domingo, 30 de agosto de 2009

RELIGIÓN E INTERESES TERRENALES

candela noticias AQP
Año: 3 N° 14
Arequipa, 2007, abril 05

CORRESPONDENCIA

Minería en Ayacucho y Huancavelica

Hola Arturo:

En esta primera ocasión quiero hacerte un comentario respecto al tema específico "Mineros contra agricultores" (Candela Noticias AQP, Año Nº 3 - Nº 13, Arequipa, 2007, marzo 15.): Quiero empezar diciendo que es cierto el proceso del feudalismo en occidente fue cruel con las clases explotadas; y que eso pueda ser sustento de las circunstancias actuales de América Latina específicamente del Perú, a mí personalmente me parece muy lejano para ser causa o sustento del abuso de los mineros en el Perú, no sólo en contra del Estado, del cual son parte involucrado no visible y el abuso en contra de los pueblos específicos donde tienen presencia, que como es costumbre históricamente en el Perú, únicamente al término de la explotación minera sólo quedará la pobreza y miseria en aquellos pueblos. El ejemplo patético de ello, tenemos al departamento de Huancavelica con sus lagunas muertas y arrojando a la fecha como uno de los departamentos más pobres del país a pesar de siglos de explotación minera sólo obtuvo como resultado la pobreza. Por lo que considero que las causas deben estar o están en el Perú; considero que debemos peruanizar nuestro análisis.
Lo que manifiestas que "cada denuncio minero es un acto de violencia (...)" considero también lo mismo; es como que el feudalismo en el país estaría de retorno, por cuanto en algunos lugares de Ayacucho los llamados mineros artesanales van a las comunidades cargados de una escopeta en el hombro y un revolver en la cintura para amedrentar a los comuneros; a algunos que osan decir algo los amenazan con golpearlos si siguen con actitud de reclamo del abuso que cometen con sus tierras y su pueblo. Es realmente indignante lo que está pasando con los baroncitos y los barones de la minería en el Perú.
Creo que el país con un empresariado acostumbrado a vivir del Estado, de la explotación y el abuso con los que menos tienen (peor aún, un Estado avasallado por estos), el Perú no tendrá un futuro mejor; como si se puede hablar de ello, en países donde se practica la planificación económica real, monitoreada por los gobiernos de turno como inclusive ocurre en Chile, que es referente para justificar la política económica actual impuesta y no pensada en el Perú.
Islay y la Región Arequipa
Hola estimado arturo:
Bueno, vamos al grano. He leído con detenimiento el informe que envías y encuentro algo preocupante: hablan de combatir el centralismo limeño pero siguen practicando el centralismo regional. Si, el centralismo de la provincia de arequipa con el resto de provincias del departamento de arequipa, específicamente con la provincia de Islay.
No hay ni una línea sobre el problema hídrico Tambo - Moquegua, tampoco sobre el problema de la anulación del contrato de concesión del puerto de Matarani al grupo Romero, mucho menos sobre el tema vial: la carretera costanera tramos Camaná - Matarani y La Punta - Ilo, por poner solo algunos ejemplos.
Es por eso que se viene alimentando (lenta y silenciosamente) una tendencia a ya no pertenecer a la región Arequipa, de la que real y prácticamente no se recibe nada ni siquiera la atención a los problemas álgidos de la provincia de Islay, y anexarse a la región Moquegua. Especialmente esta tendencia se viene acrecentando en el valle de Tambo y paulatinamente esta ganando adeptos en Mollendo y en el propio Matarani.
Te invito a que ingreses a la siguiente pagina:
- www.revistalapunta.com
Ahí encontraras bastante material sobre los temas que te he enumerado líneas arriba.
Bueno, seguramente seguiremos comunicándonos y estaremos en contacto.
Saludos desde Mollendo.


