GEOPOLITICA DE UN DESASTRE

candela noticias AQP
Año 3 Nº 21
2007, agosto 21.

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GEOPOLITICA DE UN DESASTRE

Arturo Muñoz

• Los hermanos peruanos no solo necesitan voces de aliento, sino ayuda en especie y orientación, El Tiempo on line, editorial, edición del 2007.08.19

Alvaro Uribe, presidente de Colombia, llegó el sábado 18 con una delegación de especialistas en emergencia en desastres y reconstrucción, cuya experiencia se remonta al terremoto del 25 de enero de 1999, que sacudió la ciudad capital Armenia, del departamento de Quindio. Pusieron especial énfasis en el levantamiento del censo de los damnificados, para evitar que posteriormente otras personas se beneficien de los programas de reconstrucción. Un segundo aspecto es que el Estado no debía hacerse cargo de la responsabilidad total de la emergencia y de la reconstrucción, esta debía ser compartida con los organismos no gubernamentales de cualquier tinte político y con los mismos damnificados, lo que se conoce como participación ciudadana. Indicó que de los mil millones gastados en la región cafetalera, la que acuna a los mayores ricos colombianos, el 38% lo prestó el Banco Mundial, el 61% aportó el Estado y sólo 1% provino de la cooperación internacional. En conclusión la emergencia y la reconstrucción recayeron sobre el pueblo colombiano. Obviamente se cuido de no dar detalles de cuanto contribuyeron los ricos y cuanto los pobres a través del impuesto creado para la reconstrucción.

Esta experiencia fue explicada con el objetivo de ser replicada en Ica, la región que pasó a ser la de mayor crecimiento de la agroindustria en el Perú, donde se ubica el terminal del gasoducto de Camisea y donde está uno de los puertos potencialmente más importantes del país, San Juan de Marcona, por donde sale el mineral de la mina Shougang y se supone, por los hallazgos de laboratorios en pleno desierto, de droga a partir de la coca.

Uribe, que en 1999 no era aún presidente de Colombia, estaba más perdido que Alan en la Plaza de Armas de Pisco el 16 de agosto. La reunión sirvió para que dos eximios presidentes representantes del neoliberalismo adoptasen una solución acorde con su pensamiento, la ciencia del fraude lícito, al desastre social, económico y humano causado por la catástrofe natural. Es decir como los damnificados y el pueblo en general paguen los costos de la emergencia y la reconstrucción sin que se toque el tesoro público, la riqueza de las corporaciones transnacionales y de los empresarios mercantilistas peruanos.

Este fue uno de los objetivos de la visita de Uribe, que el desastre no afecte al modelo neoliberal, a pesar que la ineficiente empresa privada Telefónica causo la desesperación en cada peruano, al no poder comunicarse con familiares y amigos. Empresa a la que no se le ha iniciado ningún proceso judicial y que desde Alan García, pasando por la ministra de transportes y comunicaciones Verónica Zavala Lombardi, hasta los funcionarios de Osiptel, han salido a defender. Y que fue la causa de la mayor patinada de García, que luego de 5 horas después del terremoto de 7,9 grados en la escala de Richter, se atrevió a decir que no había que lamentar una gran desgracia y fue tranquilo a dormir en su cama, cuando pueblos enteros estaban en las calles sufriendo la inclemencia del invierno, uno de los más crudos de los últimos 25 años, y cientos de muertos yacían bajo los escombros de construcciones con más de 50 años de antigüedad, de quincha y adobe. Un adagio dice que es preferible agitarse en la duda que descansar en el error, y García no tiene derecho a errar porque ya ha sido presidente antes, y el sabía la calidad de las construcciones en Cañete, Chincha, Pisco, Ica, Huancavelica y los cientos de pueblitos a los que el Estado subsidiario aún no llega, pues prefiere mantener en las bóvedas del BCR los más de 20 mil millones de dólares en reservas.

Es casi seguro que en Estados Unidos las imágenes satelitales en menos de una hora hayan mostrado la dimensión del desastre. Es seguro que la base de la FAP de Pisco y la base de la Marina de Guerra conocieran los efectos del terremoto, pues ellos tienen acceso a imágenes satelitales en tiempo real. Pero la indiferencia al dolor ajeno, consustancial al liberalismo, justifico ante sus conciencias el silencio, que guardan después de 5 días.

