentado un proyecto de ley para favorecerse. Diez Canseco demuestra lo contrario e iniciará una querella al diario Correo. El argumento de la caída de Lerner difundido por la derecha facha es que la intransigencia de los izquierdistas liderando los paros llevó a buscar orden (palabra querida y muy usada por el fascismo), y no la campaña desatada en las elecciones y continuada luego de asumir el gobierno Gana Perú en contra del Gabinete Lerner y toda lo que signifique izquierda. La puntería de la derecha fascista está en ilegalizar a la izquierda.

Humala muchos días antes de recibir la carta de su amigo Siomi (Lerner), su socio político y financista, se echaba en los brazos del fujimontesinismo prometiendo el indulto del asesino Alberto Fujimori, y abrazando al presidente del gobierno de los faenones Alan García, liberando a su lobista Rómulo León . El 10 de diciembre Daniel Abugattas, presidente del Congreso, confesaba no temblarle la mano para indultar a Fujimori.

También destaca el despido previo como asesor de la PCM de Carlos Tapia, experimentado líder izquierdista, con la frase conminatoria dirigida a su jefe inmediato Salomón Lerner por parte de Ollanta: o se va él o te vas tú. Y la renuncia anterior del viceministro del ambiente José De Echave por favorecer al pueblo cajamarquino.

Para muchos en el Perú sólo hay dos equipos político - técnicos capaces de dirigir el país: el de los neoliberales y el de la izquierda. Salomón Lerner se rodeo con varios de la izquierda, quienes renunciaron al mismo tiempo que él.

Sí el 2006 la comunidad judía puso a Isaac Merkel y la comunidad palestina a Daniel Abugattas, y se comenta que el 2010 la comunidad judía puso a Salomón Lerner Ghitis y la comunidad palestina a Omar Chehade Moya; al salir Lerner ¿quién lo sustituirá? Israel es muy activo en participar en la política latinoamericana, siendo el Perú un Estado estratégico por su ubicación y recursos no dejarán un espacio libre en el gobierno.

Un mundo al borde de la guerra nuclear

Estuve muerto y cuando desperté me encontré en un mundo de locos, expresó Fidel Castro luego de salir de la crisis de salud, en una de sus Reflexiones. Allí alertaba al mundo de lo cerca de una guerra nuclear planificada por el Imperio Estadounidense, su predicción no está muy lejos de cumplirse en caso de una invasión a Irán.

Este dato no puede dejarse de lado en el análisis de la situación de los países latinoamericanos y, lógicamente, en el estudio del rol de cada país en particular en el mundo globalizado. Para una guerra los minerales son de suma importancia estratégica, al igual los alimentos y la riqueza biológica.

Si las fuerzas imperiales se desplazan al teatro de operaciones. Rusia responde armando a Siria y extendiendo un manto de protección sobre Irán. China, el principal acreedor de EE UU, aúna esfuerzos para contrarrestar los movimientos militares del imperio. En estas difíciles circunstancias para la humanidad, los minerales del país Perú adquieren un alto valor estratégico y consecuentemente monetario.

Pero la pregunta clave es ¿con quién se alinea el Perú? ¿en cuál lado participará en este conflicto? Pues ningún país podrá ser neutral. EE UU posee mecanismos para doblegar las voluntades de militares y empresarios, y más cuando los valores morales de éstos son nulos. Vladimiro Montesinos favoreció en 1992 a la minera estadounidense Newmont en la disputa con otra corporación francesa, para explotar los minerales de una extensa zona de Cajamarca: Bajo el nombre de minera Yanacocha la transnacional Newmont viene explotando oro, cobre y otros minerales en varias provincias de Cajamarca, a pesar de la oposición de una parte significativa de la población afectada por la contaminación de los ríos por los relaves mineros.

Toledo y García respetaron el acuerdo Montesinos – Newmont. Como lo hace hoy Ollanta Humala, militar formado en la década de la mafia fujimontesinista, desarrollándose profesionalmente bajo el mando de destacados miembros de la banda montesinista. Por lo tanto, el alineamiento del Perú en un conflicto de la envergadura del anunciado será del lado del imperio estadounidense, lo garantiza el actual presidente peruano y las transnacionales mineras afincadas en este estratégico territorio lleno de minerales.

Es inútil intentar conversar para llegar a un acuerdo con personas cuya meta la determinan instituciones extrañas a él, a las cuales debe obediencia. Hablar de un Plan Nacional, de defensa de la Patria no tiene sentido cuando el interlocutor es sólo un intermediario entre los intereses del Imperio y las transnacionales y los capitalistas extranjeros y nativos.

La izquierda sale fortalecida

La táctica de un Gobierno Patriótico posible entre el 2010 y noviembre del 2011 se agotó. Pasando a plantear la necesidad de conformar una Coalición Patriótica y un Frente nacional Popular para luchar por una sociedad democrática participativa, un Estado descentralizado, una conducta honrada y la integración latinoamericana (el CELAC), combatiendo la alianza humalista - apro – fujimontesinista.

Luego de la renuncia de Lerner, la derecha comienza a dar golpes más directos en contra de la izquierda peruana, pues esta ha demostrado una fortaleza no conocida ni por las propias direcciones de las organizaciones izquierdistas. El pueblo peruano comienza poco a poco a confiar nuevamente en el liderazgo de la izquierda marxista, de la izquierda nacionalista (la cual tendrá que cambiar de nombre pues el PNP se apropiará de él) y de los izquierdistas latinoamericanistas, cuyo referente es el Che Guevara sin necesariamente ser marxistas.

Esto debe estar preocupando enormemente al Departamento de Estado, a los monopolios pinochetistas, a los operadores peruanos de estos monopolios. Por lo cual, el jurista y defensor de los derechos humanos paraguayo, Martín Almada, puede tener razón: el Plan Cóndor tiene como eje a las fuerzas armadas peruanas. De allí el odio de los habladores y escribidores de las transnacionales cuando tocan a la izquierda.

Muy a su pesar, la presencia del gorilismo en el gabinete a la vieja usanza de los Pinochet, los Stroessner, los Videla y cuanto dictador militar pretendió destruir al pueblo latinoamericano, este está bien instruido por las miles de batallas libradas en defensa de sus derechos. En su memoria está la mejor enseñanza: solo luchando se consiguen las justas demandas de los pueblos. Y la organización es el arma fundamental para enfrentar a los gobiernos gorilas.

Ha pasado a ser una tarea urgente la conformación de la Coalición Patriótica y del Frente Nacional Popular. La fuerza del movimiento popular empuja a la unidad política y gremial. Esa es la gran unidad para conseguir el gran cambio.