RELIGIÓN E INTERESES TERRENALES

Arturo Muñoz

La Reforma y los príncipes

El espíritu protestante de la Reforma alentó a los campesinos alemanes a sublevarse contra el dominio de los sacerdotes y contra el emperador Carlos V. En 1517 Alemania vivía en una efervescencia social, la crítica protestante le dio un programa. Los impuestos que la nobleza y el clero cobraban a los campesinos eran agobiantes, que cuando el Papa quiso establecer otro para financiar la cruzada contra los turcos que amenazaban el imperio por el este, colmó la paciencia de la población. Carlstadt militante de la Reforma condujo el alzamiento campesino caracterizado por una masiva quema de iglesias, castigos a sacerdotes y nobles.
Martín Lutero que en la puerta de la iglesia de Todos los Santos, el Schlosskirche ("Iglesia del Castillo") de Wittenberg, clavó las 95 Tesis el 31 de octubre de 1517, contra la venta de indulgencias. Que argumentó que desconocía la autoridad papal, que reconocía como única guía la palabra divina, estableciendo la congregación en la fe, también predicó la sumisión a la autoridad terrenal. Lutero, el gran reformador, no se identificó con el levantamiento campesino. Y su doctrina de fidelidad y obediencia a las autoridades terrenales aunque éstas fueran tiranas, justificó el genocidio de más de 100 mil campesinos.
El luteranismo fue proclamado la religión oficial por los príncipes de Alemania, y como consecuencia se separaron del dominio papal. Así el levantamiento campesino y la Reforma fueron útiles a los príncipes alemanes que empezaron a recaudar los impuestos para ellos mismos sin dar parte al Vaticano. Este ejemplo fue seguido por la nobleza inglesa que en el reinado de Enrique VIII rompió con el Vaticano, utilizando los argumentos del luteranismo, pero declarando la autonomía de la iglesia Anglicana.
La Teología de la Liberación y los pobres
A fines de los sesentas del siglo XX en América Latina, la última área masiva de influencia del Vaticano, los teóricos de la Teología de la Liberación proponen un nuevo punto de vista sobre la religiosidad desde su comunidad. "La Teología de la Liberación es una reflexión que surge en la periferia de los centros mundiales de la cultura. El teólogo de la liberación es normalmente un clérigo latinoamericano, un dirigente espiritual y pastoral que, por su contacto directo con la realidad de la pobreza, se constituye en vector del clamor del pueblo. Dicho pueblo impetra de su Dios liberación física, cultural y espiritual." "Un pueblo pobre, pero incuestionablemente creyente. En suma, el desafío noético a esta teología consiste en el escándalo promovido por los que crean, sancionan y mantienen las condiciones de pobreza infrahumana en América Latina. El problema consiste en ver de qué manera el cristianismo puede conferir o restaurar dignidad al hombre que vive en la indigencia y bajo opresión."
"Con frecuencia, el opresor es miembro de la misma comunidad eclesial, como parte de la componente 'farisaica', y el contratestimonio de éste es lo que produce el último e inconfesado gran cisma de la Iglesia. El problema es de fuerte naturaleza dialéctica, según observa Dussel: 'La teología pensada desde los esclavos de Egipto no es la misma, de ninguna manera, que la teología que podrían hacer el faraón o sus sacerdotes'. Y para Gustavo Gutiérrez, tal dialéctica es precisamente el motor creativo de esta teología, que recusa no sólo la opresión, sino la opresión sancionada por la 'otra' teología que tradicionalmente emiten los centros de influencia:"
"En verdad, por primera vez en muchos siglos está surgiendo un esfuerzo de reflexión sobre la fe fuera de los centros clásicos de producción teológica. Una reflexión que nace desde el reverso de la historia. Renunciar a pensar, como algunos parecían aconsejar, es traicionar la vitalidad de la fe de un pueblo en lucha por su liberación. Es crear un vacío que sería rápidamente ocupado por una reflexión que respondería a otras categorías, preocupaciones e intereses."
"De todas maneras, a nivel teorético, las teologías no se producen ex nihilo, ni tampoco - como dice el mismo Gutiérrez - por encadenamientos de ideas en el aire. Son respuestas y pueden y deben ser también interpelación a vastos procesos históricos."