Uribe, acusado de relaciones diabólicas con los paramilitares colombianos, vino como un santo profeta a pontificar sobre como afrontar el desastre, acompañado de unos cuantos diablillos que sólo atinaban a advertir que había que crear un impuesto especial para la reconstrucción, destinado en Colombia al Fondo para la Reconstrucción y Desarrollo Social del Eje Cafetero (FOREC). Fue así como los millonarios del café de Quindio, Caldas, Risaralda, Tolima y Valle del Cauca pasaron la factura del desastre al pueblo colombiano. Su primo hermano Alan García en haber sido acusado de genocidio se regodeaba con las propuestas, que como se dijo en un programa especial sobre el terremoto en Perú realizó el Canal Vasco el día 16 de agosto, sólo sirven para aumentar la riqueza de los ricos y crear nuevos ricos que inescrupulosamente trafican con las donaciones internacionales, y ese mal afecta a Colombia tan igual que a Perú. Con razón sólo representaron el 1%.

Las palabras de la subgerente de Defensa Civil de la municipalidad distrital de la Victoria, en cuya casa se encontró alimentos donados para los damnificados del terremoto, en la mañana del lunes 20, son elocuentes de la forma como se maneja la ayuda a los damnificados: estas sobraban, las iba a llevar después al almacén, las estaba protegiendo de la lluvia. Gracias a sus vecinos que hicieron la denuncia es que las autoridades y la policía incursionaron en el domicilio de esta funcionaria de Defensa Civil, sino se hubiera salido con la suya. Pero cuantas otras ya habrán hecho su agosto con las donaciones para beneficio personal, mientras gobierne un presidente que duerme cuando cientos de personas gritan por ayuda. Las llamadas de personas de pueblos alejados pidiendo agua, alimentos, mantas y carpas suenan incesantemente en las emisoras de todo el país. En la misma ciudad de Pisco los pobladores le gritaron a García ineficiente, figureti (persona que le gusta posar para la foto).

A 5 días los datos de los pueblos afectados, de las víctimas, de los damnificados son aproximaciones. La culpa según el gobierno la tiene la propia naturaleza inhóspita de los Andes. Que fácil disculpa. No estamos a mediados del siglo XX, estamos en la era de la informática y de la sociedad de la comunicación y el conocimiento. Pero la sangre de los cientos de muertos y heridos clama por justicia. Y los apristas responden en cada entrevista: Justicia…pedís demasiado. La ira que se esta acumulando en los peruanos es tan grande que cuando explote Dios los coja confesados.

Un segundo objetivo de la visita de Uribe es intentar dar una imagen de solidaridad superior a otros presidentes, es decir superior a Chávez de Venezuela o Ignacio Lula da Silva de Brasil cuyas ideologías son contrarias al neoliberalismo. Es sólo un gesto, porque al gobierno de Colombia le interesa la vida de los peruanos tanto como la de los colombianos víctimas de los paramilitares. El Plan Colombia de 1.500 millones de dólares está dirigido a combatir a la guerrilla y en especial en una guerra regular a la República Bolivariana de Venezuela. Por ello, Colombia no tiene un real partido en dos para apoyar al Perú, ya ni siquiera son los más grandes traficantes de drogas, ese puesto lo detenta ahora México, los carteles mexicanos de la droga deben ser los más preocupados por la reconstrucción de las vías de comunicación entre la selva y la costa peruana cortada por el sismo.

Granjearse la simpatía del pueblo peruano es lo que quería Uribe. Pero el tiempo dirá quien ha aportado la ayuda más consistente y el pueblo peruano sabrá reconocer a todos y en especial a los que entregaron más económica y humanamente. Porque se puede dar sin amar pero no se puede amar sin dar. Quienes son los amigos del pueblo peruano el tiempo lo dirá.

Una burda maniobra del estilo fascista de gobierno es la presentación de latas con las fotos de Ollanta y de Chávez, que el incompetente García es incapaz de determinar su origen, y acusa antes de investigar.

Lo cierto que en la geopolítica del desastre Bolivia llegó primero con ayuda, luego Venezuela, seguido de Chile y Brasil, y la infaltable Cuba con dos hospitales. Brasil finalmente será quien defina gran parte de la reconstrucción de las carreteras que unan Cusco con San Juan de Marcona, al construir el tramo de la Interoceánica. Y Chile que tiene sus inversiones en la agroindustria iqueña. Curiosamente la ayuda de las potencias no ha despertado tanto interés en el análisis. La Unión Europea esta presente con un aporte de 2 millones de dólares, voluntarios, alimentos y equipos de rescate. Estados Unidos asomo la nariz con 100 mil dólares. De Japón hay pocas nuevas sin el truhán de Fujimori.

El hecho de que se hable de la ayuda de los países suramericanos prioritariamente es lo nuevo. Hay una conciencia mayor de la necesidad de integración de América del Sur. El movimiento de los americanos del sur es cada vez más fuerte y hay que solidificarlo, sacando del camino las piedras neoliberales.