La Teología de la Liberación arraigo en las comunidades del Brasil, cuyos obispos Leonardo Bolf y Helder Camara (que a pesar de sus méritos espera ser declarado santo) son muy apreciados. Su influencia es tal que es en el campus de la Pontificia Universidad Católica de Río Grande do Soul (PUCRS) que se realiza el Primer Forum Social Mundial con el lema Otro Mundo es Posible, el año 2001, como alternativa al pensamiento único impuesto por el neoliberalismo.
En contraste con los teólogos de la Reforma los teólogos de la Teología de la Liberación permanecen en obediencia al Vaticano. Su compromiso con los pobres, por una liberación espiritual del ser humano del inescrupuloso afán de acumular dinero, y la restauración del amor entre las personas y las características solidarias de las primeras comunidades cristianas, los pone en la mira del ostentoso Vaticano y de los conservadores empresarios. Por ello, en el cuadro de las principales figuras de los seguidores de la Teología de la Liberación no aparece ningún poderoso, como si los encontramos en los seguidores de la Reforma, por ejemplo al elector Frederick el Sabio, protector de Lutero.
La importancia de la Teología de la Liberación es significativa en la creación de una intelectualidad laica y seglar, moderna y progresista en América Latina. Vertieron su sangre bajo las más crueles dictaduras latinoamericanas. En El Salvador el asesinato de sacerdotes jesuitas, de hermanas y de Monseñor Romero demuestran la convicción profunda de proteger a los más débiles. Pero el Vaticano no se sintió aludido por los crímenes de sacerdotes y monjas en todos los países latinoamericanos (¿Qué dirá el Santo Padre, que vive en Roma, que le están degollando a sus palomas?, se preguntaba Violeta Parra). Un hilo de continuidad en la doctrina oficial del Vaticano es el reconocimiento inmediato de aquellos que han servido a los intereses de los que poseen el poder en el mundo (no hay otra explicación para la elevación a santo de Josémaría Escrivá de Balaguer y Albás en tan corto tiempo, fundador del Opus Dei). Y la excomunión de aquellos que optaron por los pobres.
Juan Pablo II, que gobernó el Vaticano entre 1979 y el 2005, recrea la Congregación para la Doctrina de la Fe el 28 de junio de 1988; heredera de la Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición de 1542. La Congregación estuvo a cargo del Cardenal Joseph Ratzinger, que luego sucedió a Juan Pablo II con el seudónimo de Benedicto XVI. Su única labor ha sido contrarrestar la influencia de la Teología de la Liberación, "En la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida por el cardenal Ratzinger, se recibieron y recopilaron quejas sobre las principales obras y teólogos, centradas en particular en Gustavo Gutiérrez y Leonardo Boff. Se intentó entonces que el episcopado del Perú pusiese en entredicho a Gustavo Gutiérrez. Es más se intentó que, durante su visita ad límina, los obispos peruanos le condenaran; pero esto no se logró y el caso fue remitido a un estudio posterior. El caso no está cerrado y se sigue buscando cómo obstaculizar los cursos, los centros de reflexión y publicaciones del reconocido teólogo."
El Papa Juan Pablo II pidió a la Congregación para la Doctrina de la Fe un extenso estudio de la Teología de Liberación. Los resultados del estudio fueron publicados en dos documentos: Libertatis Nuntius, Instrucciones sobre algunos aspectos de la Teología de la Liberación (1984); y Libertatis Conscientia, Instrucción sobre Libertad Cristiana y Liberación (1986). Son sendas filípicas contra el marxismo más que una refutación de los postulados de la Teología de la Liberación.
Como la Teología de la Liberación no respondió a un interés poderoso pronto fue combatida y controlada. El Vaticano ha emprendido la erradicación de los reductos que aún quedan de esta expresión religiosa latinoamericana.
El Opus Dei y el neoliberalismo
La Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei nace bajo el signo del fascismo español del generalísimo Francisco Franco en el combate contra los republicanos. Santifica la acción de depuración de anarquistas, socialistas y comunistas. Sin embargo La Obra del aragonés Escrivá de Balaguer creada contra el comunismo en España carece de la legitimidad teológica de la Contrarreforma que en el siglo XVI construye una argumentación teológica, jurídica y filosófica en respuesta al humanismo y al protestantismo luterano. Los teóricos de la Contrarreforma, Suárez, Soto, Vitoria, son considerados los fundadores de la democracia moderna, los constitucionalistas. Soto enfrentó a Sepúlveda en defensa del padre de las Casas, protector de los indios. Grande es la diferencia con los representantes del Opus Dei en Perú, que apoyaron la dictadura fujimontesinista.
Camino, las 999 meditaciones de Escrivá, indican que la santidad se encuentra en el trabajo que realiza cada persona, el cual debe hacerlo con excelencia. Por ello consideran que el tiempo de las congregaciones ha pasado y es la hora de los movimientos, pues la santidad ya no se alcanza en el monasterio sino en el puesto que cada uno tiene en la sociedad. Si eres empresario realiza tu labor con excelencia y serás santo, si eres empleada doméstica, realiza tu trabajo con excelencia y serás santa. Abstrayendo el debate teológico que este planteamiento encierra, la estructura orgánica que de él se desprende le permite al Opus Dei la flexibilidad para crecer, ganar adeptos sin estar obligados tan solo a cumplir con las reglas cotidianamente que están en las meditaciones.
Pero evita el cuestionamiento de que tipo de trabajo debe uno realizar para ser santo. Si como empresario es causa de la pobreza, de la contaminación ambiental que atenta la vida del ser humano, eso no es cuestión religiosa son temas para la sociología, la economía, pero no es parte de la vida espiritual del empresario. Esta idea de religiosidad justifica las acciones de los empresarios mineros que pagan poco, no contribuyen al desarrollo de la comunidad que los alberga, contaminan la naturaleza, porque la labor del empresario es ganar dinero, y cuanto más dinero posea más santo será. La aplicación de este principio hace de los asesinos del Grupo Colina héroes, pues su trabajo era combatir la subversión.
Sufrir es parte de la santidad personal, la salvación no es una tarea colectiva sino individual, para ello algunos miembros llevan deliberadamente cilicios. Luego la violación de los derechos humanos es una forma de sufrimiento que a las personas que la sufren les permiten más rápidamente adquirir la santidad, por lo tanto defender los derechos humanos es un sinsentido para el Opus Dei.
Toda organización social encuentra su expresión religiosa y viceversa. El neoliberalismo que terminó de destruir los últimos lazos de solidaridad entre los seres humanos, que responsabiliza a cada individuo de su salvación económica, que introduce la competitividad como un valor social, que introduce el mercado en las relaciones entre padre e hijo, entre Estado y sociedad, que condena a la muerte por hambre a los débiles, que considera a los viejos un lastre social que no merecen siquiera una pensión, que marcó a los discapacitados como otro grupo más excluido del mercado laboral. Entonces el empresario neoliberal no puso ninguna resistencia en hacer del pensamiento del Opus Dei una de sus religiones a las que apoya. En otras partes del mundo se ligan con expresiones religiosas propias, algunos fundamentalismos islámicos; en el Asia y el África encuentran religiones similares al Opus Dei a las que subvenciona.
Mquiavelo dice que un largo periodo de corrupción no sólo afecta a los gobernantes y funcionarios, afecta y por más tiempo a la población. Esa hipótesis es comprobable en el Perú. La corrupción sistemática afecta a la sociedad peruana desde el primer gobierno del Partido Aprista, son 22 años continuos de gobiernos corruptos, la población se da cuenta que entregando algo pueden conseguir algo más: entregan su voto esperando un puesto de trabajo, no solo la militancia sino también quienes apoyaron en la campaña, que pagando al juez el juicio se gana; los ejemplos de cómo se ha creado una mentalidad social que favorece la corrupción son inacabables. Y que mejor religión que la predicada por el Opus Dei para una sociedad corrupta, una religión en que no interesan las consecuencias del trabajo que las personas realizan, una religión que puede ser seguida por corruptores y corruptos, por explotados y explotadores. Hay un viejo dicho que dice que lo mejor que ha hecho el diablo es haberle hecho creer a la humanidad que no existe.
Crítica y acción
La Reforma, la Contrarreforma, la Teología de la Liberación y el Opus Dei aparecen como el resultado de una serie de acontecimientos, que es necesario estudiarlos para explicarse que papel juegan en la breve historia de la humanidad. El estudio significa espíritu crítico y la crítica implica un sentimiento de aceptación o rechazo. ¿Porqué a unos les cae en simpatía una u otra tendencia religiosa?. Depende de como afectan nuestros intereses no sólo económicos, sino también los sexuales, de afecto, de protección. Los pobres no necesariamente se identifican con la Teología de la Liberación, como no todos los poderosos estarán del lado del Opus Dei. Porque un determinado individuo preferirá sus intereses económicos a sus opciones sexuales y para otro será al revés, para otro importará más el afecto que siente por alguien que su seguridad y a la inversa.
En la oposición al Opus Dei encontramos personas de diferentes clases sociales, de orígenes ideológicos diversos. La defensa de la pluralidad de pensamiento en la Pontificia Universidad Católica del Perú ha unido a la mayoría de la intelectualidad. Pero la supervivencia de la pluralidad depende del Poder Judicial, que esta controlado por la alianza aprofujimontesinista, y en esta alianza participa el Opus Dei. Por lo tanto sólo la crítica a la intolerancia del Opus Dei no es suficiente, pues "en el solemne acto jurídico se denudan el poder económico y el poder político". Es necesario pasar a la acción, echar manos a la obra.
La Universidad Católica no caerá si el movimiento de estudiantes universitarios del país, si el movimiento de profesores universitarios, si la comunidad educativa le dicen no al Opus Dei. La defensa del principio de pluralidad requiere de alegatos, de presentaciones en medios de comunicación, pero finalmente sólo la presencia física masiva de la comunidad educativa en el Poder Judicial y en el Palacio de Gobierno impedirá que se sentencie en contra de la libertad de pensamiento y de opción política y sexual. Mantener la unidad no va a ser fácil, algunos de los que defienden la pluralidad de pensamiento frecuentan los mismos círculos sociales que domina el Opus Dei, y la presión social sobre ellos va a ser muy fuerte para que abandonen la lucha, sólo las personalidades bien formadas continuarán hasta el final.
Criticar es debatir las ideas de las diferentes propuestas, sin censura. Pero el Opus Dei y sus protectores cierran los espacios en los medios de comunicación, aíslan a los espíritus críticos. Ponerse en el camino del Opus Dei en el Perú es peligroso, en general atravesarse en la ruta del que tiene el poder no es recomendable como individuo, pero es una responsabilidad social hacerlo. Si a Hitler los países comunistas y demócratas lo hubieran detenido antes que se fortalezca, no se hubieran perdido las millones de vidas en la II Guerra Mundial.
Hay que detener al Opus Dei como condición para continuar con la tarea de construir una auténtica libertad de creencia que permita que permita que "la religión sea una energía que produce cosas positivas. La fe vista como una lucha por obtener un ideal más elevado para el hombre, para incrementar la autorrealización y una actitud positiva hacia los demás. Que lleve a una integración de la personalidad, a una potencialidad de mejoramiento, de unidad. La religión como un proceso de organización del yo en torno a los valores más elevados o hacia el universo, como una realidad social y ética. Alcanzando los horizontes experienciales más amplios, al amor más elevado, a la libertad y la autorrealización más grande de la que el ser humano es capaz". Respetando la religiosidad del pueblo en la construcción de una comunidad solidaria, justa y libre.

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